Hacer realidad los derechos de los niños en las Bahamas
Bahamas es una nación formada por un archipiélago de más de 700 islas, que abarca unos 259.000 kilómetros cuadrados entre el mar del Caribe y el océano Atlántico. Bahamas se independizó de Reino Unido en 1973, pero sigue formando parte de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth). El estado ha sido criticado recientemente por sus políticas y su trato a los refugiados haitianos, así como por su sistema de justicia juvenil, el cual no considera el interés superior del niño, incumpliendo así la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). El matrimonio y abuso infantil siguen siendo dos de los problemas más preocupantes del país, derivados de la pobreza.
Índice de los Derechos del Niño: 8,44 / 10
Nivel amarillo: Situación satisfactoria
Población: 396 914
Pob. de 0 à 14 años: 21 %
Esperanza de vida: 74 años
Mortalidad en menores de 5 años: 12 ‰
Bahamas de un vistazo
La Mancomunidad de las Bahamas, más conocido como Bahamas, es un país situado en el archipiélago de las Lucayas, en las Indias Occidentales del Atlántico. Se ubica al norte de Cuba, al noroeste de la isla de la Española (dividida en Haití y la República Dominicana) y de las islas Turcas y Caicos; al sureste del estado de Florida de EE. UU.; y al este de los Cayos de Florida. Alrededor de una quinta parte (el 21 %) de su población está formada por niños menores de catorce años (Banco Mundial, 2022).
A pesar de que la población está concentrada en los centros urbanos (especialmente en Nasáu y Freeport) que se dedican al turismo, el modelo tradicional de la pequeña agricultura y la pesca prevalece en algunos pueblos, sobre todo en las islas del sureste. Bahamas tiene una economía de mercado predominante que depende muchísimo del turismo y de los servicios financieros internacionales.
El producto nacional bruto (PNB) per cápita es uno de los más altos de la región (Britannica, 2022) y su PIB ha aumentado de forma constante en las tres últimas décadas, con un crecimiento anual medio del 1,4%. No obstante, la posición económica del país sigue siendo vulnerable debido a su pequeño tamaño, la falta de diversificación de su economía y la vulnerabilidad a los desastres naturales (Banco Mundial, 2020).
Aunque las islas continúan formando parte de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth), en la política nacional se han tratado constantemente reformas propuestas para crear una democracia presidencial. El país ha sido criticado por sus políticas y su trato a los refugiados haitianos en los últimos años, así como por su inadecuado sistema de justicia juvenil (CRIN, 2022).
Situación de los derechos de los niños [1]
Bahamas ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) el 30 de octubre de 1991 (ACNUDH, 2022). También ha ratificado tratados internacionales fundamentales para proteger el bienestar de los niños y salvaguardar sus derechos, como los Protocolos Facultativos de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados, y el referente a venta de niños, la prostitución y la utilización de niños en la pornografía, ambos ratificados el 28 de setiembre de 2015.
Bahamas también ratificó en 1993 la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CETFDCM), así como la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) en 2013 (ACNUDH , 2022).
No obstante, Bahamas no ha ratificado aun el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo al procedimiento de comunicaciones (por sus siglas en inglés: OPCP), el cual reconoce el derecho de los niños a apelar a un mecanismo internacional específico para ellos, cuando los mecanismos nacionales no abordan eficazmente las agresiones (Save the Children, 2012).
Los Protocolos Facultativos son opcionales porque las obligaciones pueden ser más exigentes que las previstas en la CDN y que las aceptadas originalmente por los Estados que los ratifican. Esta es la razón por la que los Estados también deben ratificar los Protocolos Facultativos si quieren estar sujetos a ellos. Los Protocolos Facultativos son tratados de pleno derecho y están abiertos a la firma, ratificación o adhesión.
Además, Bahamas forma parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA), y, por lo tanto, está sujeta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Bahamas ratificó (con reservas) la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belém do Pará) en 1995 (Girlsnotbrides, 2022).
A nivel nacional, Bahamas ha promulgado varias leyes que abordan cuestiones relacionadas con la familia y los niños. Entre ellas se encuentran la Constitución, la Ley sobre el Estatuto del Menor, la Ley de Sucesiones, la Ley de Bienes de la Mujer Casada, la Ley de Adopción de Menores, la Ley de Protección del Menor y la Ley de Violencia Doméstica (órdenes de alejamiento).
Por ejemplo, la Constitución de Bahamas garantiza la protección de los derechos y libertades fundamentales de las personas. Esto se destaca en el artículo 15 e incluye, por ejemplo, la protección del derecho a la vida, la protección frente al trato inhumano, a la esclavitud y al trabajo forzado, disposiciones para garantizar la protección de la ley, la protección de la intimidad del hogar y otros bienes y la protección contra la discriminación por motivos raciales (OEA Familia, 2022).
Además de estas diversas legislaciones, la División de Servicios a la Infancia y a la Familia del Departamento de Servicios Sociales trata de garantizar que todos los niños de Bahamas tengan un entorno físicamente seguro con el apoyo emocional y la seguridad necesarios para un crecimiento y desarrollo sanos. Esta división está formada por cuatro unidades: Unidad de Servicios de Protección a la Infancia, Unidad de Centros de Atención a la Infancia, Unidad de Acogida a la Infancia y Unidad de Servicios a la Familia (OEA Familia, 2022).
Atender las necesidades de los niños
Derecho a la educación
La calidad de la educación en Bahamas ha mejorado desde finales de los años 50. A medida que la economía y las infraestructuras de Bahamas crecían, su sistema educativo ha crecido de forma paralela (The Borgen Project, 2021).
La Ley de Educación, que fue revisada en 1996, es la ley educativa principal vigente en Bahamas hoy en día. Garantiza el acceso gratuito a la educación a todos los residentes de entre cinco y dieciséis años de edad. En 2014, Bahamas presentó el Certificado Nacional de Educación Secundaria, para crear un programa de educación básica mínima para todos los niños. Esto supuso un paso importante en la mejora del sistema educativo gracias a garantizar una educación igual para todos los niños (The Borgen Project, 2021).
Alrededor del 75 % de los niños acuden a colegios públicos de educación primaria, pero la mayoría de las guarderías y colegios preescolares están gestionados por iglesias. Existen 170 instituciones educativas en Bahamas, un número significativo teniendo en cuenta la población del archipiélago. En el país, más del 100 % de los niños recibieron educación primaria en 2006 y esta tendencia se ha mantenido hasta la actualidad. En 2003, la tasa de alfabetización en adultos mayores de 15 años era del 95,5 %. El porcentaje era aún mayor en jóvenes adultos de 15 a 24 años de edad (The Borgen Project, 2017).
Derecho a la identidad
El derecho a la identidad es crucial para todo ser humano, ya que garantiza un estatuto jurídico, afirma el reconocimiento de los lazos familiares y socioculturales que caracterizan al individuo y promueve el disfrute de los derechos humanos. En este mundo cada vez más globalizado, en el que cientos de millones de personas viven fuera de su país de nacimiento, y en el que los Estados protegen cada vez más rigurosamente su derecho soberano a controlar la pertenencia al país, el número de niños sin un estatuto de ciudadanía garantizado va en aumento.
En Bahamas, esta cuestión es especialmente relevante para los niños nacidos de padres haitianos sin estatus (Belton, 2010), llamados «los niños de Arendt» (Bhabha, 2009). Aunque no existe un recuento oficial del número de niños nacidos en Bahamas de padres sin estatus legal, se calcula que decenas de miles de haitianos indocumentados viven en Bahamas (Smith, 2008), lo que convierte a este grupo en un porcentaje potencialmente importante de la población bahameña. Según Kristy A. Belton, Bahamas no tiene suficientemente en cuenta el interés superior del niño no ciudadano nacido en Bahamas en sus leyes y políticas (Belton, 2010), lo que va en contra de la CDN.
Derecho a la protección
A pesar de que Bahamas ratificó la CDN, no la ha incorporado a la legislación nacional, lo que significa que los derechos otorgados por la Convención no pueden alegarse ante los tribunales. Sin embargo, la Ley de Protección del Niño de 2007 se guio y se vio influida especialmente por la CDN.
De hecho, el artículo 4(c) de esta ley establece que los niños tienen derecho «a ejercer, además de todos los derechos enunciados en esta ley, todos los derechos enunciados en la [CDN] con la salvedad de las eventuales limitaciones que se apliquen en Bahamas y con las modificaciones apropiadas para adaptarse a las circunstancias que existen en Bahamas teniendo en cuenta su legislación» (CRIN, 2015). Además, no es posible presentar una demanda por violación de los derechos del niño sin nombrar de forma específica a la víctima.
Los niños pueden presentar demandas civiles ante los tribunales nacionales para impugnar las violaciones de sus derechos. Sin embargo, según el Reglamento del Tribunal Supremo, se les considera «personas incapacitadas» y, por lo tanto, deben presentar sus demandas a través de un «representante» o «tutor ad litem» (CRIN, 2015).
Un niño tampoco puede defenderse, presentar una contrademanda, intervenir o comparecer en ningún procedimiento sin un «tutor ad litem», el cual debe actuar a través de un abogado para presentar o defender su caso (CRIN, 2015). La Ley de Protección del Niño establece una excepción para los procedimientos relacionados con asuntos de derecho contractual, en los que un niño tiene derecho y puede emprender acciones legales para recuperar cualquier suma de dinero que se le pueda deber de la misma manera que si fuera mayor de edad (CRIN, 2015).
Un grave obstáculo para acceder a la justicia en el país es la inexistencia de un programa estatal de asistencia jurídica. Existen pocas organizaciones que presten servicios jurídicos gratuitos, y los costes de los procedimientos judiciales suponen un gasto prohibitivo para el ciudadano medio.
De acuerdo con la Ley de Protección del Niño, la edad de responsabilidad penal en Bahamas es a partir de los 10 años, lo que es una edad relativamente muy baja. El Código de Procedimiento Penal de Bahamas no prevé ninguna disposición especial para las denuncias presentadas por niños o para que se lleven a cabo acusaciones privadas en nombre de éstos (CRIN, 2015).
Factores de riesgo → Retos específicos del país
Pobreza
Los niños menores de 14 años tienen la tasa de pobreza más alta de Bahamas. De hecho, más de 40 000 personas en el país viven bajo el umbral de la pobreza, con menos de 5 000 $ por año (Pratt, 2019), lo que equivale al 12,8 % de la población total. La mayoría viven en zonas urbanas (el 83 % frente al 17 % de personas que viven en zonas rurales) (Banco Mundial, 2022).
Aunque su PIB ha aumentado de forma continua en las últimas 3 décadas, con un crecimiento anual medio del 1,4 %, la posición económica del país sigue siendo vulnerable debido a su pequeño tamaño, su falta de diversificación económica y su vulnerabilidad a los desastres naturales. Su gran dependencia de los servicios financieros y de la inversión extranjera, especialmente vinculada al turismo, contribuye a la vulnerabilidad económica del país. (Informe del Banco Mundial, 2020). Al no tener acceso a recursos y productos básicos, el bienestar de los niños y su desarrollo pueden verse negativamente afectados.
Abuso infantil
Los casos de abuso infantil en Bahamas han aumentado de forma notable en los últimos años. Según el ministro de Servicios Sociales, Frankie Campbell, entre 2015 y 2018 se denunciaron 2442 casos de abuso infantil: entre ellos, hubo 562 casos de maltrato físico, 600 casos de abuso sexual, 1070 casos de negligencia, 53 casos de abandono, 96 casos de incesto, 30 casos de abuso verbal y 31 casos de abuso emocional (The Nassau Guardian, 2021).
Según el Departamento de Servicios Sociales, en 2020, el número de casos denunciados fueron: 22 casos de maltrato físico, 11 de abuso sexual, 26 de negligencia, mientras que en 2021 hubo 34 casos de maltrato físico, 16 de abuso sexual y 39 de negligencia infantil. En los cuatro primeros meses de 2022, los casos denunciados incluyen un caso de abandono, 32 de maltrato físico, de 14 abuso sexual y 41 de negligencia. Estas cifras demuestran la alarmante realidad del abuso infantil.
La Unidad de Servicios Infantiles y Familiares del Departamento de Servicios Sociales es la principal sección con intervención directa en asuntos de abuso infantil, incluidos los abusos sexuales. Todos los casos son investigados por este departamento una vez que el caso se pone en su conocimiento.
En primer lugar, el asistente social entrevista al niño y, a continuación, al progenitor siempre que no sea su maltratador. Si no hay peligro para el niño, éste permanece en casa y se denuncia el asunto a la policía. En algunos casos, se lleva al niño al hospital. La situación sigue bajo vigilancia hasta que el niño deja de estar en peligro. El objetivo es garantizar que los asuntos relacionados con el abuso infantil se traten adecuadamente para asegurar el bienestar de los niños (OEA Protección, 2022).
Para poder prestar servicios fuera del horario de oficina a los niños que puedan estar en riesgo de abuso, abandono o negligencia, el Departamento de Servicios Sociales estableció la Línea Nacional de Denuncia de Abuso Infantil. Esta medida se tomó para garantizar que los niños se encontrasen en un entorno seguro, estable y propicio, libre de cualquier tipo de violencia (Ewnews, 2022).
Matrimonio infantil
Desde un punto de vista histórico, el matrimonio infantil se utilizó como una herramienta moral y legal a conveniencia de la sociedad. Desde un punto de vista moral y legal, si una joven quedaba embarazada, el hombre podía eludir su responsabilidad penal casándose con ella. Esto legitimó muchos delitos de violación. La pobreza desempeñó un papel clave en el aumento de los matrimonios infantiles. Las familias con varios hijos intentaban reducir el tamaño de ésta casando a sus hijas.
Las mujeres pasaban a estar bajo el control del marido y era responsabilidad de éste alimentarlas y mantenerlas. Para los adinerados de Europa, Asia y África, el matrimonio precoz sellaba pactos y alianzas políticas y económicas (Bahamianology, 2022). La historia del matrimonio infantil tiene sus raíces en factores sociopolíticos y económicos; sin embargo, aún es un problema actual en Bahamas.
Los principales motivos del matrimonio y las uniones infantiles, precoces y forzados (por sus siglas en inglés: CEFMU) están representados por la desigualdad de género y la creencia de que las mujeres y las niñas son de alguna manera inferiores a los hombres y los niños, incluso si hay muy poca información sobre este fenómeno en Bahamas (Girlsnotbrides, 2022).
Vinculado a estos motivos, y en línea con los puntos de vista internacionales, regionales y nacionales, Bahamas se ha comprometido a eliminar el matrimonio infantil, precoz y forzado en 2030, de acuerdo con la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, durante su Examen Nacional Voluntario de 2018 en el Foro Político de Alto Nivel (el mecanismo a través del cual los países informan sobre sus avances en los ODS), el Gobierno no informó sobre los progresos realizados en relación con la meta 5.3.
Al ratificar la CDN en 1991, Bahamas estableció la edad mínima para casarse a los 18 años y, al ratificar Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CETFDCM) en 1993, el estado aceptó garantizar el libre y pleno consentimiento en el matrimonio. Sin embargo, en 2018, el Comité del CETFDCM expresó su preocupación por el hecho de que la Ley de Matrimonio establezca la edad mínima para casarse en 15 años y permita excepciones para que se casen jóvenes de entre 13 y 15 años. El Comité recomendó a Bahamas asegurar la edad mínima para casarse a los 18 años en la ley y en la práctica, sin excepciones (Girlsnotbrides, 2022).
En virtud del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, Bahamas está obligada a reforzar la respuesta para combatir la violencia y la discriminación de género, incluidos el matrimonio precoz, forzado e infantil y las uniones desde una perspectiva que respete la evolución de sus facultades y su autonomía progresiva. Según la Ley del Estatuto Matrimonial de Bahamas de 1976, la edad mínima legal para contraer matrimonio es de 18 años.
Sin embargo, los menores de 18 años pueden contraer matrimonio con el consentimiento paterno, y los que tienen entre 13 y 15 años pueden casarse con una autorización del Tribunal Supremo «previa justificación suficiente» (Girlsnotbrides, 2022). Los países pueden esforzarse más por detener el matrimonio infantil si establecen mejores protecciones legales y eliminan las excepciones respecto a la edad legal para contraer matrimonio (Kavell, 2016).
Escrito por Arianna Braga
Original revisado por Aditi Partha
Traducido por Desirée Riñé Prados
Revisado por Esperanza Escalona
Última actualización 1 de octubre de 2022
Referencias:
Bahamianology (2022). 1946 Child Marriage Still Legal in Bahamas Two Decades After Change in Britain. Retrieved from https://bahamianology.com/1946-child-marriage-still-legal-in-bahamas-two-decades-after-change-in-britain/, accessed on 30 September 2022.
Belton, K. A. (2010). Arendt’s children in the Bahamian context: The children of migrants without status. The International Journal of Bahamian Studies, 16, 35- 50. Retrieved from https://doi.org/10.15362/ijbs.v16i0.127, accessed on 30 September 2022.
Bhabha, J. (2009). Arendt’s children: Do today’s migrant children have a right to have rights? Human Rights Quarterly, 31, 410-451. Retrieved from https://www.corteidh.or.cr/tablas/r22419.pdf, accessed on 30 September 2022.
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[1] Este artículo no pretende de ninguna manera dar un informe completo o representativo de los derechos de los niños en Bahamas. De hecho, uno de los muchos desafíos es la escasa información actualizada sobre los niños en Bahamas, gran parte de la cual es poco fiable, no representativa, está desactualizada o simplemente no existe.
