La educación en Estados Unidos: un acceso desigual

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La sociedad americana presenta grandes desigualdades desde un punto de vista social y económico. Un estudio refleja que el 20% de la población más rica del país controla casi el 80% de la riqueza total. Esta brecha económica se refleja en el acceso desigual a la educación, situación que comienza desde temprano, en la escuela primaria.

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El número de oportunidades depende del estatus social

El sistema escolar de Estados Unidos es uno de los menos igualitarios del mundo industrializado. Las posibilidades de los alumnos varían en función del estatus social de sus familias. Haciendo una comparación con el resto de países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un niño norteamericano, procedente de una familia de ingresos modestos, tiene menos oportunidades de acceder a una educación universitaria de calidad, que un niño que provenga de un entorno igualmente modesto de un país Europa.
Los estudiantes originarios de familias acomodadas disponen de los medios suficientes para acceder a los cursos preparatorios de acceso a la universidad, requisito importante en el proceso de admisión del sistema americano. De esta forma, no es de extrañar que dentro de las 146 mejores universidades de E.E.U.U, tan sólo un 10% de los alumnos, sea de clase media baja.

La financiación de la escuela privada

A pesar de que cada Estado federal financia de forma similar las escuelas privadas, los centros educativos pueden completar esta financiación con fondos propios. De esta forma, las escuelas que se encuentran en las zonas ricas tienen más posibilidades de recibir un financiamiento privado, que aquellas escuelas que están situadas en regiones o vecindarios pobres.
Las escuelas con mayores ingresos pueden contratar a profesores mejor calificados, ofrecer material actualizado e instalaciones mejor equipadas; así como otros beneficios que repercuten directamente en la formación de los estudiantes. Los Estados están tratando de reducir estas brechas en la financiación, pero sigue siendo complicado debido a los aportes privados en las escuelas públicas. Por ejemplo en el próspero barrio de La Canadá Flintridge de Los Ángeles, los ingresos medios de una familia son de 154.947 dólares y por lo tanto, pueden sin ningún problema recaudar fondos privados, mientras que en barrios más pobres como Huntington Park el ingreso medio por familia es de 36.620 dólares.

Los préstamos para estudiantes

El sistema educativo en EEUU está pensado para ver a los estudiantes como meros recursos económicos. Debido al alto costo de la educación universitaria, realizar contratos de préstamos estudiantiles con instituciones privadas es una práctica habitual. De esta forma se ejerce una gran presión sobre los estudiantes, ya que el éxito en sus proyectos y su carrera estudiantil están subordinados al pago de sus deudas.
Es por esto que muchos estudiantes de clase media no son capaces de pagar esta deuda hasta los 40 o 50 años. Entrando en un círculo vicioso, donde es difícil mejorar la condición social de la persona y a su vez esta situación repercutirá en la educación de sus hijos.

La desigualdad se extiende

Un estudio realizado por Larry Bartels, Benjamin Page y Jaso Seawright, refleja que el 1 % de los norteamericanos más ricos cree que existen otros aspectos más importantes a financiar que la educación pública. Sin embargo, es este mismo grupo el que cuenta con los recursos para poder financiar la educación de sus hijos, a diferencia de las familias de clase media. Una reducción en el financiamiento de la educación pública tendría consecuencias catastróficas en las clases sociales menos favorecidas.

La educación es un derecho fundamental y todos los niños deberían tener las mismas oportunidades de acceso a una educación de calidad. Si bien el sistema educativo norteamericano responde a las exigencias mínimas de formación, es fundamental aumentar la conciencia pública sobre esta brecha económica existente y reducir su impacto, de manera que no se perjudique a las generaciones futuras. Para atenuar estar diferencias, es necesario que el país realice modificaciones en su sistema educativo, de manera que se pueda ofrecer mejores oportunidades de acceso, en condiciones de igualdad a todos los estudiantes, que al fin y al cabo son el futuro de la economía.

Escrito por : Ivana Hajzmanova

Traducido por : Clara Belda Sanchiz

Releído por : Maria Elena Ramirez