MGF en el Reino Unido

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A menudo pensamos que la mutilación genital femenina (MGF) solo sucede en países remotos y queen el Reino Unido es algo de lo que no nos tenemos que preocupar; pero, si pensamos eso, estamos equivocados. La mutilación genital femenina es un problema global, cada año afecta a 140 millones de niñas en todo el mundo. Sin embargo, el hecho de que 24.000 menores de 15 años estén en peligro de sufrir las consecuencias de la MGF en el Reino Unido, lo convierte en un verdadero problema.

La OMS y UNICEF definen la mutilación genital femenina como los procedimientos para la resección parcial o total de los genitales externos femeninos que no tienen fines médicos. En la mayoría de los casos se practica a menores de 16 años durante la infancia o adolescencia, o incluso cuando son bebés a menudo por un circuncisor tradicional que no usa ni anestesia ni un equipo médico apropiado. Convencidos por la idea de la pureza femenina, en algunas culturas tradicionales se cree que la MGF forma parte esencial del proceso de convertirse en mujer, aunque, en realidad, no es más que una forma de maltrato infantil por motivos de género que debe cesar.

En el Reino Unido, la MGF está prohibida desde 1985 y conlleva una pena máxima de prisión de 14 años.
A mediados de los ochenta se aprobó una ley similar en Francia que ha encarcelado ya a 100 padres y practicantes de la MGF, mientras que en el Reino Unido no había habido ningún proceso judicial hasta marzo de 2014, cuando se inició el primero de ellos. Además, se sabe que el número de chicas que están en peligro de sufrir la MGF está aumentando, debido al creciente número de emigrantes que llegan al Reino Unidoy que provienen de países donde esta costumbre atroz está muy extendida. A nivel local, dado que el sistema de protección de menores no recoge íntegramente la MGF, las niñas que están en peligro de sufrir esta práctica no reciben la protección adecuada. En la sociedad británica, las víctimas de la MGF son niñas que provienen en su mayoría de Kenia o Somalia y residen en Londres con sus familias, aunque también podemos encontrar otras víctimas de la MGF en ciudades como Cardiff, Manchester, Nottingham o Sheffield.)

El progreso es lento, sin embargo, se han logrado ciertos avances en los primeros meses del 2014. Una campaña cuyo objetivo es poner fin a la MGF en el Reino Unido, basada en la idea de una alumna de un colegio de Bristol llamada Fahma Mohamed y que cuenta con el apoyo del periódico británico The Guardian, ha presentado una petición respaldada por 230.000 firmas al Ministro de Educación británico, Michael Gove, donde se le pide que exija a todos los colegios que informen a sus estudiantes sobre la MGF. Si se explica a los estudiantes en clase qué es la MGF, ayudaría a que aquellas alumnas que estén en peligro de sufrirla tengan claro que es una práctica ilegal en el Reino Unido y también se les informaría sobre dónde pueden dirigirse para pedir ayuda. En los colegios con alumnas que no corran este riesgo, incorporar esta información dentro de un sistema educativo que tiene en cuenta los derechos infantiles, los valores morales y éticos, es importante para que los alumnos aprendan sobre las consecuencias que esta práctica conlleva. Esperemos que estos sean los primeros pasos para combatir la MGF en el Reino Unido.

Traducido por: Amanda Calvo Sánchez
Revisado por : Isabel Rodríguez Pérez