Niños de Montenegro

Niños de Montenegro

Descubriendo los Derechos del Niño en Montenegro

Montenegro está comprometido con la protección de la infancia, como lo demuestra su ratificación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y sus protocolos facultativos. No obstante, pese a que el país está poniendo en marcha programas para luchar contra la discriminación, especialmente hacia los niños discapacitados, las autoridades se enfrentan a la persistencia de estos fenómenos, profundamente anclados en la sociedad.

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Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño : 8,51 /10
Nivel amarillo: Situación satisfactoria

Población : 600.000
Pob. de 0 à 14 años : 20,7 %

Esperanza de vida: 74,8 años
Mortalidad en menores de 5 años: 4‰

Principales problemas que afectan a los niños en Montenegro:

Discriminación

Los niños refugiados, discapacitados y pertenecientes a grupos minoritarios todavía reciben un trato diferente en el acceso a la educación y a la atención sanitaria.

Educación

Aunque Montenegro ha puesto en marcha una estrategia para mejorar la situación de las comunidades gitanas, reconoce que un número significativo de niños pertenecientes a las mismas no está inscrito en el ciclo elemental obligatorio.

Esto se debe, entre otras causas, a la ausencia de cursos impartidos en su lengua materna y a la dificultad que existe para encontrar cursos de montenegrino antes de comenzar la escuela elemental.

Pese a que un programa prevé la contratación de personal de apoyo en las escuelas para los niños gitanos a fin de ayudarlos a integrarse y a superar las dificultades lingüísticas, el sistema educativo se enfrenta a una falta de personal que disponga de la cualificación necesaria para desempeñar dichos puestos.

Además, muchos niños gitanos viven en barrios aislados o en campos de refugiados, por lo que no les resulta fácil asistir a la escuela.

Salud

El incierto estatuto jurídico de las familias gitanas constituye un obstáculo para que puedan acceder al seguro médico.

El acceso a los servicios de salud es, además, limitado y desigual en cuanto se sale de la capital. Los más afectados por este hecho son los niños gitanos, refugiados y discapacitados.

Pobreza

Al Comité de los Derechos del Niño le preocupa que numerosas familias gitanas vivan por debajo del umbral de la pobreza y, por consiguiente, en unas condiciones de vida deplorables, de aislamiento y privaciones.

Derecho a la identidad

El país cuenta con un gran número de personas desplazadas, pero pocos de ellos están registrados y disponen de documentos de identidad. En ausencia de estos documentos, a los padres les resulta difícil dar parte del nacimiento de sus hijos.

En referencia a la estrategia para mejorar la situación del pueblo gitano, el país se comprometió a colaborar en el otorgamiento de documentos de carácter personal. Sin embargo, en 2011, apenas había emprendido iniciativas en este sentido.

Violencia cometida contra los niños

La legalidad del castigo corporal en el país favorece su práctica en el ámbito familiar, escolar, institucional y jurídico. Además, los niños discapacitados son víctimas de esta práctica común muy a menudo.

También constituye un fenómeno preocupante el número no desdeñable de niños que han sufrido abusos o explotación sexual y el hecho de que pocos de estos actos hayan sido denunciados ante la justicia.

Justicia de los menores

Aunque se recomienda poner en marcha una legislación y medidas adaptadas a los menores, en Montenegro las leyes y procedimientos que se aplican a los niños son similares a las de los adultos.

Ahora bien, varios estudios han demostrado que un ordenamiento jurídico específico para los menores contribuye a obtener mejores resultados.

Niños de la calle

El país no está a salvo de la presencia de niños que viven y trabajan en las calles, la mayoría de los cuales son de origen gitano. Estos niños son, por tanto, vulnerables y constituyen una presa fácil para el tráfico y la explotación sexual.

Datos

Según la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, es indispensable que los Estados establezcan mecanismos para recoger y analizar datos con el fin de vigilar y evaluar el impacto de las políticas que adopten a favor de los niños.

Sin embargo, en 2010, dicho Comité constató que Montenegro no había procedido a la recogida de estos datos.