Proyecto de ayuda a la infancia en Palestina

Proyecto de ayuda a la infancia en Palestina

Proyecto: Rehabilitación de un área de juegos para los niños del campo de refugiados de Deheishe

Este proyecto permite que los niños tengan acceso a un área recreativa de juegos segura y equipada de material deportivo para divertirse y liberar el estrés. De tal modo, estos jóvenes y pequeños podrán tener el privilegio de jugar al aire libre, mejorando así su capacidad de concentración en la escuela y también mejorar sus resultados escolares.

Ubicación: Campo de Refugiados de Deheishe, al sur de Belén, Cisjordania, Palestina
Colaborador: Karama Organization for Women and Children Development
Beneficiarios: 200 niños
Asignación: 1’000 EUR
Año: 2013-2014

Descripción del proyecto

La organización palestina Karama propone actividades educativas, creativas y recreativas para los niños del campo de refugiados de Deheishe. Sin embargo, lamentablemente, el área de juegos del centro Karama se encuentra en mal estado.

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Gracias al apoyo de Humanium, el área de juegos podrá renovarse y transformarse en una zona más segura y equipada. Muy pronto, los niños podrán jugar al fútbol, al básquetbol, al voleibol y al baseball, al contar con un arco de gol, una canasta y otras instalaciones que serán establecidas.

Motivos del proyecto: En Palestina, muchos niños son víctimas de traumas y problemas psicológicos y viven en un estado de estrés debido al ambiente que los rodea, bajo la ocupación israelí. Los niños provenientes de campos de refugiados viven en condiciones particularmente difíciles. Los traumas que sufren se traducen a problemas de concentración y de comportamiento, cuestiones que a menudo les impiden obtener buenos resultados en la escuela y su futuro se ve comprometido.

Backyard_november2013 (10)Un estudiante es como un deportista: ¡no puede meter goles ni batir récords sin entrenamiento y sin sentirse bien consigo mismo! Karama está convencido de que el deporte y las actividades recreativas son primordiales para el desarrollo y plenitud de los niños.

Jugar estimula la cooperación y el espíritu de equipo, patear una pelota permite liberar la tensión y el estrés. El deporte permite que se desarrollen y adquieran confianza en sí mismos, y una vez que estén en su salón de clases, los niños se pueden concentrar mejor, están más enfocados en sus estudios y mucho más dispuestos a aprender.

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