Niños de Samoa

Niños de Samoa

Descubriendo los Derechos del Niño en Samoa

Samoa es un país independiente de la Polinesia, localizado en el sur del Océano Pacífico y compuesto por cuatro islas habitadas y otras seis no habitadas. En este país, que continúa siendo profundamente rural, las prácticas culturales basadas en creencias religiosas todavía dominan una gran parte de la sociedad en la que crecen los niños samoanos.

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Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño : 7.98 / 10

Nivel naranja: Problemas evidentes

Población : 195 500
Pob. 0-14 años : 34 %

Esperanza de vida : 73,2 años
Mortalidad – de 5 años : 15 ‰

Principales problemas que afectan a los niños en Samoa:

Pobreza

La economía samoana se ha basado tradicionalmente en la agricultura. La mayoría de la población rural depende de la tierra y del mar tanto para comer como para obtener ingresos.

Gracias a los buenos resultados económicos obtenidos en los últimos años, la renta per cápita anual alcanzó los 5.038 tala en el año 2003, cifra que ha permitido que Samoa deje de pertenecer a la categoría de países “menos desarrollados”, según la clasificación de Naciones Unidas.

Sin embargo, la economía samoana continúa siendo muy vulnerable, al quedar a merced de las catástrofes naturales (en particular, ciclones) y de la ralentización del crecimiento de las economías australiana y neozelandesa, de donde provienen gran cantidad del capital.

Educación

Los samoanos dan gran importancia a la educación de sus hijos, como lo demuestran el nivel de escolarización primaria y secundaria y una tasa de alfabetización del 98%.

De un extremo a otro del país, los niños tienen acceso a la educación hasta los doce años gracias a la existencia de escuelas primarias en todos los pueblos.

En Samoa, la ley establece la obligatoriedad de la educación primaria aunque, hasta la fecha, la aplicación de dicha ley no se controle más que en contadas ocasiones.

En la escuela primaria, la enseñanza se realiza en samoano entre el primer y el tercer año, pasando a ser bilingüe (en samoano e inglés) a partir del cuarto año y hasta el sexto. Durante el séptimo y el octavo año de escolarización, se hace mayor hincapié en el inglés.

El 29 de septiembre de 2009 un potente terremoto submarino provocó un tsunami qué, al golpear el sureste de Samoa, destruyó escuelas tanto primarias como secundarias.

Violencia

En Samoa los niños no están suficientemente protegidos contra los numerosos tipos de violencia de los que pueden ser víctimas, como por ejemplo el abuso y la explotación sexual, el trabajo en la calle o el castigo físico.

Con el objetivo de luchar contra estos castigos, se han establecido programas sociales dirigidos a cualquier persona que tenga niños a su cuidado, ya se trate de familia cercana, parientes lejanos o cualquier otra persona de su entorno, ya que se considera que todos desempeñan algún papel en el cuidado de los menores.

El castigo físico está prohibido en las escuelas y los profesores que incumplan esta norma se arriesgan a perder su trabajo.

Samoa se encuentra actualmente en una etapa de transición, en la que evolucionan progresivamente ideas firmemente arraigadas acerca de los métodos que deben utilizarse para imponer disciplina a los niños, abandonando los castigos físicos en favor de otras medidas disciplinarias.

Sin embargo, todavía es común que los profesores continúen aplicando castigos físicos. Los medios de comunicación informan con frecuencia, acerca de incidentes en los que los niños han sido tan brutalmente golpeados que deben recibir tratamiento médico.

Por último, la legislación sobre la protección de los niños y los derechos y libertades públicas contiene, en muchas ocasiones, importantes lagunas en lo relativo a la protección de los niños que han sido víctimas de malos tratos, a menudo por parte de su propia familia.

El maltrato infantil

Samoa ha abolido el castigo físico en la escuela, sin embargo está prohibición rara vez se aplica. Además las familias consideran está práctica un método educativo más.

Las encuestas han revelado que los centros de salud dependientes del Ministerio de Asuntos Sociales y Trabajo se niegan a tratar a niñas menores de 18 años que hayan sido víctimas de violencia doméstica.

La falta de datos estadísticos sobre el maltrato infantil es preocupante.

Discriminación

Las niñas no reciben el mismo trato que los niños.

Por ejemplo, la edad legal para contraer matrimonio es de 18 años para los hombres y de 16 para las mujeres. Debería igualarse a 18 años para ambos sexos.

Se ha solicitado que a partir de ahora se utilice un vocabulario no sexista en las futuras revisiones que se hagan de las leyes ya que, en la actualidad, predomina una perspectiva masculina en la mayoría de los textos legislativos.

Salud

Situaciones de emergencia como la del tsunami que golpeó Samoa el 29 de septiembre de 2009, ponen en peligro la salud de los niños samoanos, volviéndolos más propensos a enfermedades. Deberían haber puesto en marcha campañas de vacunación masivas.

Todavía se tienen que realizar progresos, como por ejemplo en lo relativo a la anemia infantil. En Samoa el 61% de los niños de entre 6 y 23 meses, el 23,2% de los niños de entre 2 y 4 años, el 10% de los niños de entre 5 y 12 años y el 20,7% de los adolescentes de entre 13 y 19 años son anémicos.

Si embargo, en los últimos años, Samoa ha desarrollado sus servicios de salud pública: hay acceso universal a la asistencia primaria y la calidad de la vivienda, el agua y las infraestructuras sanitarias son satisfactorias, así como también lo son las vacunaciones y la asistencia sanitaria materno-infantil.

Todos los niños menores de seis años tienen acceso gratuito a la atención sanitaria.

El principal objetivo del sector sanitario es garantizar a todos los samoanos un acceso justo a una asistencia de calidad, centrándose sobre todo en la atención primaria.

Junto a la medicina moderna, en Samoa se recurre con mucha frecuencia a la medicina tradicional practicada por taulaseas (farmacéuticos) y fofos (masajistas).

En los pueblos, estos métodos de curación tradicionales juegan un papel importante en la asistencia médica que se práctica a los niños, especialmente a los recién nacidos, a quiénes se da delicados masajes o baños en agua aromatizada con plantas.

Trabajo infantil

En Samoa, el trabajo infantil se subdivide en tres categorías: empleo en sectores estructurados de la economía, empleo en sectores semiestructurados y empleo sumergido.

Debería ampliarse la prohibición del trabajo infantil de menores de 15 años para incluir también a aquellos niños empleados en la economía sumergida, que no se encuentran amparados por la actual legislación laboral.

Cerca de 4.000 jóvenes abandonan la escuela cada año y deben ser incorporados al mercado laboral. Aunque no existen datos actualizados sobre el desempleo, resulta evidente que un número de estos jóvenes son incapaces de encontrar empleo en sectores estructurados de la economía, viéndose obligados a emigrar o trabajar en la economía sumergida de sus pueblos semiagrícolas.

Justicia para menores

En Samoa no existe ni tribunal de menores ni centros de reeducación juvenil. Como esta situación conduce a que a los jóvenes delincuentes se les aplique el sistema de detención adulto, en muchas ocasiones los jueces prefieren dejarlos en libertad bajo vigilancia. Sin embargo, desde el año 2003 las cosas han cambiado y a los niños se les detiene por separado de los adultos.

De conformidad con lo establecido en el Código Penal de 1961, “ningún niño menor de 8 años puede ser condenado por sus propias acciones u omisiones”.

El Artículo 12 establece que “ninguna persona será condenada por las acciones u omisiones que hubiera podido cometer entre las edades de 8 y 14 años, excepto en el supuesto de que el jurado o tribunal encargado del caso en cuestión fuera de la opinión de que el niño tenía conocimiento de que dichas acciones u omisiones eran moralmente condenables”.

Prácticas culturales

En 2001, el 100% de la población declaró tener creencias religiosas y el 99% manifestó ser cristiana. Por tanto, los principios culturales y cristianos juegan un papel muy importante en la educación de los niños.

En Samoa se piensa que los niños son el futuro de su familia, de su comunidad y de su nación. Por ese motivo, se les considera una bendición divina. Como consecuencia, las familias son, por regla general, muy protectoras con sus hijos.

Sin embargo, las esperanzas y expectativas que los padres ponen en sus hijos crecen a medida que estos se hacen mayores, y pueden llegar a ser excesivas y opresivas cuando alcanzan la pubertad.

En caso de ruptura familiar, es común que los tíos, tías, abuelos y otros parientes cuiden a los niños. De esta manera, la “red de seguridad” que ofrece la cultura samoana, se convierte en un importante mecanismo de protección del niño que es especialmente relevante en ausencia de un sistema de seguridad social al estilo occidental.