Niños de Sudáfrica

Descubriendo los Derechos del Niño en Sudáfrica

Sudáfrica ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en junio de 1995. Un año después, el gobierno sudafricano especificó los derechos de los niños en la Declaración de Derechos de la Constitución, sección 28: «todo niño tiene derecho a una nutrición básica, refugio, atención médica y servicios sociales, así como el derecho a ser protegido contra el maltrato, la negligencia, el abuso o la humillación». A pesar de estas promesas, los niños de diferentes orígenes de Sudáfrica nacen en desigualdad de oportunidades; algunos afectados por la pobreza, la mala salud y un difícil acceso a la educación.

Índice de los Derechos del Niño: 7,07/10
Nivel rojo: Situación difícil

Población: 59,3 millones

Población de 0 a 14 años: 28,8%

Esperanza de vida: 64,1 años

Tasa de mortalidad de menores de 5 años: 34,5‰

Sudáfrica a grandes rasgos

La República de Sudáfrica es un país ubicado en Àfrica del Sur y tiene una población de 60 millones de personas. Sudáfrica es un país en desarrollo con la tercera economía más grande de África. Las desigualdades que existen dentro de este país multicultural y multiétnico provienen de la era del apartheid, impuesto en 1948 por el Partido Nacional, que lanzó la segregación racial oficial entre blancos y negros.

Los activistas del antiapartheid lucharon para derogar estas leyes discriminatorias a mediados de la década de 1980 y, en abril de 1994, los sudafricanos tuvieron las primeras elecciones democráticas, en las que votaron por mayoría por el primer presidente negro del país, Nelson Mandela. Durante su mandato, Mandela prestó mucha atención a los niños y presionó para que sus ciudadanos se acercaran a la infancia para apoyar su crecimiento en medio del dolor y del sufrimiento. Pero a pesar de sus metas y objetivos, los derechos de los niños en Sudáfrica siguen desatendidos.

Estado de los derechos del niño[1]

Después del apartheid, el gobierno de Mandela trabajó para brindar un apoyo adecuado a los niños. La sección 28 de la Declaración de Derechos describe el derecho de los niños a una vida segura:

«Todo niño tiene derecho a:

  • Un nombre y una nacionalidad de nacimiento. Cuidado familiar o cuidado parental, o al cuidado alternativo apropiado cuando se saca del entorno familiar.
  • Nutrición básica, refugio, servicios de atención médica básica y servicios sociales.
  • Estar protegido contra el maltrato, la negligencia, el abuso o la humillación.
  • Estar protegido contra las prácticas de explotación laboral.
  • No estar obligado o autorizado a realizar un trabajo o proporcionar servicios que sean inapropiados para una persona de la edad de ese niño o que pongan en riesgo su bienestar, educación, salud física o mental o desarrollo espiritual, moral o social.
  • No ser detenido, excepto como medida de último recurso, en cuyo caso, además de los derechos de los que disfruta un niño según las secciones 12 y 35, el niño puede ser detenido solo por el periodo de tiempo más corto y apropiado, y tiene derecho a estar separado de las personas detenidas mayores de 18 años.
  • Ser tratados de una manera y mantenidos en unas condiciones que tengan en cuenta la edad del niño, así como asignarles, a expensas del estado, un abogado del estado en procesos civiles que afecten al niño, cuando lo contrario constituyera una injusticia notoria .
  • No ser utilizado directamente en conflictos armados, y estar protegido en tiempos de conflicto armado» (Tribunal Constitucional de Sudáfrica, s. f.).

Después de la ratificación de la CDN, Sudáfrica también promulgó la Ley de Condiciones Básicas de Empleo, que prohíbe el trabajo infantil de menores de 15 años (Tribunal Constitucional de Sudáfrica, s. f.). Sudáfrica también es signataria de la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, cuyo artículo 3 reconoce el derecho del niño a una infancia feliz, independientemente de su origen racial, étnico, sexual, religioso, o de nacimiento.

Además, la Ley sobre la Violencia Doméstica de 1998 protege a los niños contra los abusadores domésticos. La Propuesta de Ley de la Infancia de 2005, destinada a reemplazar la Ley de Protección del Niño de 1983, estipulaba el derecho de los niños a la privacidad y la protección, y también propuso nuevos proyectos de financiación para programas de desarrollo de la primera infancia. Al hacer eso, estas leyes tienen como objetivo proporcionar un enfoque holístico de los niños. A pesar de los esfuerzos de Sudáfrica, los derechos de la infancia siguen estando muy desatendidos (Tribunal Constitucional de Sudáfrica, s. f.).

Tratar las necesidades de los niños y las niñas

Derecho a la educación

Después del apartheid, Sudáfrica logró un gran progreso al proporcionar el derecho a la educación. El progreso ha sido prominente en la educación preescolar, primaria y secundaria.

«El número de niños menores de cinco años que asisten a un centro de desarrollo de la primera infancia (DPI) o preescolar ha aumentado a uno de cada tres en lugar de uno de cada diez, desde 2002. La asistencia a la escuela primaria es del 99%, un 3% más que en 2002. La asistencia a la escuela secundaria ha aumentado del 88% en 2002 al 90%, con una paridad de género notable. Los niños con discapacidades están mejor incluidos dentro del sistema escolar y ahora representan el 5 por ciento de la población total de niños que asisten a la escuela.»

– UNICEF Sudáfrica, s. f.

Sin embargo, a pesar de estos cambios, el acceso de los niños a una educación de calidad sigue influenciado por la pobreza y la desigualdad. Sin una mano de obra docente calificada, una educación de calidad y una alta pobreza, el acceso de los niños a la educación les impide formar la base para el «desarrollo futuro y la capacidad de aprendizaje» de la infancia (UNICEF Sudáfrica, s. f.).

Las tasas de abandono escolar también son significativas: más del 25% de los niños abandonan la escuela, la mayoría de zonas pobres. Las niñas están particularmente sobrerrepresentadas en esta estadística, lo que lleva a una brecha de género cada vez mayor en las escuelas. Además, el gobierno ha prometido eliminar los costos de matrícula para el 60% de los niños más pobres, pero algunas familias aún tienen que cubrir los costos de otros gastos relacionados con la escuela (UNICEF Sudáfrica, s. f.).

La desigualdad de género afecta a las chicas jóvenes; esta brecha de género es particularmente fuerte en las carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), donde menos del 30% de las chicas jóvenes se gradúan de instituciones terciarias.

En febrero de 2020, Amnistía Internacional publicó un informe sobre las flagrantes desigualdades en las escuelas sudafricanas, que obstaculizan el acceso de los niños a la educación. Amnistía explica que el acceso a una buena educación depende de la riqueza, el color de la piel y la residencia del niño, lo que perpetúa aún más las decisiones políticas tomadas durante la era del apartheid. La directora ejecutiva de Amnistía Internacional Sudáfrica, Shenilla Mohamed, espera que el gobierno sudafricano cambie su forma de actuar.

«El derecho a una educación de calidad incluye tener una escuela donde el alumnado esté seguro para aprender y tenga la infraestructura y las instalaciones adecuadas para hacerlo, pero nuestra investigación revela que esta no es la realidad para muchos alumnos en el país.»

– Amnistía Internacional, 2020

Muchas escuelas en Sudáfrica tienen una infraestructura y unas instalaciones sanitarias deficientes, lo que representa una serie de «fallas endémicas en el sistema» (Amnistía Internacional, 2020). De hecho, en 2013, el gobierno implementó las Normas y Estándares Mínimos para garantizar que las escuelas tuvieran unas instalaciones sanitarias buenas y seguras para 2016, pero estos objetivos no se han cumplido. Por ejemplo, no todos los niños de las escuelas sudafricanas tienen acceso a inodoros y letrinas que funcionen y sean seguros.

Las instalaciones básicas también están mal mantenidas, a menudo fabricadas con materiales peligrosos como el amianto, que pueden tener consecuencias perjudiciales para el desarrollo de los niños. Las aulas están abarrotadas y los materiales educativos a menudo son objeto de vandalismo. Como resultado de estas condiciones, los niños y las niñas no están aprendiendo correctamente: más de 3/4 de los niños sudafricanos carecen de comprensión lectora a la edad de nueve años, una estadística que es peor en ciertas provincias, como Limpopo (91%) y el Cabo Oriental (85%). De cada 100 alumnos, solo 14 tienen el nivel necesario para asistir a la educación universitaria (Amnistía Internacional, 2020).

El acceso a la escuela también es un problema. Aunque el Departamento de Transporte promete ofrecer transporte a la escuela para quienes viven a más de 3 kilómetros de distancia, algunos niños continúan caminando esa distancia para obtener su educación. Esta distancia es peor para los niños que viven en grupos de bajos ingresos. Mohamed se preocupa por el impacto futuro en el crecimiento de los niños, tanto para ellos como para el país.

«El fracaso reiterado del gobierno para abordar los problemas no es solo una cuestión de responsabilidad; tiene consecuencias para las oportunidades de vida de miles de jóvenes y el futuro de este país.»

– Amnistía Internacional, 2020

Derecho a la salud

Después del apartheid, Sudáfrica realizó cambios significativos en el sector sanitario y brindó ayuda a poblaciones a las que anteriormente se les había negado el acceso a los cuidados. Hoy en día, el acceso sigue siendo precario y «miles de niños mueren por enfermedades tratables y evitables» (UNICEF Sudáfrica, s. f.). La mortalidad de recién nacidos es alta: UNICEF informa que «solo en 2018, aproximadamente 43.000 niños menores de cinco años murieron en Sudáfrica, y de ellos, 12.717 eran recién nacidos» (UNICEF Sudáfrica, s. f.).

Las condiciones que conducen a estas muertes (prematuridad, complicaciones del nacimiento e infecciones neonatales) son todas prevenibles y tratables. La malnutrición y la obesidad también influyen en la mortalidad infantil.

«La escasez de alimentos, la alimentación poco frecuente y la falta de una dieta variada son impedimentos graves para lograr niveles saludables de nutrición infantil.»

– UNICEF Sudáfrica, s. f.

Los niños también habitan viviendas inadecuadas y, a menudo, están menos urbanizados que los adultos, lo cual es un problema particularmente importante, ya que la vida rural no ofrece las mismas oportunidades que la vida urbana (UNICEF Sudáfrica, s. f.). Cerca de 2 millones de niños (o el 9% de los niños de Sudáfrica) residen en viviendas informales: temblores en los patios traseros, habitaciones construidas con materiales no duraderos.

Para los adolescentes, las infecciones por VIH/SIDA han sido particularmente perjudiciales. Más de un tercio de las nuevas infecciones en Sudáfrica «ocurren entre los 15 y 24 años. De este grupo, la incidencia del VIH fue tres veces mayor entre las adolescentes y las mujeres jóvenes que entre los varones» (UNICEF Sudáfrica, s. f.). Desafortunadamente, menos de 2/3 de los niños reciben tratamiento con terapia antirretroviral. Las tasas de infecciones por VIH en Sudáfrica apuntan al mayor problema de SIDA en África.

Derecho al agua

Katharine Hall, investigadora principal del Instituto Infantil de la Universidad de Ciudad del Cabo, también señala que los niños tienen un acceso reducido al agua. En 2018, cerca de 6 millones de niños (más del 30% de los niños sudafricanos) carecían de agua potable. También faltan unas buenas instalaciones sanitarias.

«Durante 2018, el 79% de los niños sudafricanos tuvieron acceso a inodoros adecuados, pero sorprendentemente 4,2 millones de niños todavía usan letrinas sin ventilación, cubos u otras instalaciones sanitarias inadecuadas.»

– Jones, 2020

Estas condiciones han empeorado con la pandemia de COVID-19, un momento en el que el acceso a agua, jabón e instalaciones sanitarias adecuados se volvió vital. Las medidas de seguridad, como el distanciamiento social, no eran del todo posibles en hogares superpoblados (Jones, 2020).

Derecho a la nutrición

La nutrición es un problema importante en Sudáfrica, donde más de la mitad de los niños menores de cinco años padecen retraso en el crecimiento. En general, casi 3 de cada 10 niños sufren retraso en el crecimiento, una condición que afecta su crecimiento y desarrollo «debido al daño físico y cognitivo irreversible causado por las privaciones nutricionales persistentes.» (UNICEF Sudáfrica, s. f.).

La buena nutrición es fundamental para el bienestar de un niño; la malnutrición puede conducir a la morbilidad y mortalidad infantil y fomenta el círculo vicioso de la pobreza. En comparación con otros países africanos, Sudáfrica tiene la tasa más alta de retraso en el crecimiento.

Derecho a la identidad

La sección 28 (1) (a) de la Constitución de Sudáfrica establece que los niños tienen derecho a un nombre y a una identidad. La Ley de Registro de Nacimientos y Defunciones se ocupa del registro de los nacimientos de niños (UNICEF Sudáfrica, s. f.). Para los niños migrantes indocumentados, esto es más complejo: la Ley de la Infancia 38 de 2005 establece que aunque estén indocumentados, los niños migrantes pueden ser procesados, su identidad puede no estar registrada con actas de nacimiento sudafricanas, lo que significa que cuando cumplen 18 años, pueden convertirse en adultos indocumentados y, como resultado, ser deportados.

Factores de riesgo → Desafíos específicos de cada país

Trabajo infantil

El gobierno de Sudáfrica ha ratificado todos los convenios internacionales clave sobre trabajo infantil. Además, en 2019 Sudáfrica puso en marcha el Marco de Políticas Nacionales de Prevención y Lucha contra la trata de personas. A pesar de estos esfuerzos, la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales explica que «existen brechas que dificultan la coordinación efectiva de los esfuerzos para abordar el trabajo infantil, incluida la eficacia en el cumplimiento de los mandatos» (Oficina de Asuntos Laborales Internacionales, s. f.).

Como resultado, los niños en Sudáfrica se ven involucrados en algunas de las peores formas de trabajo infantil, como la explotación sexual comercial y la mendicidad forzada. Sudáfrica es también un importante país de destino para la trata infantil; se trata con niños de áreas rurales pobres que se llevan a ciudades como Ciudad del Cabo, Durban y Johannesburgo. La alta pobreza en el país a menudo hace que los niños refugiados, huérfanos y con discapacidades sean vulnerables a las peores formas de trabajo infantil.

Más del 40% de los niños en Sudáfrica en general son pobres y con bajos ingresos, y dos tercios de los niños en áreas rurales son pobres y tienen bajos ingresos. Más del 50% de los niños de Sudáfrica viven por debajo del umbral de pobreza (UNICEF Sudáfrica, s. f.).

Violencia

Los niños sufren el pasado violento de Sudáfrica, derivado también de la alta pobreza y el desempleo. Los niños y las niñas necesitan más protección a medida que el abuso y la negligencia se normalizan más en la vida social. UNICEF señala cuatro problemas importantes.

En primer lugar, los niños se quedan sin padres debido al VIH y, en segundo lugar, Sudáfrica es un destino importante para las personas refugiadas, pero sus hijos e hijas a menudo se enfrentan a la discriminación. Además, la violencia de género es una emergencia continua, ya que las niñas sufren numerosas formas de violencia sexual, a menudo por parte de personas de su círculo. Finalmente, con el giro digital, los niños también sufren ciberacoso (UNICEF Sudáfrica, s. f.). En general, los niños y las niñas tienen una gran necesidad de protección contra la violencia en Sudáfrica.

Matrimonio infantil

El matrimonio infantil es ilegal en Sudáfrica, ya que viola las especificaciones de la Declaración de Derechos de la Constitución, la Ley del Niño de 2005 y la Ley de Reconocimiento de Matrimonios Consuetudinarios 120 de 1998, en vigor desde 2000 (Mtshali, 2014). No obstante, el lenguaje utilizado en este último documento no protege específicamente a las niñas, que no pueden dar su consentimiento si sus padres están de acuerdo en su nombre. Como tal, el matrimonio infantil forzado en Sudáfrica se practica bajo el pretexto del matrimonio consuetudinario, principalmente por los zulúes y los bapedi (Mtshali, 2014).

Estas prácticas se consideran culturalmente aceptables, pero son muy peligrosas para el desarrollo mental y físico de las niñas, ya que las privan de su derecho humano fundamental a una infancia segura, saludable y protegida. África subsahariana y meridional tienen altas tasas de matrimonio infantil; solo en Sudáfrica, el 6% de las niñas se casan antes de los 18 años (Grobler, 2019).

James Elder, Jefe de Comunicación de UNICEF de África oriental y meridional, advierte que la cifra puede ser mayor, ya que muchos casos de matrimonio infantil no se declaran. La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, lo describe mejor: «el matrimonio roba la infancia» (Grobler, 2019). El matrimonio infantil priva a los niños de su infancia, felicidad y oportunidades (Grobler, 2019).

Discriminación contra la infancia LGBTQ

Sudáfrica es el único país en África donde el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal y fue el quinto país del mundo en prohibir la discriminación basada en la orientación sexual. Además, la Declaración de Derechos prohíbe la discriminación por motivos de orientación sexual, «prometiendo la plena ciudadanía a una generación de jóvenes LGBTI posterior al apartheid» (Smaak y Varia, 2015). Además, Sudáfrica tiene una estación de radio gay, Gay SA Radio, que ayuda a romper los estereotipos y da voz a quienes luchan por aceptarse a sí mismos. Es una forma de dar visibilidad a la juventud LGBTIQ (Hird, 2021). No obstante, los niños y niñas LGBTIQ están expuestos a una homofobia continua en todas partes de la sociedad, y los gobiernos no han abordado esta discriminación.

Escrito por Leah Benque

Traducido por Cristina Morillo Berral

Revisado por Inés Mª Campillo Pazos

Última actualización el 4 de agosto de 2021

Referencias:

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Hird, Alison (May 2021), “Being LGBTIQ in South Africa and Senegal: one continent, worlds apart,” retrieved from RFI, accessed on 1 August 2021.

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Mosikatsana, Tshepo L. (1998), “Children’s Rights and Family Autonomy in the South African Context: A Comment on Children’s Rights Under the Final Constitution,” retrieved from Michigan Journal of Race and Law, Volume 3, accessed on 1 August 2021.

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Western Cape Government (2019) “Children, know your rights and responsibilities,” retrieved from Western Cape Government, accessed on 1 August 2021.


[1] Este artículo de ninguna manera pretende dar una descripción completa o representativa de los derechos del niño en Sudáfrica; de hecho, uno de los muchos desafíos es la escasa información actualizada sobre los niños de Sudáfrica, gran parte de la cual no es confiable, no es representativa, está desactualizada o simplemente no existe.