En cuanto entré a formar parte del equipo de Humanium, me di cuenta de que el trabajo estaría a la altura de mis expectativas. No me equivoqué.
He tenido la oportunidad de ocuparme de actividades de lo más variadas y apasionantes, desde la gestión de voluntarios a la de proyectos, pasando por tareas de apoyo al desarrollo de la organización.
Además, el trabajo a distancia me ha permitido ser autónoma a la hora de organizar mi tiempo. ¡Una libertad que he valorado y que me ha ayudado a olvidar que los imprevistos de la vida cotidiana eran sinónimo de estrés!
A esto hay que añadir el placer de trabajar mano a mano con un equipo formidable. El buen humor y la motivación traspasaban las pantallas de los ordenadores y la distancia física nunca ha afectado nuestra complicidad y espíritu de equipo.
Con todos estos ingredientes se obtiene la receta perfecta para una experiencia enriquecedora y que, decididamente, vale la pena.
Escrito por: Marlène Joris Traducido por: Paula Nebot Revisado por : Adriana Campos Guerra |