Niños Talibés

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Talibé boy begging in Dakar ©Ann Birch/World Vision
Talibé boy begging in Dakar ©Ann Birch/World Vision

¿Quiénes son?

En su mayor parte son originarios de Mauritania, Níger, Gambia, Senegal, Malí y Guinea. Se trata de niños, sobre todo chicos, que, desde su más tierna infancia, son confiados por sus padres a un maestro coránico. Comúnmente, a ese maestro se le conoce como “morabito”.

El morabito les enseña el Islam en la escuela coránica que dirige. Si los niños viven lejos de la escuela, esta pasa a ser el hogar de los jóvenes estudiantes.

La gratuidad tiene un precio

Existen varios tipos de escuelas coránicas. Según un estudio de Unicef, en las madāris se enseña un Islam moderno y las asignaturas son las mismas que en las escuelas públicas, mientras que en las daraas el estudio del Corán se realiza a través de una disciplina estricta y el Islam tradicional. Si bien en las primeras hay que pagar una matrícula, en las daraas la enseñanza es gratuita. Sin embargo, la gratuidad tiene un precio: los niños tienen que prestar diversos servicios a su maestro coránico y, en ocasiones, pedir limosna para proporcionarle un poco de dinero. Esta práctica a menudo se asemeja al trabajo forzado.

Ser estudiante del Islam es elección de los padres

Hay múltiples razones por las que un niño se convierte en estudiante del Islam. Según Unicef, en algunos casos la pobreza obliga a las familias a confiar su hijo a un morabito y así tener una boca menos que alimentar; en otros, los padres actúan movidos por sus convicciones religiosas.

La proximidad o lejanía de las escuelas también desempeña un papel determinante: en algunos pueblos no hay colegios públicos. Los padres tienen entonces que elegir entre enviar a su hijo a una escuela pública en otra ciudad, muchas veces lejana, o matricularlos en la escuela coránica del pueblo. Además, si el morabito tiene buena reputación, puede prometer a sus discípulos un futuro mucho más brillante que el que conseguirían estudiando en un colegio público.

Sin embargo, según diversas organizaciones no gubernamentales, en algunas ocasiones la conducta de los morabitos podría atentar contra los derechos de los niños, pues estos sufrirían múltiples violaciones de sus derechos, que abarcarían desde el trabajo forzado hasta unas condiciones de vida precarias en ciertas escuelas coránicas.

Sources