Niños de Camboya
Descubriendo los derechos del niño en Camboya
Aunque en la actualidad su economía constituye una de las más dinámicas de Asia, Camboya aún está lejos de proteger lo suficiente los derechos de los niños. En efecto, la situación de éstos es grave, cruel y trágica. Por lo que, este país debe volcarse en realizar esfuerzos para que los niños puedan gozar de mejores condiciones de vida.
Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño : 7,20 / 10 Nivel rojo: Situación difícil Población: 15,2 millones Esperanza de vida : 71,9 años |
Principales problemas que afectan a los niños en Camboya:
Pobreza
Aproximadamente un tercio de la población camboyana vive por debajo del umbral de la pobreza. El país apenas se repone de una violenta guerra que la destrozó al final del siglo veinte. En Camboya existe un gran contraste entre las áreas urbanas y rurales. Estas últimas son las más afectadas por la pobreza. La mayoría de los niños de las regiones pobres están expuestos a la malnutrición y a condiciones de vida muy marginales.
Derecho a la salud
La situación es grave y la salud de los niños mediocre en Camboya.
El SIDA está ampliamente propagado. Un tercio de nuevas infecciones se transmiten de la madre al niño. Además, un gran número de ellos quedan huérfanos después de la muerte de sus padres por SIDA.
Las instalaciones hospitalarias son insuficientes y sobre todo están en muy mal estado. A menudo, no disponen de servicio de pediatría. Con lo que los niños se enfrentan a todas las infecciones y enfermedades presentes en el hospital.
La salud de los niños también se ve afectada por las consecuencias de los conflictos que golpean a Camboya. Por ejemplo, la mitad de las víctimas de las minas antipersonal son niños.
Más de tres cuartos de los nacimientos se dan en la casa de la madre, lo que explica, en parte, el alto índice de mortalidad infantil en el país.
Derecho al agua
La falta de acceso al agua potable es un problema muy grave en Camboya. En particular, las zonas rurales son las más afectadas. En estas regiones, aproximadamente, sólo el 16% de la población dispone de agua potable, mientras que alrededor del 80% de los camboyanos viven en el campo. Numerosos niños mueren así de enfermedades diarreicas. La higiene es también una problemática: las familias y aún las escuelas no están equipadas con baños.
Derecho a la educación
Más del 10% de los niños camboyanos no van a la escuela en la actualidad. El acceso a la educación para las niñas es aún más restringido: sólo el 20% de ellas van a una escuela secundaria. Aunque el índice de escolarización mejoró en los últimos años, las condiciones de escolaridad son deplorables. El material y la higiene en las escuelas son ampliamente insuficientes. Además, los niños combinan trabajo y escuela. Así pues, no pueden estudiar en buenas condiciones.
Trabajo infantil
El trabajo es una realidad diaria para aproximadamente 45% de los niños de 5 a 14 años en Camboya. Se estima que más de 300 000 niños son obligados a trabajar para cubrir las necesidades de su familia. Tareas extremamente peligrosas esperan a los niños de las familias más pobres. Algunos de ellos trabajan de forma abusiva en las salinas, fábricas o para las industrias de construcción en pleno auge. Otros, a menudo, se enfrentan al comercio sexual o de la droga.
Tráfico de niños y explotación sexual
Muchos niños camboyanos en la búsqueda de empleo son, a menudo, víctimas de explotaciones y agresiones sexuales. Una gran parte de este tráfico se lleva a cabo en la frontera con Tailandia. Así, muchos son vendidos para formar parte de la red tailandesa de prostitución. Los jóvenes camboyanos que huyen de la pobreza de su país se encuentran en el seno del comercio sexual donde se enfrentan a maltratos, agresiones, embarazos no deseados y condiciones de vida muy miserables.
También, se practica “la esclavitud por deuda”: la joven es vendida al propietario de una casa cerrada. Sus ingresos se confiscan y sirven para reembolsar la deuda de la familia y remunerar a su empleador.
La legislación camboyana reprime estos tratos de niños y explotación sexual. Desafortunadamente, los policías no son dignos de confianza. Ellos mismos son frecuentemente autores de acoso, abuso y violencia con aquellos y aquellas que arrestan. Así, las escasas violaciones y agresiones que se denuncian se pierden en un sistema judicial totalmente corrupto.
Matrimonio infantil
El 23% de las jóvenes camboyanas interrogadas confiesan haberse casado antes de los 18 años.
Cuando una niña es violada y el agresor es conocido, la familia de la víctima, avergonzada de la impureza de su hija, propone matrimonio al violador. Entonces, la joven debe sobrellevar las consecuencias deplorables de la violación y las de un matrimonio a una corta edad. Además, tiene que aceptar compartir su vida con su violador. Tal situación es dramática y las consecuencias psicológicas que engendra son generalmente irremediables.
Derecho a la identidad
Más de 30% de los nacimientos no son declarados oficialmente en Camboya.
El registro del nacimiento y la atribución de la nacionalidad al niño le otorga su capacidad jurídica. Para los niños cuya identidad no se registra, significa que no se reconocerán oficialmente como miembros de la sociedad. No podrán hacer valer sus derechos. Entonces, serán invisibles a los ojos de la sociedad.