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Al gobierno brasileño y al Congreso brasileño,
Nosotros, los ciudadanos del mundo que abajo firmamos, exigimos que el gobierno de Brasil tome medidas inmediatas para evitar una mayor destrucción de la selva amazónica. Estamos horrorizados por el fuerte aumento de la deforestación y subrayamos que la amenaza inminente de nuevos incendios forestales podría causar una devastación humana y ambiental sin precedentes en la selva amazónica. Nosotros enfatizamos el «punto de inflexión irreversible» que se acerca la selva tropical y urgimos el cumplimiento de los derechos de los niños y los pueblos indígenas en Brasil que se ven afectados de manera desproporcionada por la pérdida de bosques. El futuro de nuestro planeta depende de la prosperidad de la selva amazónica y sus habitantes.
ACTÚA AHORA para salvar la selva amazónica
Los incendios forestales en la selva amazónica de este año amenazan con causar una destrucción ambiental sin precedentes y violar los derechos del niño.
La deforestación en la selva amazónica está en su punto más alto. Se informa que los pueblos indígenas amazónicos corren riesgo de etnocidio y genocidio debido a la destrucción de sus hogares y la violación de sus derechos con impunidad.
Los pulmones del mundo están siendo destruidos. Hay una emergencia climática global y se deben tomar medidas para proteger la selva amazónica, pero el gobierno brasileño no lo está haciendo.
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Carta completa de la petición
Al gobierno brasileño y al Congreso brasileño,
Nosotros, los ciudadanos del mundo que abajo firmamos, exigimos que el gobierno de Brasil tome medidas inmediatas para evitar una mayor destrucción de la selva amazónica.
Estamos horrorizados por el fuerte aumento de la deforestación y subrayamos que la amenaza inminente de nuevos incendios forestales podría causar una devastación humana y ambiental sin precedentes en la selva amazónica. Nosotros enfatizamos el «punto de inflexión irreversible» que se acerca la selva tropical y urgimos el cumplimiento de los derechos de los niños y los pueblos indígenas en Brasil que se ven afectados de manera desproporcionada por la pérdida de bosques. El futuro de nuestro planeta depende de la prosperidad de la selva amazónica y sus habitantes.
Nos preocupa seriamente que, desde el inicio de la administración de Bolsonaro, la destrucción de la selva amazónica se haya intensificado significativamente y continúe alcanzando altos niveles de récord. Las actividades ilegales en curso como la tala, la minería y los incendios forestales se cometen con impunidad y contribuyen a la violación masiva de los derechos humanos vinculados a la destrucción de la selva amazónica, que ha sido etiquetada como una «emergencia de seguridad pública». A pesar de la prohibición de los incendios y el despliegue de tropas, la destrucción de los bosques continúa empeorando y se necesita una acción estatal mucho más efectiva. Los incendios en la selva tropical causan daños considerables a la salud de los niños, amenazan a quienes padecen COVID-19 y deben evitarse que ocurran. Obligamos a Brasil a cumplir urgentemente con sus obligaciones para los niños de la región amazónica y sus alrededores, cuyos derechos están amenazados por la deforestación de la selva tropical. Estos incluyen el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, el derecho a un nivel de vida adecuado, los derechos de las minorías infantiles, incluidos los grupos indígenas, a practicar su cultura, el derecho a la no discriminación, la obligación de respetar el mejor interés para el niño y el derecho al más alto nivel posible de salud. En lo que respecta a los incendios forestales, este último derecho consagrado en la Convención sobre los Derechos del Niño obliga explícitamente a los estados a considerar los peligros y riesgos de la contaminación ambiental.
Además, las amenazas de genocidio y etnocidio planteadas a ciertos Pueblos Indígenas de la Amazonía que puede producir la devastación de la selva bajo la administración del presidente Bolsonaro, son motivos de grave alarma. Existe una necesidad especialmente urgente de proteger a los pueblos indígenas no contactados y a los defensores de los derechos humanos y ambientales de la selva tropical, incluidos los niños. Nos solidarizamos con todos los pueblos indígenas de la Amazonía y les pedimos que garanticen urgentemente el respeto forzado de sus territorios y que defiendan la proposición de “no contacto”. Nos unimos a Greta Thunberg para condenar el manejo de su gobierno de la pandemia de COVID-19 como «fallido» y consideramos además la protección de los defensores de los derechos ambientales de los niños y los activistas ambientales de los niños en Brasil y en todo el mundo es de suma importancia para la reducción de la situación mundial de Emergencia climática.
Nosotros desaprobamos el estancamiento continuo y los recortes en los fondos para la preservación de la selva tropical y la desregulación ambiental en curso en Brasil. Insistimos en que se cumplan urgentemente las responsabilidades del Programa Nacional de Protección a Defensores de Derechos Humanos, la Fundación Nacional Indígena (FUNAI) y el Ministerio de Justicia para asegurar la protección de los defensores de derechos humanos y ambientales.
Pedimos que el gobierno brasileño tome medidas inmediatas para:
- Preservar la selva amazónica evitando que se produzca una mayor deforestación, con especial atención a los incendios.
- Garantizar la protección urgente de los defensores de los derechos humanos y ambientales, incluidos los niños.
- Defender los derechos de los pueblos indígenas y hacer cumplir la protección de los territorios indígenas demarcados en Brasil.
- Firmar la Declaración sobre Infancia, Juventud y Acción Climática.
Su acción decisiva estará vinculada a la supervivencia de las generaciones futuras en este momento histórico para el clima de nuestro planeta y una falla en actuar de manera efectiva probablemente afectaría a innumerables vidas. Subrayamos la responsabilidad infalible y exigible que usted posee tanto como gobierno como como individuos. Les recordamos además que peticiones como ésta y otras expresiones de descontento y demandas de acción de la sociedad civil son llamados a la rendición de cuentas de su parte, ya que es intrínseco al núcleo de la naturaleza democrática de su gobierno y las posiciones que se le otorgan.
Suyo sinceramente,