Niños de Líbano

Niños de Líbano

Descubriendo los Derechos del Niño en Líbano

El Líbano se encuentra en continua reconstrucción desde los conflictos que se originaron a finales del siglo XX. El bienestar de los niños se ha visto debilitado por las circunstancias geopolíticas, no obstante, mejora lentamente. Aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar una situación ideal, con plena protección de los derechos infantiles.

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Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño : 8,07 / 10
Nivel naranja: Problemas evidentes

Población: 4,1 millones
Pob. de 0-14 años: 22,1%

Esperanza de vida: 80 años
Mortalidad – de 5 años: 7 ‰

Principales problemas que afectan a los niños en Líbano:

Pobreza

Casi el 30% de la población libanesa no tiene el mínimo necesario para vivir. En este país existen desigualdades sociales importantes, la mayoría a causa de conflictos recientes. Por ejemplo, un 5% de la población controla el 95% de la riqueza.

Desgraciadamente, este nivel de pobreza provoca que a los niños se les nieguen sus derechos, impidiéndoles ir al colegio u obligándoles a trabajar antes de la edad legal.

Derecho a la educación

Aproximadamente, un 10% de los niños libaneses no va al colegio. Para el resto, la calidad de la educación y las instalaciones deja mucho que desear a pesar de los esfuerzos recientes. Por ello existe una brecha entre educación y empleo: muchos jóvenes que terminan sus estudios están desempleados y no tienen acceso a carreras técnicas.

El conflicto armado de finales del siglo XX ocasionó la destrucción de varias escuelas y tuvo gran repercusión en la calidad de la enseñanza en el Líbano. El país aún no se ha reconstruido y el sistema educativo libanés sigue afectado a consecuencia de la guerra.

Trabajo infantil

La situación en el Líbano no es la más grave de la región, pero cerca del 7% de los niños aún se ve obligado a trabajar para ayudar a sus familias. Muchos niños y jóvenes trabajan en la agricultura, la metalurgia o las fábricas. Las condiciones de trabajo son inhumanas y los niños trabajan hasta la extenuación por un salario mísero. El Líbano ha firmado el Convenio de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre el trabajo infantil, pero no cuenta con los métodos necesarios para hacer valer y ejecutar las cláusulas.

Derecho al agua

Durante la guerra muchos pueblos no tenían acceso al agua potable. Muchas ONG han suministrado los recursos necesarios para restablecer el acceso al agua, pero los niños de las aldeas más remotas aún no tienen garantizado el acceso a agua para beber.

Además, el agua potable suministrada por la obra pública es insuficiente. De ahí que los libaneses se vean obligados a recurrir a proveedores privados. Estas circunstancias no son favorables para los niños, quienes deben alcanzar acuerdos si quieren tener acceso al agua: bien trabajar para ayudar a pagar a los proveedores, o recortar gastos en otras áreas (comida, ocio, etc.)

Niños: víctimas del conflicto

Los libaneses demostraron su descontento hacia el anterior gobierno (y ahora hacen lo mismo con el nuevo régimen) llevando la violencia a las calles. Los niños se ven especialmente afectados por estos conflictos, varias escuelas se han visto obligadas a cerrar y hay muy poca protección de los derechos infantiles.

Muchas familias se han separado a causa de los conflictos. Algunos niños se ven solos, sin noticias de sus padres.

El Líbano es también víctima de ataques terroristas. Desafortunadamente, estos ataques suelen tener como objetivo lugares públicos y afectan a niños inocentes.

Niños refugiados

La situación geográfica del Líbano atrae a familias de refugiados iraquíes, sirios y palestinos al país. Sin embargo, dado que el Líbano no ha ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre el estatuto de los refugiados, los derechos de los niños en esta situación no están protegidos. La mayoría vive en condiciones de extrema pobreza.

Los libaneses suelen emplear a los niños refugiados para trabajar en condiciones miserables por sumas ridículamente bajas de dinero. Además estos niños pueden sufrir problemas psicológicos por los conflictos de los que han sido testigos en sus países de origen; y el Líbano no tiene los recursos necesarios para tratar sus traumas.

En los campos de refugiados, los niños sucumben ante los peligros por la falta de protección de sus derechos. Incluso cuando tienen acceso a la escuela, muchos no asisten. La violencia doméstica es muy común y los niños recurren a las drogas en busca de consuelo.

Además, el acceso a la asistencia sanitaria es mínimo en estos campos. Existen muchas ONG que ayudan a los profesionales sanitarios libaneses, pero no es suficiente. Los niños enfermos reciben poca o ninguna atención y la falta de higiene es atroz.

Discriminación de las niñas

Algunas leyes libanesas aún discriminan a las mujeres y, tanto mujeres como niñas tienen un estatus diferente que el de sus homólogos masculinos.

El Líbano está trabajando para instaurar medidas de protección para las mujeres y garantizar algunos derechos a las niñas, pero dado que ninguna ley ha funcionado aún en la práctica, la discriminación continúa.

Las reglas de nacionalidad ilustran perfectamente esta división: legalmente, solo el padre puede pasar la nacionalidad a sus hijos. La madre no puede pasar la nacionalidad libanesa a sus hijos.

Esta discriminación se extiende al derecho de expresión. Su opinión se da en silencio y apenas cuenta para nada.

En cuanto al matrimonio: los matrimonios prematuros y concertados son muy comunes. Entre 2000 y 2009, más del 10% de las jóvenes libanesas aseguraba haber contraído matrimonio antes de los 18. Generalmente no pueden opinar respecto a la elección de sus maridos.