Niños de Rusia
Descubriendo los Derechos del Niño en Rusia
Los resultados de la evaluación de la situación del niño en Rusia muestran una doble vertiente: por un lado, algunos de los derechos del niño están claramente implantados; por otro, aún queda mucho trabajo para que derechos como el de libertad de expresión, el de protección o el derecho a no ser discriminado sean una realidad.
Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño : 7,84 / 10 Nivel naranja: Problemas evidentes Población: 142,5 millones Esperanza de vida : 68años |
Principales problemas que afectan a los niños en Rusia:
SIDA
El VIH y el SIDA están muy extendidos en Rusia. A veces se detectan demasiado tarde, ya que los niños que viven en la calle y los desplazados tienen muchas dificultades para obtener atención sanitaria y aún siguen siendo los más propensos a contraer la infección. Además, en materia de prevención, las mujeres seropositivas carecen de información sobre los riesgos y en particular, sobre la ayuda y servicios de los que disponen para el bienestar de sus hijos.
El niño con discapacidad
Estos niños no reciben un trato igualitario. Rusia aún necesita avanzar en esta materia y proponer más medidas de adaptación, así como más infraestructuras y personal para atender las necesidades de los niños con discapacidad. La percepción general de los rusos sobre la discapacidad también necesita cambiar para que estos niños sean considerados como parte integrante de la sociedad y evitar así su exclusión.
Un ejemplo de ello son las dificultades que encuentran estos niños para acceder a la educación, que además es de peor calidad comparada con la del resto de niños rusos. No obstante, Rusia ha realizado esfuerzos recientemente para mejorar la integración de los niños con dificultades en los centros educativos mediante la instalación de algunas estructuras accesibles. A pesar de todo, los avances en esta materia deben continuar para que la situación de estos niños sea comparable a las de otros países europeos.
El niño maltratado
Según los datos obtenidos en encuestas recientes, la violencia en el núcleo familiar es muy común. Las mujeres y los niños son las principales víctimas de esta clase de violencia. Rusia necesita esforzarse para procurar ayuda a las víctimas. De hecho, existen muy pocas infraestructuras de ayuda para las mujeres y niños que sufren maltrato.
Derecho a la protección
Todo niño debería ser protegido, tanto por la familia como por el Estado. En Rusia, aún existen muchos niños que carecen de protección. Como consecuencia, los orfanatos e internados están llenos (se contabilizaron más de 150 000 niños en 2009), ya que existen muy pocas instituciones que se encarguen de estos niños y que trabajen en su proceso de adopción. Para estos niños, que han sido abandonados o que no tienen familia, existen muy pocas alternativas. A veces terminan por convertirse en niños de la calle expuestos a la pobreza, la enfermedad y la violencia. Esta realidad provoca que algunos no puedan crecer en un ambiente familiar estable y adecuado a sus necesidades, tal como establece la Convención sobre los Derechos del Niño.
Derecho a no ser discriminado
La homosexualidad está aún lejos de ser parte de la vida cotidiana rusa. Los homosexuales, adolescentes incluidos, son víctimas constantes de la homofobia. A veces, son atacados, violados y acosados tanto por los ciudadanos como por las autoridades públicas. De hecho, en ocasiones la policía rusa utiliza la fuerza para disolver manifestaciones de personas que defienden su derecho a la homosexualidad. Los adolescentes homosexuales no disfrutan del derecho a vivir su orientación sexual libremente. El odio que el resto de la población les profesa es muy alarmante.
El niño refugiado
Tras un violento conflicto desatado en Chechenia en 1992, algunas familias se vieron forzadas a abandonar sus hogares y buscar refugio en otros lugares de Rusia, principalmente en la República de Ingusetia, donde el número de refugiados sobrepasó los 60 000. Actualmente, estas familias han sido expulsadas de sus casas y se encuentran en la calle. Los niños no se salvan de esta situación y sus derechos han quedado en el olvido. Viven en condiciones deplorables, a las que el gobierno no ha dado solución. Rusia ignora a estos niños sin casa y sin acceso a la atención sanitaria ni a la educación.
Las familias que no han sido desahuciadas tampoco viven en condiciones dignas. A veces viven en casas prefabricadas, claramente inadaptadas a las necesidades de los niños, que crecen en un ambiente que nada tiene que ver con el descrito en la Convención sobre los Derechos del Niño.
Libertad de expresión
En Rusia, la corrupción es una realidad. Las ONG, por ejemplo, están sometidas a procesos legislativos muy restringentes en cuanto a su establecimiento y a las garantías que deben dar al gobierno. Por tanto, no gozan de total libertad y deben respetar cierta «corrección política» para no estar en el punto de mira de las autoridades. De ahí que la situación real de los niños no pueda describirse tal y como es y, al permanecer parcialmente oculta, es muy complicado mejorar sus condiciones de vida.
Aunque la legislación rusa garantiza la libertad de expresión, en la práctica ésta se encuentra muy limitada: los medios de comunicación están muy controlados, los que se oponen a esta realidad o son defensores de los derechos humanos con frecuencia son amenazados en ciertas regiones y el gobierno es bien conocido por su relativamente estricta política de censura. Estas restricciones impiden que los niños rusos ejerzan su derecho a la información y a expresarse libremente, violando el artículo 13 de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Medio ambiente
Con una elevada tasa de 10,9 toneladas de emisiones de Co2 por persona al año, el negativo impacto ambiental de Rusia también repercute nocivamente en la vida de los niños rusos y en su futuro, pues viola su derecho a vivir y a crecer en un ambiente saludable.