Niños de Suiza

Niños de Suiza

Descubriendo los Derechos del Niño en Suiza

Lejos de su imagen de paraíso fiscal que fabrica chocolate, Suiza también tiene un lado oculto: aún hay que avanzar en el campo de los derechos del niño, sobre todo en lo que respecta al abuso, a la recepción de niños refugiados, a la discriminación, a la pobreza.

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Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño :
9,26/10
Nivel verde: Situación buena.

Población : 7,64 millones
Pob. de 0 à 14 años : 15,6 %

Esperanza de vida: 82.6 años
Mortalidad en menores de 5 años: 3 ‰

Principales problemas que afectan a los niños en Suiza:

Abuso

La Convención sobre los Derechos del Niño condena todo tipo de violencia ejercida contra los niños: en Suiza, desde 1978, ha quedado vedado el derecho de los padres a castigar físicamente a su hijo. Sin embargo, el castigo corporal no está expresamente prohibido por la ley suiza. Hasta la fecha, no se dispone de estadísticas exactas sobre la frecuencia de este tipo de violencia, pero los expertos estiman que entre un 10% y un 20% de los niños suizos han sufrido abuso de una u otra forma a lo largo de su infancia.

El Comité sobre los Derechos del Niño ha mostrado su preocupación por esta situación y ha alentado a Suiza a emprender campañas para sensibilizar sobre los efectos negativos de la violencia contra los niños.

Discriminación

En 2008, un programa de investigación nacional reveló que los niños suizos se crían en condiciones de desigualdad. Hay un conjunto de niños que no goza por completo de los derechos garantizados en la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Los métodos de aprendizaje y las condiciones laborales de los padres, así como los orígenes sociales y culturales generan discrepancias significativas en la escolarización y el éxito de los niños.

Asimismo, las divergencias entre los sistemas de los distintos cantones suizos conllevan un tratamiento diferencial de los niños. Por ejemplo, en los cantones donde los niños se dividen antes por niveles en la educación secundaria, los niños con dificultades de aprendizaje y los hijos de inmigrantes tienen menos probabilidades de obtener resultados fructíferos. Se ha demostrado que estos niños tienen cuatro veces más probabilidades de ser colocados en una clase especial y no continuar sus estudios.

Suicidio

La posición de Suiza es delicada pues se halla entre los países con una mayor tasa de suicidio. De hecho, el suicidio es la principal causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 y 24 años. Las estadísticas muestran que, en Suiza, uno de cada veinte jóvenes ha intentado quitarse la vida: cada tres días se suicida un adolescente. La principal causa de esto es un acceso relativamente sencillo a diversos medios letales, en concreto, las armas de fuego.

Suiza es uno de los pocos países de Europa Occidental que no posee un programa nacional para la prevención de suicidios. Recientemente, se presentó ante el Parlamento una moción para analizar y comprender mejor este fenómeno a nivel federal.

Pobreza

Suiza tiene la reputación de ser un país rico. Aun así, cerca de un 9% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Según la Oficina Federal de Estadística de Suiza, un 4,4% de los menores entre 0 y 17 años reciben asistencia social, lo cual representa el grupo de edad más afectado por la pobreza. En torno al 45% de las personas dependientes de la asistencia social son niños. En Suiza, las familias más afectadas por la pobreza son las numerosas o las administradas por un único progenitor.

Además, se detectan diferencias importantes entre los cantones en lo que respecta al apoyo financiero que se ofrece a las familias en situación precaria, lo cual da lugar a una desigualdad inaceptable en la asistencia que reciben los niños afectados.

Niños refugiados e indocumentados

La política de extranjería es especialmente estricta en Suiza. Se estima que en torno a 10.000 niños indocumentados viven en este país. Un estudio realizado en 2010 por la organización Terre des Hommes reveló que, a causa de la complejidad del proceso de solicitud de asilo, un número alarmante de menores no acompañados desaparecen cada año, en ocasiones, antes incluso de que comenzase el proceso de asilo. Encargados de defenderse a sí mismos, estos jóvenes corren el riesgo de verse involucrados en tráfico de drogas o delincuencia, o de convertirse en víctimas de explotación sexual.

En algunos casos, se mantiene a los jóvenes refugiados en detención administrativa, a menudo durante varios meses, antes de ser deportados a sus países de origen. Esta línea de conducta es contraria a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, que establece que un niño solo debe ser detenido como medida de último recurso.

Asimismo, para aquellos adolescentes que obtienen el asilo temporal las posibilidades de adquirir formación profesional son muy escasas, pues no siempre se les conceden permisos de trabajo. Los niños indocumentados pueden asistir al colegio sin llamar la atención de las autoridades, pero cerca del 10% no disfrutan de una escolarización adecuada. Por lo general, las personas indocumentadas evitan ir al médico, por miedo a ser denunciadas, por lo que, sus hijos habitualmente no tienen acceso a los servicios básicos de asistencia sanitaria. Es más, la mayoría de ellos vive bajo el umbral de la pobreza.

En consecuencia, las previsiones de futuro para los niños refugiados en Suiza son especialmente inquietantes.

El derecho a la participación

A pesar de los esfuerzos emprendidos por Suiza, la aplicación del Artículo 12 de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, “por el que se garantiza que los niños tienen derecho a participar en los procesos de toma de decisiones que les afectan”, sigue siendo insatisfactoria, sobre todo en lo referente al sistema judicial. En los procedimientos de divorcio, por ejemplo, los niños tienen derecho a que un juez les escuche. Sin embargo, en la realidad sólo se escucha la opinión de una minoría. La representación de los niños se solicita rara vez y los tribunales no son conscientes de la importancia que tiene la participación de éstos.

El Tribunal Supremo Federal tiende a restarle importancia al derecho de participación de los niños, considera que el sistema judicial tan sólo debería escuchar a aquéllos mayores de 12 años en los asuntos que les conciernen, que un menor no tiene que ser escuchado en procesos relacionados con la legislación en materia de extranjería o ni siquiera en aquéllos referentes a su escolarización, pues la representación paterna es suficiente. De este modo, muchos niños nunca tienen la oportunidad de expresar su opinión, sobre todo aquéllos que están en situación de riesgo, como los jóvenes con discapacidad, por ejemplo.

Medio ambiente

El promedio de la huella ecológica en Suiza es de 5 hectáreas globales. Esto implica que si todo el mundo consumiera tanto como los suizos, ¡necesitaríamos 3 planetas! La contaminación y el consumo excesivo tienen un gran impacto en el futuro de los niños. Por tanto, los suizos deberían realizar más esfuerzos para reducir estas consecuencias ecológicas negativas.