Niños de Tuvalu

Los niños de Tuvalu

Descubriendo los derechos del niño en Tuvalu

Tuvalu, Estado y archipiélago de la Polinesia, resulta idílico para muchas personas. Sin embargo, esa imagen paradisíaca no se corresponde con el verdadero peligro que constituye el cambio climático. A pesar de una mejora patente de la situación de los derechos del niño en el archipiélago, ésta aún no es perfecta. El progreso en materia de educación básica y asistencia sanitaria aún deja mucho que desear y es preciso hacer frente a grandes retos en cuestión de desarrollo.

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Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño: 7.94 / 10

Nivel naranja : Problemas evidentes

Población : 10.700
Pob. 0-14 años : 29,8 %

Esperanza de vida : 68a años
Mortalidad – de 5 años : 23 ‰

Principales problemas que afectan a los niños en Tuvalu:

Cambio climático

Tras la Conferencia celebrada en Copenhague en 2009, Tuvalu pasó a ser el símbolo internacional de las consecuencias del cambio climático.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los niños en Tuvalu en la actualidad está directamente relacionado con el calentamiento global y el aumento del nivel del mar, pues sufren en primera persona sus consecuencias. Son los “niños del cambio climático”: la primera generación que se ha visto obligada a enfrentarse a la posibilidad real de perder su país a causa del aumento del nivel del mar, lo cual haría de estos niños futuros refugiados climáticos.

Día a día, estos niños están viendo cómo desaparecen sus playas. Las olas arrancan de raíz palmeras enteras en las islas y el arrecife de coral se va deteriorando cada vez más. Según algunos expertos, para el año 2050 las islas de Tuvalu habrán desaparecido.

La La realidad que viven los niños de Tuvalu hoy en día resulta inquietante: el agua potable cada vez es más escasa y es necesario importarla. Para satisfacer sus necesidades, los habitantes de Tuvalu dependen completamente del almacenamiento de agua de lluvia

En el ámbito agrícola, el cultivo de vegetales tradicionales (pulaka y taro) es cada vez más complicado puesto que las tierras presentan una concentración de sal cada vez mayor

El nivel del mar continúa ascendiendo .

Asimismo, son más frecuentes los casos de enfermedades transmitidas a través del agua, así como de epidemias, debido a las inundaciones originadas por mareas altas o ciclones.

La biodiversidad está amenazada, sobre todo los arrecifes de coral y la fauna y flora marinas. Es preciso proteger estos ecosistemas frágiles para evitar la extinción de las especies.

Además, el aumento de las temperaturas de las aguas oceánicas puede conllevar una reducción considerable de moluscos y peces. Si se tiene en cuenta que los isleños consumen de media 500 gramos de pescado por persona y por día, una disminución de dicho recurso tendría consecuencias desastrosas no solo en las fuentes de alimentación sino también en el desarrollo de los niños.

El cambio climático, que ha pasado a ser algo habitual en las vidas de los niños de Tuvalu, pone en peligro los propios pilares que sustentan la vida humana. Amenaza la salud y el entorno natural de los isleños, pues perjudica su acceso al agua, a los alimentos y a las tierras.

Educación

El Estado de Tuvalu dirige la educación hacia el desarrollo. Se han realizado importantes avances a favor de los niños desde 2002, principalmente en lo que concierne a la mejora de la calidad de la enseñanza.

En 1991 comenzaron las reformas en educación, con algunas intrépidas iniciativas: la duración de la enseñanza primaria pasó de seis a ocho años; tras ésta, los niños continuarían con la educación secundaria obligatoria, de dos años de duración, sin necesidad de aprobar un examen de acceso.

La enseñanza secundaria superior es accesible para aquellos que tienen tanto la capacidad como la voluntad de proseguir sus estudios. El plan de estudios se reorganizó completamente a fin de garantizar que se mantuviesen los valores culturales y la lengua de Tuvalu, y de dar con un equilibrio entre las disciplinas académicas y técnicas.

Tuvalu se divide en 9 islas y atolones. Es fácil imaginarse las dificultades que plantea la geografía de una isla en materia de disponibilidad de profesores, edificios y materiales.

A pesar de esto, en Tuvalu la educación es obligatoria para todos los niños de entre 6 y 16 años. La educación primaria es gratuita. Hay doce escuelas primarias, nueve públicas gratuitas y tres religiosas que requieren el pago de una pequeña suma como matrícula.

Sin embargo, hay determinados problemas que prevalecen.

Los estándares y el índice de alfabetismo en las escuelas primarias varían significativamente de un colegio a otro. Estas divergencias están ligadas al hecho de que los profesores no siempre están lo suficientemente cualificados, a la falta de recursos y a la falta de motivación tanto de estudiantes como de docentes. El 83% de los profesores de primaria y secundaria reciben su formación en centros regionales ubicados en Fiji, Samoa y Tonga.

La escuela primaria de la capital se ve desbordada: cuenta con 630 alumnos para tan sólo 19 profesores.

Además, Tuvalu sólo tiene dos escuelas secundarias en las islas de Funafati y Vaitupu, lo que significa que todos los niños que viven en otras partes del país deben dejar sus hogares y vivir en residencias.

Salud

Según un informe publicado por el PNUD en 2011, la esperanza de vida en Tuvalu era de 67,2 años y la tasa de mortalidad infantil de los menores de 5 años era de 35 por cada 1000 nacimientos en ese año.

Algunos problemas de salud continúan siendo una prioridad debido a la magnitud de su impacto en la sociedad, especialmente en los niños. El aumento de los casos de diabetes infantil y el incremento de los efectos negativos del VIH y del sida en las familias son dos ejemplos.

Pobreza

A pesar de que el índice de pobreza absoluta es muy bajo en la isla, existen grandes desigualdades en todo el territorio en materia de los ingresos familiares. Los niños que provienen de familias pobres son los primeros en sufrir discriminación, casos de abandono escolar y problemas de salud.

En Tuvalu, la mejora del bienestar de los niños no constituye el problema de una sola persona, sino que concierne a toda la sociedad en su conjunto. Uno de los numerosos retos a los que debe enfrentarse Tuvalu es la mejora de la coordinación entre los diversos ministerios y departamentos implicados en las cuestiones que afectan a los niños.