Niños de Uzbekistán
Descubriendo los Derechos del Niño en Uzbekistán
Uzbekistán, el país con la mayor población de Asia Central, ha dado prioridad a los derechos de los niños desde su independencia. El reconocimiento de los derechos de los niños ha ido mejorando, aunque no del todo satisfactoriamente, desde un punto de vista global. Algunos problemas importantes, tales como el trabajo infantil, todavía existen y requieren medidas de prevención inmediatas.
Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño : 7,57 / 10 Nivel naranja: Problemas evidentes Población: 28,6 millones Esperanza de vida : 68,2 años |
Principales problemas que afectan a los niños en Uzbekistán:
Pobreza
En Uzbekistán, más de la cuarta parte de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Los residentes urbanos son los más afectados por la pobreza, provocando un éxodo masivo hacia el campo. En algunas zonas urbanas, la pobreza afecta a casi uno de cada dos individuos. Como resultado de ello, las condiciones de vida de los niños son deplorables y en ese entorno sus derechos no pueden ser plenamente respetados.
Derecho a la salud
La tasa de mortalidad infantil se registró en un 36%o (36/1000), y es evidente que la tasa es francamente alta. Por otra parte, la atención pre y post natal no está suficientemente provista para aquellos que la necesitan. Las madres jóvenes obtienen muy poco apoyo y no reciben los conocimientos adecuados para atender las necesidades de salud de sus bebés.
Sin embargo, la reciente campaña de vacunación contra la polio es un buen ejemplo que indica que Uzbekistán se esta esforzando para prevenir ciertas enfermedades.
Niños refugiados
La ubicación geográfica de Uzbekistán es tal que muchos extranjeros, especialmente los habitantes de Kirguistán, en busca de un lugar más seguro, tienden a hacer de Uzbekistán su refugio. La mayoría de estos refugiados son mujeres y niños, que llegan al país de acogida, en un estado de pobreza total e incluso a veces sin equipaje.
Aunque hoy en día muchos de ellos han podido regresar a sus países de origen, algunas familias todavía permanecen en los campamentos de refugiados y dependen de la ayuda humanitaria.
A pesar de la importante presencia de numerosas ONGs, estos campamentos no ofrecen las condiciones de vida ideales para los niños. Hay poca sombra y el ambiente es muy caliente. Así, muchos de los recién nacidos son víctimas del calor abrasador que es la principal causa de fiebre, deshidratación y diarrea. Se les da agua potable, pero por desgracia, se distribuye en cantidades limitadas y sólo se utiliza para beber. Usan el agua del grifo para cumplir con sus otras necesidades, lo que provoca graves problemas sanitarios y de higiene.
En estos campos, la ayuda humanitaria por sí sola no puede satisfacer todas las necesidades de las familias de refugiados. Como resultado, su higiene, salud y seguridad no son debidamente aseguradas.
Trabajo infantil
Uzbekistán ha ratificado los convenios sobre la prohibición del trabajo infantil, sin embargo, su práctica está lejos de ser abolida. De hecho, esta práctica está totalmente arraigada en las tradiciones de Uzbekistán, en la medida en que el trabajo infantil está integrado en el sistema escolar. Durante la temporada de cosecha, el Gobierno recibe a los niños de las escuelas para trabajar en los campos de algodón. Si se niegan, corren el riesgo de ser expulsados de la escuela. Niños uzbekos trabajan en condiciones insatisfactorias y experimentan el hambre, la fatiga y los ambientes sucios. Estos niños son retribuidos con una cantidad escasa de dinero o no reciben pago alguno . Como resultado, su educación se interrumpe en interés del comercio del algodón y su salud se deteriora debido a las terribles condiciones en las que trabajan. Uzbekistán debe tomar las medidas necesarias contra este grave problema que priva a sus niños de una parte considerable de su juventud.
Libertad de expresión
La corrupción es una realidad que aumenta día a día en Uzbekistán. El acoso, la tortura, la intimidación y el encarcelamiento esperan a aquellos que hablan demasiado. Como resultado, la situación real de los niños en Uzbekistán no puede ser identificada y debido a este hecho el mejorar sus vidas se ha convertido en una tarea aún más difícil. Aunque la ley uzbeka asegura la libertad de expresión, en la práctica ésta es limitada. Los medios de comunicación están muy controlados, los opositores del Gobierno o los activistas de los Derechos Humanos son a menudo amenazados, y el Gobierno es conocido por su política de censura estricta. Estas restricciones privan a los niños de su derecho a la información y a la libre expresión, lo que es una completa violación de artículo 13 de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Libertad de religión
El gobierno uzbeko monitorea constantemente ciertas comunidades religiosas y limita su libertad de religión a pesar de que la Constitución de Uzbekistán asegura la libertad de religión para todos los uzbekos. Por lo que sólo siendo un miembro de una comunidad religiosa que no esté reconocida oficialmente podría tener graves consecuencias . Algunos están en prisión por pertenecer a estas comunidades y el gobierno no duda en calificar a estas personas como extremistas justificando así su condena.
Los niños también pueden ser identificados como víctimas de la intolerancia religiosa. Pueden ser víctimas de racismo o víctimas de tratos degradantes, pero lo que es evidente que el derecho del niño a elegir su religión o su derecho a comentar su elección en gran parte ha quedado obsoleto.
Derecho a la protección
Cada niño tiene derecho a ser protegido tanto en su familia como en el marco nacional. Aun este derecho no está plenamente garantizado en Uzbekistán. Lamentablemente los niños son víctimas de ataques, como lo son muchos civiles. La respuesta de las autoridades de Uzbekistán a estos actos de terrorismo es contrario a la protección del niño. De hecho, debido a varias «operaciones anti terroristas», muchos uzbekos son ilegalmente arrestados y encarcelados.
Incluso algunos adolescentes padecen este destino, ya que son «sospechosos» de ayudar a las organizaciones opositoras, o simplemente porque han estado en el extranjero o porque sus padres han estado en tales situaciones. Su detención es ilegal y las situaciones por las que atraviesan son realmente espantosas, sin juicios, ni garantías legales. Para empeorar las cosas, los casos de
Matrimonios infantiles
Se estima que el 7% de las mujeres están casadas antes de los 18 años. Estos matrimonios son a menudo arreglados por las familias y en tal matrimonio la situación financiera de la familia del novio es más importante que el bienestar de la niña y su voluntad de casarse. Los matrimonios infantiles son una violación de los derechos del niño y en particular, una violación de los derechos de las niñas que no tienen la oportunidad de disfrutar su infancia ni tienen la madurez suficiente para aceptar y comprender tal compromiso.