Desmovilización de los niños en Myanmar

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Myanmar, también conocido por el nombre de Birmania, es un país que conoce profundas modificaciones.

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Contexto político :

En el año 2007, la población birmana, apoyada por monjes budistas, se manifestó pacíficamente en contra el gobierno militar.

En 2011, un poder civil sucedió oficialmente a la junta militar que gobernaba el país desde hacía ya casi cincuenta años, aunque en realidad, la jerarquía militar sigue muy presente.

Las fuerzas armadas birmanas :

El ejército birmano es también llamado Tatmadaw. Compuesto por unos 492 000 soldados y más de 72 000 paramilitares, es el segundo ejército del Sudeste Asiático después del ejército  vietnamita.

Sin embargo, el ejército ha sufrido olas de deserciones desde 2007, consecutivas a la revolución de Azafrán contra el gobierno militar, en el que se dio orden de disparar contra los monjes budistas (un 89% de la población practica esta religión).

En teoría, los miembros de este ejército son voluntarios; en la práctica, es diferente. Pues a menudo se raptan o compran niños para alistarlos en el ejército.

Desmovilización de los niños soldados del Myanmar :

Tras esta constatación denunciada por Human Right Watch, así como por algunos periódicos [1], y frente a la presión internacional, Myanmar concluyó en 2012 un acuerdo con la ONU para desmovilizar a los niños del ejército birmano. Este acuerdo consiste en un plan de acción en el que el gobierno de Myanmar se compromete a contar la totalidad de los niños presentes en su ejército y desmovilizarlos cuanto antes.

El 8 de julio de 2013, la UNICEF acogió con satisfacción la liberación de 42 niños soldados y pidió que se acelerara la desmovilización de todos los niños que siguen alistados en el ejército de Myanmar.

El Emisario de la UNICEF en Myanmar declaró que “gracias a la desmovilización de hoy y la abstención de reclutar a niños nuevos, el gobierno de Myanmar y sus fuerzas armadas siguen mostrando su voluntad de poner fin a esta triste práctica”.

La liberación de estos niños es un primer paso hacia una desmovilización más amplia. Sin embargo, la situación sigue siendo alarmante y Myanmar parece poco propenso a colaborar activamente, negando repetidas veces la presencia del personal de la ONU, presente para controlar las bases militares birmanas en virtud del acuerdo firmado entre la ONU y Birmania en 2012.

[1] BECKER, J., In Myanmar the Underground Trade in Boy Soldiers Continues, The Nation [en ligne], julio 2013.
BELL, T., Burmese army ‘abducts thousands of children, The Telegraph [en ligne], octubre 2007.