Antecedentes de su obra
Tras el conflicto y la confusión de 4 años provocados por la Primera Guerra Mundial, se creó una nueva conciencia sobre la necesidad de cooperación internacional con respecto a la protección de la niñez. Las naciones que habían sido enemigas se unieron con éste propósito, por lo que se convirtió en un proyecto global y consensuado desde el principio. Eglantyne Jebb, iniciadora y pionera, lo describió en estos términos: “ No solo es en interés de todos que los niños se beneficien de la ayuda internacional, sino que también sirve como un modo para que, personas que se han visto enfrentadas, emprendan una acción colectiva que los una y les permita reanudar el trabajo conjunto.
Retrato de una militante en la lucha a favor de la niñez
En ese momento, Eglantyne Jebb se destacó por su activismo a favor de los derechos de los niños. Después de obtener una titulatura en Oxford y trabajar por un breve tiempo como maestra de escuela primaria, se implicó en el trabajo social como parte de la Organización de Caridad de Cambridge. Su red de amigos y familiares, influyó en las esferas internacionales y con su ayuda se involucró en la fundación de la Unión Internacional Salven los Niños y del Comité Internacional Salven los Niños bajo el patrocinio de la Cruz Roja. Sus iniciativas a favor de la niñez incrementaron en gran medida el conocimiento de las organizaciones internacionales.
La Culminación de la Cruzada de su Vida: La Declaración de Ginebra
En 1923, la Unión Internacional Save the Children publicó la Declaración de los Derechos del Niño. La Declaración recibió una significativa atención en los medios y esto derivó a que la Liga de Naciones la adoptara como la “Declaración de Ginebra”. Su texto se ha redactado con la finalidad de evitar prejuicios y preconceptos con vistas a reunir el mayor número posible de naciones. Este fue el primer documento en otorgar reconocimiento universal de derechos específicos de los niños. Un comité de Protección de la Infancia se constituyó para traducir estos principios en acciones. Fueron las ONGs los instrumentos fundamentales para que los objetivos de la Declaración se convirtieran en acciones. Gracias a la organización moderna establecida por Eglantyne Jebb, se posicionó el conocimiento sobre los derechos infantiles a una escala internacional. Sus esfuerzos y el trabajo de su organización Save the Children Fund, se constituyeron en la vanguardia de los ideales de cooperación internacional, los que alcanzaron difusión y promoción. Actualmente, sus efectos alcanzan a más de 125 millones de niños en todo el mundo.
