La línea Helpline de Humanium – Asesoramiento y ayuda por y para las personas

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“A menudo la auténtica ayuda no es el asesoramiento jurídico ni el contacto con una ONG local o un abogado. Lo que realmente ayuda es la sensación de que te escuchan y te comprenden. El no estar solo incluso cuando tienes grandes problemas”, explica Anja Finke, que desde principios de 2018 atiende la línea de ayuda Helpline de Humanium como voluntaria. Anja nació en Wiesbaden y estudió Derecho en Ginebra. En la actualidad vive en Bellegarde-sur-Valserine, Francia. Hemos hablado con ella sobre su trabajo, sobre las personas que buscan ayuda y sobre aquellos que se la ofrecen.

La línea Helpline de Humanium es un elemento central de la misión global de Humanium para defender los derechos de los niños. En nuestra página web se puede encontrar un formulario de contacto (https://www.humanium.org/es/helpline) en el que se pueden denunciar infracciones de los derechos de los niños. Este formulario está disponible en inglés, francés, alemán y español.

Los trabajadores de la Helpline, juristas y estudiantes de derecho en prácticas, ofrecen asesoramiento por escrito. Dan información, facilitan contactos y ayudan a aquellos que buscan consejo con un fin común: defender los derechos de los niños a nivel mundial.

 

Anja, ¿cómo ayudáis exactamente a los que recurren a la Helpline?

La Helpline ofrece asesoramiento jurídico gratuito por escrito a personas de todo el mundo. No representamos a nadie ante los tribunales ni llevamos ningún caso. Nuestra tarea es, ante todo, ofrecer soluciones. Podemos proporcionar contactos de nuestra red internacional; por ejemplo, ONG regionales o abogados locales voluntarios. También podemos indicar cuáles son las autoridades correspondientes. Muchas veces esto solo ya sirve de ayuda para obtener una visión general de las estructuras y de la situación jurídica. Con nuestro apoyo, quienes buscan ayuda pueden defenderse a sí mismos y defender los intereses de los niños.

 

¿Qué tipo de solicitudes recibís y de dónde proceden?

Las solicitudes provienen ciertamente de todo el mundo. A veces se trata de adultos que escriben acerca de niños, a menudo familiares o vecinos. Pero en muchos casos son los afectados mismos los que se comunican con nosotros. Hay casos de abusos de menores, disputas sobre la custodia y secuestros en el extranjero. En algunas ocasiones nos escriben inmigrantes que tienen preguntas sobre la reagrupación familiar o la nacionalidad. En el último mes también se han dirigido a nosotros para impedir un matrimonio forzado en Uganda. Y nos ha contactado un padre de Ruanda cuyo bebé tiene que ir a la cárcel junto con su madre. Algunas madres nos escriben porque el padre de su hijo ha desaparecido o no les paga la pensión alimenticia. También nos llegan preguntas sobre adopciones o acerca de los derechos que tiene una familia frente a un desahucio. Como ves, son problemas de todo tipo.

 

¿Se podría pensar que las infracciones de los derechos de los niños solo ocurren en países lejanos y no aquí, en Europa?

Así se piensa, sí, pero no es cierto. Hace poco nos escribió una chica joven víctima del acoso en internet. Se había grabado con una cámara web para un chat y le hicieron chantaje. Este tipo de cosas ocurren a menudo aquí en Europa; en este caso, en Francia. La chica se dirigió a nosotros después de que una línea de ayuda telefónica a la que había llamado antes le hiciera sentirse culpable por lo sucedido.

En un caso como este, la actitud es fundamental. Por un lado, pudimos ayudar de manera concreta porque le indicamos diferentes lugares a los que acudir en busca de ayuda. Pero lo decisivo fue, en mi opinión, que se encontró con personas que la escucharon de manera imparcial y que entendieron su situación.

 

¿Se agradece mucho que le tomen a uno en serio?

Sí, así es. Ese es el caso de muchos de nuestros “clientes”. Con nuestra dedicación y con los medios que para nosotros son cotidianos, con un poco de investigación y nuestro conocimiento, podemos ayudar a mucha gente. Y es que lo que nosotros damos por hecho, es un obstáculo enorme para muchas, muchísimas personas, ya se trate de una falta de recursos financieros, movilidad, acceso a internet, barreras lingüísticas, entendimiento jurídico, lo que sea.

En muchos casos yo solo necesito unos pocos minutos de investigación para poder nombrar los organismos a los que se han de dirigir los refugiados. O para ayudar a niños en edad escolar que quieren saber más sobre los derechos de los niños. Eso también pasa a menudo.

 

Eso de ayudar a niños en edad escolar suena bonito y sencillo. Pero entre las otras situaciones que me has mencionado había un par de cuestiones bastante peliagudas. ¿Cómo consigues que no te afecten a nivel emocional los temas más difíciles?

Esa es una buena pregunta. Por supuesto, te afectan. Pero yo no solo tengo que escuchar pasivamente, también puedo ayudar de forma activa. Y todos los temas de los que nos ocupamos con Humanium me muestran todo lo que queda por hacer hasta que los derechos de los niños sean respetados en todo el mundo. Cada situación sirve de estímulo para continuar.

Lo más difícil es cuando la situación jurídica está clara, pero aun así preveo que la información no le va a ayudar a la persona que lo necesita porque el acceso a la justicia es insuficiente en su país. Así que puedo asesorarle y explicarle la situación jurídica, pero prácticamente sé que eso no le va a ayudar en nada. Es triste.

En cualquier caso, todavía no ha pasado nunca que no pueda ayudar en absoluto. Por lo menos podemos facilitar contactos de ONG locales que ofrecen espacios seguros, por ejemplo, para chicas que se van a encontrar ante un matrimonio forzado.

 

¿O sea que no se trata ante todo de soluciones jurídicas, sino más bien pragmáticas?

En primer lugar queremos ayudar a las personas, a los niños. Si lo conseguimos, la cuestión jurídica es secundaria. Por ejemplo, en litigios sobre la custodia o en secuestros, a menudo referimos a los afectados a organismos cualificados para la mediación familiar, de manera que, antes que nada, se intente encontrar una solución por las buenas.

 

Por lo que oigo, os consideráis intermediarios.

Somos el primer punto de contacto y la guía para encontrar una buena solución. En ninguna ocasión nos ocupamos de un caso de principio a fin, esa no es nuestra tarea. Llegado el caso, recurrimos a nuestra asociación con la AADH.

La “Alianza de Abogados por los Derechos Humanos” coordina asistencia jurídica neutral, gratuita y confidencial para Humanium cuando hay que tramitar peticiones de ayuda relacionadas con vulneraciones de los derechos de los niños. La AADH cuenta con una red de más de 2,600 abogados voluntarios.

 

¿Es siempre decisivo el hecho de que la ayuda sea voluntaria?

Sí, porque nuestra asesoría jurídica está dirigida a personas pobres que no pueden permitirse un abogado. Por eso el formulario de contacto de la Helpline es tan amplio. Sabemos que para muchos de los que buscan ayuda resulta abrumador y puede suponer un obstáculo, pero necesitamos información acerca de los ingresos y de los abogados que ya están interviniendo, sobre todo cuando pasamos un caso a manos de la AADH.

Sin embargo, primero intentamos aclarar el caso a nivel interno. Afortunadamente, Humanium tiene unas estructuras muy familiares y uno de los dos fundadores, Arndt Soret, es abogado y colabora con la Helpline.

Pero, como he dicho, a menudo no hace falta ningún abogado, sino alguien comprensivo y que escuche.

 

Desde luego, tu trabajo en la Helpline no es ninguna situación habitual. ¿Qué te impulsa a ayudar a Humanium?

Conozco la situación de los derechos de los niños a nivel mundial e intento verlo de una manera positiva. Si puedo ayudar aunque sea en uno de cada 50 casos, o incluso uno de cada 100, eso ya es una victoria. Sé que solo podemos mejorar la situación de los niños en todo el mundo pasito a pasito, poco a poco. ¡Pero no hacer nada no es ninguna alternativa! Me gustaría que más gente lo viera así y apoyasen la labor de Humanium con un donativo (https://www.humanium.org/es/donacion/), apadrinando a un niño (https://www.humanium.org/es/apadrinar-a-un-nino/) o realizando unas prácticas (https://www.humanium.org/es/ofertas-de-practicas-a-distancia/). ¡Muchas gracias!

 

Escrito por Andre Goffart

Traducido por Laura Ibarrola Izquierdo