Informe del 28 de mayo de 2013 sobre la violencia contra niñas, adolescentes y jóvenes de pueblos indígenas – «Breaking the silence on violence against Indigenous Girls, adolescents and young women : A call to action based on an overview of existing evidence from Africa, Asia Pacific and Latin America».
Contexto de redacción de este informe:
Este informe es fruto de la colaboración entre varios organismos entre los que se encuentran ONU Mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la OMS y el representante especial del secretario general de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños, en coordinación con UNICEF.
Constituye una primera tentativa de recopilación de elementos concluyentes sobre la violencia contra niñas, adolescentes y mujeres nacidas en pueblos indígenas.
Desde un punto de vista cualitativo y cuantitativo, la existencia de esta violencia es ignorada y este estudio permite sacar a la luz las causas de la misma, sus manifestaciones concretas y los medios que hay que poner en marcha para reducirla.
El objeto de estudio de este informe:
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha recordado que “la igualdad de sexos contribuye de una forma determinante a la promoción de un crecimiento económico sostenido y compartido, a la eliminación de la pobreza y al desarrollo sostenible”[1]. Este informe sobre la violencia contra niñas y jóvenes nacidas en pueblos indígenas se inscribe en esta línea de conducta.
El estudio se centra principalmente en estos actos de violencia por varias razones. Para empezar, en general los pueblos indígenas ya conocen la discriminación, pero es más pronunciada en las mujeres de estos pueblos.
Estas niñas y jóvenes conocen la discriminación en varias de sus formas; basada a la vez en su edad, su sexo, su etnia y otros factores independientes, lo cual aumenta considerablemente su vulnerabilidad.
El contenido del informe:
El informe del 28 de mayo de 2013 aborda la cuestión de la violencia en varios aspectos. Al principio, sitúa la violencia ejercida sobre niñas y jóvenes nacidas en pueblos indígenas en un contexto general de regulación internacional y regional.
Después, sitúa esta violencia en un contexto más restringido, los pueblos indígenas. Se identifican las causas profundas, estructurales y los factores de riesgo. Entre ellos podemos incluir, por ejemplo, la desigualdad de sexos, la pobreza, la exclusión, la falta de reconocimiento y de identidad de los pueblos indígenas, o la desposesión de la tierra de sus antepasados.
Las manifestaciones concretas de violencia, como por ejemplo el matrimonio forzado, la violencia sexual, física y psicológica o la violencia doméstica se estudian en tres regiones: África, Asia-Pacífico y América Latina, y se ha realizado un estudio de caso en tres países (Kenia, Filipinas, Guatemala).
A continuación, el informe saca a la luz las iniciativas tomadas a escala nacional para la prevención de la violencia y la protección , y concluye con 6 principios entre los que se encuentran la igualdad de sexos o el respeto a los pueblos indígenas, y con 10 recomendaciones concretas, como por ejemplo, integrar las problemáticas de las mujeres jóvenes y las niñas autóctonas en la legislación nacional.
¿Qué aporta?
Es un informe pragmático que se inscribe en la realidad de la violación de los derechos de las mujeres y los niños. No se limita a la toma de conciencia de la situación con los estudios en cifras, sino que también propone medidas concretas de acceso a los servicios, de prevención y de eficiencia de las instituciones implicadas, para poner remedio a esta violación teniendo en cuenta el contexto particular de los pueblos indígenas.
[1] Resolución 67/226 del 22 de enero de 2013 sobre una Revisión cuadrienal amplia de la política relativa a las actividades operacionales para el desarrollo del sistema de las Naciones Unidas §15
