«En el momento en que consideramos la discapacidad antes que al niño se perjudica no solamente al niño en cuestión, sino que también se priva a la sociedad de aquello que el niño tiene para ofrecer», declaró el director general de Unicef, Anthony Lake.
Los niños con discapacidad, muy a menudo dejados al margen de la sociedad y víctimas de discriminación, sufren una forma particular de opresión que les impide desenvolverse y desarrollar plenamente su potencial.
Unicef recuerda que una tercera parte de los países en el mundo no ha ratificado la Convención en materia de los derechos humanos de las personas con discapacidad, y esto trae perjuicios a su reconocimiento e integración social.
De hecho, es de interés de los gobiernos la inclusión de estos niños para que puedan tener un rol activo en la sociedad. Al valorar sus aptitudes y su potencial, la comunidad entera se beneficiará con la inclusión de estos niños. Esta es la razón por la cual la creación de medios de vida accesibles a todos es de interés general.
«Para que los niños con discapacidad puedan contar, ante todo tienen que ser contados: al nacer, en el colegio y en la vida en general», concluyó el Sr. Lake con motivo de la publicación de El Estado Mundial de la Infancia de 2013.
