La ONU & los niños soldados

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20 años después de la publicación del informe de Graça Machel sobre «El impacto de los conflictos armados en los niños», ¿qué aportes hay con respecto a la «rehabilitación de los niños soldados»?

El 9 de diciembre 2016, Humanium participó en la reunión de celebración de los 20 años del mandato de la Oficina del Representante Especial del Secretario General para los Niños y los Conflictos Armados en las Naciones Unidas.

El evento se basó en el informe de Graça Machel sobre el «Impacto de los conflictos armados en los niños». Machel, también es conocida por ser la última esposa de Nelson Mandela, a quien todos conocemos y admiramos profundamente.

La rehabilitación de los niños soldados no puede hacerse sin las familias y las comunidades.

Desde el año 2000, más de 115.000 niños soldados han sido liberados y gracias a la abogacía realizada alrededor de este tema, se ha establecido como norma que los niños no deben ser reclutados ni utilizados en el conflicto, y que además deben ser protegidos de todas las demás violaciones graves de sus derechos. Graça Machel recomendó en su informe que «(…) los programas deben apuntar a apoyar los procesos de reparación de los menores y restablecer un sentido de normalidad (…) las rutinas diarias de la vida familiar y comunitaria, la oportunidad de expresión y las actividades estructuradas tales como la escuela, el juego y los deportes». Si bien esto es una recomendación loable, ésta sólo tiene en cuenta a los niños y deja de lado a la familia y a la comunidad a la que pertenecen.

Es por esta razón que Humanium está parcialmente de acuerdo con esta recomendación. De hecho, Humanium notó que el trauma no sólo concierne al niño, sino también a la familias y, por lo tanto, en las intervenciones humanitarias éstas deben estar incluidas. Lo anterior, lo podemos sentir a través de nuestras acciones. Nuestro enfoque en Rwanda, Madagascar e India se basa en la construcción de una comunidad resiliente a través de cada grupo con el que trabajamos. Al hacerlo, nos hemos dado cuenta que en la familia y la comunidad alrededor del niño, el niño que vive dentro de cada adulto sufre también sus propias experiencias, y puede estar traumatizado igualmente.

¿Y si la rehabilitación fuera una cuestión de conciencia?

Los niños y las comunidades a las que servimos tienen la capacidad de conectarse con el poder de su conciencia, son seres humanos hermosos que crean futuros inspiradores desde su corazón. Sabemos y hemos comprendido que «cada niño sabe» y por lo tanto para el bienestar psicosocial de todos, los niños DEBEN ser protegidos. Así mismo, los adultos también deben tener la oportunidad de conectarse con ellos mismos en un espacio propicio para expresar sus sentimientos y aprender de los niños y de ellos mismos .

Los niños a los que ayudamos están despertando, deseando servir a sus comunidades para así hacer de este mundo lo mejor que puedan. El bienestar psicosocial del niño es un derecho tan importante como el derecho al alimento o al agua.

Gracias, Arndt Soret.

Interna traducción : Paula Trujillo-Gonzalez

Interna corrección : Gina Montoya