La buena nutrición juega un papel importante en el desarrollo del cerebro, el crecimiento, el desarrollo sexual y en la prevención y control de enfermedades.
La nutrición infantil debe alcanzar un equilibrio entre un alto contenido de energía y de los nutrientes necesarios para el crecimiento y el desarrollo de los niños, así como la importancia de establecer una dieta saludable que no conlleve a la obesidad. El equilibrio entre estos dos aspectos cambia con los años y pasa de la dieta ideal para un bebé, con un alto contenido de grasa, a la dieta baja en grasas y alta en fibras para un adulto. De hecho, para cuando llegamos a la edad adulta, la mayoría de nuestro crecimiento y desarrollo ha alcanzado su fin, por lo que las prioridades nutricionales deben cambiar para mantener un estilo de vida saludable y activo en la vejez.
Desafortunadamente, muchas personas en todo el mundo no reciben los nutrientes adecuados. En los países más ricos, como los EE.UU., la desnutrición es el resultado de seguir dietas en las que ciertos nutrientes no existen, o están presentes en exceso o en proporciones inadecuadas. Este tipo de dietas poco saludables contienen demasiadas grasas y carbohidratos refinados. El aumento en la incidencia de la obesidad se debe a que las personas consumen la cantidad necesaria de calorías, pero sin que los alimentos ingeridos proporcionen nutrientes. Uno de los principales ejemplos es el consumo de comida rápida. Por el contrario, en países con escasos recursos la desnutrición deriva de una ingesta inadecuada de nutrientes. La desnutrición extrema equivale a la hambruna y entre sus síntomas y consecuencias se encuentran la inanición y el agotamiento causado por la falta de alimento. Esto es especialmente evidente en los países menos desarrollados, donde no hay suficiente comida y la comida disponible es de mala calidad y de escasa variedad.
La respuesta a la desnutrición es cada vez mejor y más rápida debido a que los sistemas de distribución de alimentos se están expandiendo y está aumentando su eficiencia. Otras iniciativas también están haciendo frente a la crisis. Por ejemplo, en la República Centroafricana, los proyectos en curso están distribuyendo semillas a la población local para que cultive sus propios alimentos, lo que genera una solución sostenible y a largo plazo. Esto es particularmente eficaz en las zonas rurales de África, donde la distribución de alimentos es complicada debido al difícil acceso para camiones. De igual manera, Unicefha respondido a la crisis con transferencias monetarias. Se trata de pequeñas sumas de dinero predecibles que se otorgan a familias en situación de pobreza extrema en África Oriental y Meridional para aliviar la pobreza en los hogares. Esta es una manera más rápida y fácil de distribuir la ayuda alimentaria. Otra medida fue la creación del «Plumpy Nut», una pasta a base de maní (o cacahuete) con una alta cantidad de energía, que se probó por primera vez durante la hambruna en Níger hace ocho años y que ahora cada año llega a dos millones de niños gravemente desnutridos. Sus ingredientes son: leche descremada en polvo, azúcar, grasa vegetal y vitaminas y minerales. Con iniciativas como estas podemos esperar que, algún día no muy lejano, todas las personas en cualquier parte del mundo reciban una nutrición adecuada.
Traducido por: Jorge de Leon Miranda Revisado por : Mariana La Greca |