La crisis política y socioeconómica provocada en 2009 por un golpe de Estado ha condicionado la situación de la población, especialmente la de los niños. Un año después de las elecciones presidenciales de octubre-diciembre de 2013 que, democráticamente, dieron esperanzas de salir de la crisis, las violaciones a los derechos infantiles de los niños malgaches se manifiestan con un fenómeno sin precedentes en Madagascar: la explotación infantil, una plaga denunciada por la ONU.
Los derechos del niño ante la pobreza y su realidad
Numerosos puestos de empleo han sido destruidos, haciendo aún más frágil a un país con ingresos bajos: el 90% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Las familias pobres no pueden satisfacer sus necesidades básicas y son completamente vulnerables a la escasez y a las situaciones de crisis. La inseguridad alimenticia hace estragos: la malnutrición crónica infantil, que afecta a más de uno de cada dos niños menores de cinco años, es alarmante según el Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación.
Las familias se ven obligadas a tomar decisiones difíciles y a menudo perjudiciales para los derechos de los niños. En la capital, Antananarivo, numerosos niños han sido abandonados a su suerte en la calle, o se han visto obligados a ejercer la mendicidad para llevar dinero a casa o para alimentarse.
Prohibición de la explotación de los niños
Se ha desarrollado otra consecuencia aún más alarmante: con la crisis, un cuarto de los niños malgaches de 5 a 17 años es obligado a trabajar para ayudar a sus familias. Lo que es peor, la ONU ha denunciado el vínculo entre la pobreza y la esclavitud moderna en Madagascar: en las minas o como sirvientas en casas particulares. Estos niños son, cada vez más a menudo, víctimas de la trata, de Madagascar a Oriente Medio.
Además, según la ONU, la explotación sexual de los niños tiende a banalizarse. Las jóvenes deciden prostituirse para escapar de la pobreza, a veces atraídas por el dinero «fácil» y la esperanza de conocer a un extranjero rico.
Este contexto nocivo de crisis se refleja también en el aumento del nivel de violencia en el seno familiar, sobre todo hacia las niñas, y viene acompañado de la impunidad de los responsables de estos abusos y de otros maltratos a los niños.
Los pequeños malgaches son excluidos, y sus condiciones de vida solamente dependen de la bondad de los adultos y del estado malgache. Volver a la estabilidad política sería un primer paso hacia una posible mejora de la situación de los niños. Sin embargo, también sería necesario que la sociedad malgache tomara conciencia: sus niños están siendo sacrificados, cuando ellos son los que representan la esperanza de un futuro mejor para la isla.
Fuentes:
http://ipsinternational.org/fr/_note.asp?idnews=5560
Banco mundial
http://donnees.banquemondiale.org/pays/madagascar
Banque mondiale, Rapport Madagascar Assessment of Social Protection and Operational Challenges, Volume II:
Background Papers, June 23, 2010
http://www.agenceecofin.com/politique/0707-12246-madagascar-92-de-la-population-
sous-le-seuil-de-pauvrete
http://www.unicef.org/madagascar/PR_21.02%282%29.pdf
http://www.unicef.org/madagascar/Final_Newsletter_UN_october_2011%281%29.pdf
UNICEF, ATD Cuarto Mundo, Informe de evaluación final del proyecto Cash transfer
“Llamada a la lucha contra las formas de violencia hacia los niños en periodo de crisis y
de urgencia”, Madagascar, 2012.
http://crin.org/resources/infoDetail.asp?ID=30039&flag=report
Página UNICEF Madagascar
Informe Anual de la Situación Humanitaria, 2012
http://www.unicef.org/madagascar/6413_13572.html
Escrito por: Henintsoa Ravoala Traducido por: Ana Alconchel Revisado por :Isabel Rodríguez Pérez |