¡Qué dos maravillosas y enriquecedoras semanas acabamos de pasar en Ruanda! Se han organizado catorce talleres en varios pueblos de Ruanda en los que hemos vivido desde dentro cómo son los derechos del niño junto a 600 niños, cuidadores, amigos de la familia, líderes locales y estudiantes.
Les hemos dado formación en habilidades como escucha activa, reconocimiento, cómo conectar, construir comunidades de jóvenes fuertes que ahora les permiten hacer realidad sus sueños.
El pequeño Sam nos dijo que le gustaría que sus padres participaran también en los talleres para que aprendan más sobre la importancia de los derechos del niño. Y en cinco meses volveremos de nuevo para precisamente llevarlo a cabo.
Cuántos más madres y padres entiendan la importancia de escuchar cuáles son tanto sus necesidades como las de sus hijos, menos sufrimiento tendrán, y solo habrá paz y felicidad y se podrá conseguir que todo el mundo tenga una vida más sana.
Y una vez más: Humanium cree que empoderar a las personas, tanto a niños como a adultos, empieza en la raíz, en los pueblos donde viven, en darles reconocimiento por lo que cada día aportan a su comunidad, en fortalecer su capacidad de escuchar para que puedan realmente sentir cuáles son las necesidades de sus hijos, además de hacer frente a sus retos y deseos, para que puedan brillar cada vez más y encontrar sentido a sus vidas.
Ruanda, muchas gracias una vez más por acogernos de una manera tan bonita como lo habéis hecho.
Karen Makkes van der Deijl y Arndt Soret
Traducido por Nieves Carazo
