La lucha de Candice Cohen-Ahnine y la cuestión del secuestro de niños por uno de sus padres.

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La historia de Candice Cohen-Ahnine trata principalmente sobre la lucha por el respeto de sus derechos y los de su hija.

La historia

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Candice tuvo una hija con un príncipe saudí a la que llamaron Haya. Luego de una relación difícil marcada por la violencia conyugal, Candice decidió marcharse a Francia con su hija. Sin embargo, después de que se calmaran las tensiones, aceptó volver a Arabia Saudí para que el padre viera a la pequeña Haya. Al llegar a Arabia Saudí, le confiscaron el pasaporte y se vio secuestrada en una habitación del palacio sin alimentos ni agua y en unas condiciones de higiene lamentables. Cuando la pequeña, arrebatada a su madre, intenta verla y llevarle comida, fue golpeada. Sin embargo, Candice consiguió huir y refugiarse en la embajada de Francia donde presentó una denuncia por sustracción de una menor y por la violencia que sufrió. Después se enteró de que su denuncia no había sido registrada.

Después, la familia real saudí acusó a Candice de renegar de la religión musulmana para convertirse al judaísmo y pidió para ella la pena de muerte. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia la exilia en 2009 y con el corazón destrozado deja a su hija en Arabia Saudí.

Su lucha

Desde 2009, Candice no paró de pelear por su hija. Ha descrito esta lucha en su libro Rendez-moi ma fille (Devolvedme a mi hija). La primera victoria de Candice fue una sentencia del Tribunal de Gran Instancia de París del 12 de enero de 2012 que atribuye a Candice «la patria potestad exclusiva» de la niña, cuya «residencia habitual» quedó fijada en el domicilio de la madre. A falta de unas semanas para ver por fin a su hija después de 3 años de lucha, Candice murió en condiciones trágicas sin volver a verla. Ahora la familia de Candice continúa con la lucha ya que, hasta el día de hoy, Haya sigue en Arabia Saudí.

El secuestro de un niño por uno de sus padres

Más allá de la tragedia personal de Candice, de su familia y de su hija, este asunto plantea la cuestión de los padres que secuestran a sus hijos, sustrayéndose así de las decisiones de la justicia y descuidando los intereses del menor. El artículo 373-2 del Código Civil de Francia dispone que «cada padre y madre debe mantener relaciones personales con el menor y respetar los vínculos del mismo con el otro progenitor». Si los padres no se ponen de acuerdo, uno de ellos puede hacer cargo al juez de asuntos familiares para que decida «según lo que exige el interés del menor».

A pesar de todo, ciertos padres se mudan al extranjero con sus hijos sin informar a su ex pareja. Aunque las parejas franco-francesas no se ven afectadas por este fenómeno, el aumento de los matrimonios mixtos, los divorcios con conflictos de intereses y la apertura de fronteras puede favorecer los desplazamientos ilícitos de los niños.

Escrito por: Marie Bertrand
Traducido por: Olga Manzano
Revisado por : Cristian Perez Lecaros