La obesidad infantil representa uno de los grandes desafíos de la salud pública del siglo veintiuno. Mientras que 66 millones de niños en edad de escolarizacion sufren de hambre, 43 millones de niños en edad preescolar son obesos. Si esta tendencia persiste, se prevé que antes de 2020 60 millones de niños en edad preescolar, es decir, el 9% de los niños de todo el mundo, serán obesos o tendrán sobrepeso. Por lo tanto, la prevención de la obesidad infantil debería ocupar un lugar prioritario en la familia, tanto a nivel nacional como internacional.
Las causas de la obesidad infantil
La principal causa de sobrepeso y de obesidad en niños se encuentra en un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las calorías gastadas. Este desequilibrio se produce sobre todo debido a la ingesta continua de alimentos altamente energéticos con un elevado contenido en grasas y azúcares, pero con pocas vitaminas, además de ser el resultado de una tendencia a disminuir la actividad física a causa de la naturaleza sedentaria de muchas actividades de tiempo libre.
Un estudio americano muestra que los niños estadounidenses con edades comprendidas entre los 8 y los 18 años pasan una media de 7,5 horas delante del televisor, el ordenador, los videojuegos, el portátil y otros dispositivos electrónicos similares. Ver la televisión contribuye en gran medida a la obesidad infantil. De hecho, puede disuadirles de realizar actividad física al tiempo que les incita a tomar alimentos mientras están frente a la pantalla.
Las consecuencias de la obesidad
Las consecuencias más graves del sobrepeso y de la obesidad infantil, que a menudo no se manifiestan hasta la edad adulta, normalmente son: enfermedades cardiovasculares (sobre todo cardiopatías y accidentes vasculares cerebrales), la diabetes, los problemas musculo-esqueléticos (en especial la osteoartritis) o incluso ciertos tipos de cáncer (del endometrio, del pecho o de colon).
Los niños obesos o con sobrepeso son más susceptibles a padecer enfermedades y tienen una necesidad de cuidados médicos más destacada que aquellos que no sufren sobrepeso. Estos niños son también los más propensos a tener en la edad adulta problemas de peso, y poseen además un riesgo mayor de morbilidad, de discapacidad o de muerte prematura.
¿Cómo se puede luchar contra la obesidad infantil?
El sobrepeso y la obesidad, al igual que las enfermedades no transmisibles que llevan asociadas, se pueden evitar en gran medida. El objetivo de luchar contra la obesidad infantil consiste en conseguir un equilibrio energético que se pueda mantener a lo largo de la vida.
La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir principalmente frutas y verduras, limitar el aporte energético que proviene del consumo de grasas saturadas en favor de grasas no saturadas, reducir el consumo de azúcares y realizar una actividad física moderada (al menos 60 minutos al día).
Por su parte, los padres pueden animar a los niños a ir a pie o en bici al colegio o participar en actividades sociales variadas. También pueden hacerles tomar todos los días un desayuno sano antes de ir a la escuela. Además, alimentar a los niños de manera sana es clave y tiene consecuencias positivas durante toda su vida.
Trabajemos juntos para reducir el número de niños que sufren de sobrepeso u obesidad. Hagamos que este sea uno de los objetivos relacionados con la mejora de la salud infantil.
Escrito por : Ivana Hajzmanova Traducido por : Nieves Carazo Revisado por : Ana Torres |