La violencia sexual en los conflictos armados
Utilizadas como tácticas de guerra, las violencias sexuales son muy frecuentes en los conflictos armados. Podemos citar como ejemplos, los conflictos en Bosnia, en la República Democrática de Congo, en Sierra Leona…; importa poco dónde nazca el conflicto, las violencias sexuales lo acompañan, dejando víctimas, tanto entre las mujeres y las niñas jóvenes, como entre los hombres y muchachos.
Con frecuencia, estas violencias son negadas por las autoridades y escondidas por las víctimas, por lo que no son tomadas en consideración sino hasta muy tarde por la comunidad internacional. De hecho Ban Ki-moon, no nombró al primer representante especial a cargo de los asuntos de violencia sexual cometida en período de conflicto sino hasta 2010.
La tarea que se le ha confiado es considerable debido a que las violencias durante los conflictos armados continúan una vez que éstos últimos terminan:
«No se trata únicamente de desarmar físicamente a los combatientes, hace falta también desarmarlos mentalmente. Porque la experiencia demuestra que después de la guerra, generalmente hay un aumento del número de violaciones a nivel comunitario» afirmó Zainab Hawa Bangura, la representante especial actual.
Las acciones contra la violencia sexual
La representante especial declaró que la eliminación de ese flagelo tendría que pasar por la puesta en marcha de 6 objetivos:
- La lucha contra la impunidad o, en otras palabras, el castigo de los perpetradores de violencia sexual en período de conflicto,
- La protección y la reinserción de las víctimas de violencia sexual,
- La promoción de una voluntad política de cada país de asumir su parte de responsabilidad en la lucha contra la violencia sexual,
- La coordinación de esfuerzos de la comunidad internacional,
- Una sensibilización de la violación como táctica de guerra,
- La movilización contra el flagelo y la búsqueda de una solución a escala local e internacional.
La lucha contra estas violencias debe pasar por la colaboración del país concerniente con la comunidad internacional, con el objetivo de reformar el sistema penal nacional con el fin de reprimir tales actos, pero también con el fin de asegurar la protección y reinserción de las víctimas.