La movilización de jóvenes ha sido testigo de un importante crecimiento en la última década, con niños que defienden sus derechos y los derechos de los demás. En todo el mundo hay ejemplos, siendo la última y más grande instancia su movilización mundial por la sensibilización sobre cambio climático, que defiende su derecho a la vida, a la salud, a la alimentación, al agua, entre otros. A estos niños se les denomina «Niños como defensores de los derechos humanos» (NDDH). Por medio del presente artículo, celebramos el 30.° aniversario del Convenio de los Derechos del Niño, elaborado por nuestro gran socio Child Rights Connect y la ratificación mundial de tal declaración.
¿Quiénes son los Niños como defensores de los derechos humanos y por qué son tan importantes?
De acuerdo con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Defensores de los Derechos Humanos, un defensor de los derechos humanos es alguien que, de manera individual o en colaboración con otros, promueve y lucha por la protección y la práctica de los derechos humanos y las libertades fundamentales en el ámbito local, regional, nacional e internacional. La Declaración no especifica alguna restricción de edad y, por ende, los defensores de los derechos humanos son cualesquiera que actúen en beneficio de la protección de los derechos humanos.
Los niños cumplen un papel esencial en este proceso y representan una voz poderosa e innegable de cambio. Puesto que tienen la experiencia de que sus derechos fueron vulnerados, pueden ofrecer una perspectiva valiosa y relevante sobre la realidad de la vida de un niño, además de un mejoramiento en las esferas de progreso. Gracias a que los jóvenes hablan en su nombre, destacan hechos, sentimientos, temores y, sobre todo, rompen con estereotipos y suposiciones, sus testimonios pueden tener un impacto altamente convincente sobre el cambio en comparación con los adultos que hablan en su favor. Además, la conciencia por parte de los niños y su conocimiento de los derechos humanos les permite defender no solo sus derechos como niños, sino también los derechos de sus pares y de otros adultos. En un estudio reciente, nuestro socio Child Rights Connect señaló la cantidad de temas que los niños defensores comentaron gracias a sus acciones. Los temas más recurrentes que abordaron los niños entrevistados iban desde la libertad de expresión hasta el abuso sexual, el matrimonio infantil, la edad mínima para votar, la discriminación, la violencia de género, entre otros (Child Rights Connect, 2018). Los resultados mostraron un espectro muy amplio de acción, cierta pluralidad de convicciones y, principalmente, una forma de pensar que no estaba determinada por cualquier limitación de edad.
Este es otro recordatorio de que los niños de hoy representan los adultos del mañana y, por lo tanto, nutrir el conocimiento de los niños e incrementar su participación en la defensa de sus derechos más fundamentales tendrá un impacto estimable en la sociedad del mañana e integrará posiblemente la cultura de los derechos humanos entre todos.
No obstante, los niños como defensores de los derechos humanos aún enfrentan un gran número de dificultades…
Hasta hoy, los jóvenes defensores se encuentran ante muchas barreras cuando intentan expresar sus opiniones.
Una de las problemáticas más recurrentes es la discriminación y la inhabilitación. Desde el punto de vista cultural, a menudo se considera que los niños tienen un estatus social más bajo que los adultos. En la mayoría de las culturas, los niños están destinados a guardar silencio, respetar y aprender de las opiniones y convicciones de los adultos. Este trasfondo cultural ha transmitido muchos estereotipos a lo largo de las generaciones en las que los niños carecen de capacidad, responsabilidad, conocimiento y experiencia para ser capaces de moldear su nueva opinión. Como resultado, un niño que pretenda expresar su propia opinión será inmediatamente menoscabado y desacreditado. Esta discriminación e inhabilitación se observa localmente entre las familias y escuelas, pero también se ha difundido en el ámbito internacional, donde a los niños no se les permite tomar parte en la toma de decisiones, incluso en cuestiones relativas a sus propios derechos, como sucede con la Organización Internacional del Trabajo, que no autoriza que los niños expresen su opinión durante la Conferencia sobre el trabajo infantil. Por lo tanto, es importante reconocer que los contextos han evolucionado a lo largo del tiempo y que actualmente los niños tienen acceso a más información a la que sus pares tenían a su edad, como también recordar que los propios niños son víctimas de la violación de sus derechos y, así, es justo que tengan una opinión. Asimismo, los instrumentos legales también han cambiado con el tiempo, y los niños ahora tienen derecho a ser tratados con justicia e igualdad, además permitirles tener derecho a expresar su opinión. La observación mostró que existe cierta brecha entre las reformas legales y la práctica cultura, y que se requiere que se adopten dichas acciones para que los niños continúen defendiendo los derechos de todos.
Otro obstáculo con el que se enfrentan los NDDH el alarmante problema relativo a la protección de los niños en la práctica y el cuestionamiento constante de lo que es en el mejor interés de los niños. De hecho, durante las últimas dos décadas, el ambiente para los jóvenes activistas ha venido en deterioro y la seguridad de los niños defensores está ahora mucho más en riesgo. Los individuos que luchan por sus derechos son cada vez más víctimas del matoneo, la prisión, la tortura o incluso la muerte. Un reciente estudio estimó que más de 300 defensores fueron asesinados en 2017 en 27 países (Front Line Defenders, 2018), y esta cifra no incluye el abuso verbal y físico al que se enfrentan regularmente.
Como consecuencia, las instituciones han considerado que es un reto lograr un equilibrio entre el empoderamiento de los niños para defender sus derechos y velar por su protección y seguridad con relación al mejor interés para ellos. En efecto, sería contradictorio hacerle el llamado a un niño a defender sus derechos mientras que la situación pueda poner en juego su seguridad y bienestar.
No hay duda de que proteger los derechos de los niños se da para su mejor interés; sin embargo, deben estar en la capacidad de sentir que son capaces mientras lo hacen.
Una responsabilidad conjunta para empoderar y proteger a nuestro NDDH
No puede haber efectividad de los derechos sin un ambiente organizado y seguro para defenderlos. Los niños como defensores de los derechos humanos actúan como guardianes de un disfrute pacífico, igualitario y libre de los derechos para todos, además de ser una voz para el futuro. Por eso, es esencial empoderarlos y protegerlos lo mejor que podamos por medio de un esfuerzo conjunto.
¿Qué se puede hacer?
En el ámbito gubernamental: de acuerdo con el Artículo 12 de la Declaración sobre los defensores de los derechos humanos, es responsabilidad del Estado brinda protección a estos niños. Así, es crucial que los gobiernos en todo el mundo emprendan acciones y tomen medidas por medio de la creación de plataformas para que los niños expresen sus opiniones de manera pública y segura, del lanzamiento de campañas de sensibilización con el fin de incrementar su nivel de empoderamiento, del establecimiento de leyes que no solo legalicen sus acciones, sino que también los protejan de cualquier intimidación por el hecho de hacerlo.
En el ámbito institucional: las instituciones en todo el mundo deben incrementar su nivel de participación de los niños en las discusiones y en la toma de decisiones, ya sea en el contexto local, regional, nacional o internacional. Esto se puede lograr facilitando el acceso a conferencias, cumbres y discusiones, y teniendo en cuenta las declaraciones de los niños cuando se discuta sobre sus derechos. Igualmente, las institucionales locales, como las escuelas, deben incluir más contenidos sobre derechos humanos y derechos de los niños en su programa, empezando desde una temprana edad. Los niños tienen derecho a conocer sus derechos, libertades y deberes.
En el ámbito individual: en cierto sentido, todos somos responsables de empoderar y proteger a nuestros niños. Todos podemos hacer un cambio sensibilizando sobre este problema, dando a conocer a los niños sus derechos y, principalmente, respetándolos por sus opiniones. Cada uno de ustedes, querido lector, puede proteger a un niño y brindarle más fuerza.
Parte de nuestro trabajo en Humanium es empoderar a los niños para que defiendan sus derechos más fundamentales y ayudarlos a hacerlo, ya sea de forma inmediata en cierto lugar, dando respuesta a cuestiones legales o, por medio de nuestra página web, sensibilizando respecto a las violaciones y a estos problemas. Creemos que no importa si es de color negro o blanco, si es hombre o mujer, niño o adulto, sino por la cooperación por medio de la cual podemos hacer de nuestro hermoso planeta un lugar más pacífico. Por lo tanto, es vital, y en concordancia con nuestros valores, que utilicemos este artículo para empoderar a los defensores de los derechos humanos del mañana, al igual que reconocer los derechos de cada niño en todo el mundo.
Escrito por Maureen Fauconnier
Traducido por Felipe Chávez
Referencias
Declaración de los defensores de los derechos humanos, 1998 [En línea] https://www.ohchr.org/sp/issues/srhrdefenders/pages/declaration.aspx
Child Rights Connect, “Las opiniones, perspectivas y recomendaciones de niñas, niños y adolescentes alrededor del mundo” [En línea] https://www.childrightsconnect.org/wp-content/uploads/2018/09/DGD-REPORT_WEB_es_def_web.pdf
Front Line Defenders, “Informe anual sobre defensores/as de derechos humanos en riesgo en 2017 2017”, 2018 [En línea] https://www.frontlinedefenders.org/es/file/4487/download?token=iuG3FEty