Los niños: las principales víctimas de la violencia y el crimen en Brasil

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Menores en las calles, sin ropa en el frío o calor, pidiendo dinero para poder comprar comida. Esta es una imagen típica de Latinoamérica y en Brasil se ha vuelto la más visible de los últimos años. El  informe “Escenario de la Infancia y la Adolescencia en Brasil” publicado por la ONG Fundación Abrinq muestra que más del 40% de los niños vive en pobreza, de los cuales 5,8 millones viven en extrema miseria y 4 millones más en favelas (barrios en situaciones de emergencia).  Casi un 70% de los niños de 0 hasta 3 años de edad no tienen acceso a guarderías públicas o privadas; y 1,6 millones de estudiantes entre 15 y 17 años abandonan la escuela.

La pobreza y la violencia familiar acompañan estos números alarmantes de la niñez, dejándolos  en una situación de vulnerabilidad extrema cuando se trata de violencia. El 70% de los jóvenes asesinados son negros, pobres, y generalmente viven en la periferia. Muchos de ellos a corta edad ya han consumido inhalantes, marihuana, cocaína y otras drogas (Revista Panamericana de Salud Pública).

 

La lucha contra la corrupción

Brasil actualmente vive una profunda crisis a nivel político, económico y social. La situación se agravó cuando los partidos opositores solicitaron al Congreso de Brasil que se iniciara un juicio político a la ex presidenta Dilma Rousseff. Las acusaciones contra la mandataria incluyeron presuntas violaciones a las leyes fiscales del país y la manipulación de las finanzas públicas para beneficiar su reelección en 2014. La crisis se trasladó entonces a las calles, donde miles de personas manifiestan a diario el descontento político y económico que atraviesa el país. Con una moneda inestable y números alarmantes que dejan en evidencia una creciente desigualdad social, la pobreza no es el único problema con el cual lidiar en Brasil.

 

Persecución violenta

 

En este contexto de crisis se da el fenómeno conocido como “limpieza social”, que se refiere a homicidios en lugares públicos con víctimas golpeadas o asesinadas en las calles. Grupos policiales simplemente entran en una comunidad en los vehículos llamados caveirão” y abren fuego. Este tipo de acciones son denominadas “esfuerzos en contra de las clases marginales”. Este fenómeno encuentra sus causas en factores económicos y sociales. Desde enero de este año ha aumentado un 39% el crimen por parte de las “brigadas policiales de la muerte” en uno de los períodos más sangrientos de Brasil.

Los menores brasileños además son víctimas de violencia sexual. Según la OMS entre 50.000 y 100.000 niños están afectados por el VIH (UNICEF, 2018). Sus atacantes en su mayoría son narcotraficantes y policías en el contexto de “limpieza social” y del que resultan cuatro y hasta cinco niños asesinados diariamente, dos de ellos solo en Río de Janeiro (Revista Panamericana de Salud Pública, 2018). De hecho, en el mes de junio, la policía militar sin anunciarlo, “abrió fuego” en el barrio Maré (Río de Janeiro) donde fue impactado Marcos Venício Da Silva de 14 años. Antes de morir, el pequeño Marcos preguntó a su madre, “si la policía no vio que él vestía con su uniforme de la escuela”.

 

Tantos muertos como en una Guerra

Según datos del Fórum Brasileño de Seguridad Pública sólo en 2017 se registraron 63.880 homicidios, lo que representa 175 víctimas por día, 7 por cada hora. Si bien en ciertos estados se han logrado disminuir las estadísticas, el aumento de los crímenes se concentra en 12 estados empobrecidos en el norte y nordeste del país. Puede decirse que gran número de los asesinatos se debe a acciones diseñadas para acabar con la criminalidad en las favelas.

El esfuerzo gubernamental para combatir la pobreza, la violencia y el crimen, hasta ahora ha sido escaso e insuficiente. Según el Banco Mundial, Brasil tiene el producto nacional bruto más alto de América Latina (US$ 2 009 per cápita), su economía es la décima del mundo en importancia, y de la más desequilibradas a nivel mundial. El gobierno ha invertido en internados y rehabilitación para los niños, pero a su vez ha dado mayor autoridad a la policía militar para abrir fuego ante cualquier situación.

Mientras la desigualdad social aumenta, la vida de muchos niños continúa en peligro. El futuro de los más pequeños en Brasil es incierto, donde el hambre, el narcotráfico, la violencia y el abuso conducen al crimen o a la muerte.

 

Humanium trabaja arduamente hace ya 10 años para poner fin a la violencia y al maltrato en contra de los niños, sensibilizando tanto a adultos como a menores para juntos concretar los derechos de los más indefensos de la sociedad.

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Escrito por: Eliana Lescano

 

Fuentes

Informe Escenario de la Infancia y la Adolescencia en Brasil (2018) publicado por la Fundación Abrinq

Organización Panamericana de Salud Pública. (2018) en Revista Panamericana de Salud Pública. Disponible en https://scielosp.org/pdf/rpsp/1999.v5n4-5/305-306/es

UNICEF. (2018). Disponible en  https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/brazil_74426.html

Fórum Brasileño de Salud Pública

César Muñoz. (2018). Publicado el 7 de agosto de 2018 disponible en Human Rights Watch https://www.hrw.org/news/2018/08/16/police-killings-are-out-control-rio-de-janeiro

Banco Mundial. (2018). https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.MKTP.PP.CD

Organización Mundial de la Salud. (2018). Disponible en http://www.who.int/countries/bra/es/

Foto (2017). Varios niños de la Rocinha observan el ajetreo en las calles. Reuters. Recuperado en https://www.elespanol.com/mundo/america/20171024/256725308_0.html

Foto (2017). Policía militar de Brasil. Noticia publicada en Alerta digital. Recuperada en http://www.alertadigital.com/2017/08/29/la-imparable-ola-de-violencia-en-brasil-100-policias-muertos-en-lo-que-va-de-2017/

Wilding Polly. (2010). “Nueva Violencia: silenciando las experiencias de las mujeres en las favelas de Brasil”. Diario de estudios latinoamericanos” publicado en Noviembre de 2010.