Ruanda hoy: Hacer más llevadero el genocidio de 1995, el más cruel para los sobrevivientes

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“Si me conocieras, y realmente te conocieras a ti mismo, no me habrías asesinado”, dice la inscripción de la entrada del memorial del genocidio de Kigali. Estamos de acuerdo, y es por eso que Humanium está llevando a cabo talleres sobre derechos de los niños dos veces al año. Como profesionales en la salud mental, conocemos a maestros, padres de familia, niños, tanto enfermos como sanos, y también a funcionarios del gobierno, que nos cuentan historias como esta:

“Tenía 11 años cuando sucedió el genocidio. Mis padres huyeron, y yo, que era la mayor de 8 hermanos, cuidé de ellos e intenté mantenerlos a salvo. Hasta ahora, me da un dolor de estómago cuando veo a mi mamá. Una “mzungu” (persona de ascendencia blanca) me dijo que debo perdonarla.”

Humanium cree que la sanación empieza cuando verdaderamente se escucha, y por eso escuchamos, pero no nos quedamos ahí. También ayudamos a formar pequeños grupos de amigos y compartimos las herramientas que empleamos. Sentirse escuchado de verdad, ser visto en nuestra vulnerabilidad cada uno con nuestras experiencias de vida únicas, nuestras necesidades, desafíos y deseos, nos coloca en nuestros cuerpos en el aquí y el ahora. Estar presente para ti mismo y para otros nos ayuda a integrar poco a poco los traumas del pasado, al igual que mantener a salvo a los niños de ahora y detener la violencia a través de la amabilidad.  

Humanium ha visitado a las mismas personas por lo menos durante los últimos cinco años y les ha ayudado a sanar paso a paso sus experiencias de vida. Pero el trabajo de Humanium no termina allí; nosotros escuchamos las necesidades actuales y los sueños para un mejor mañana. También proporcionamos materiales escolares y llevamos a cabo proyecto de microfinanciación con los más necesitados. Unimos fuerzas con nuestros asociados locales porque lo creemos firmemente:

¡Juntos somos más fuertes!

 

Escrito por: Arndt Soret
Traducido por: Felipe Chávez