El matrimonio forzado en Benín

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El matrimonio forzado es uno de los males que existe en Benín y que destruye el futuro de muchas chicas jóvenes. Se trata de una práctica tradicional que ha afectado a generaciones enteras y ha dejado numerosas víctimas. Los niños se casan obligados por sus padres antes de haber alcanzado la pubertad, es decir, antes de haber alcanzado su madurez emocional y física.

 

¿Qué es el matrimonio forzado?

Se trata de la unión oficial de cualquier persona menor de edad, es decir de 18 años, y de otra persona (mayor o menor de edad). Dicha unión puede ser formal (legal) o informal (ilegal), por ejemplo, tradicional, religiosa y de carácter obligatorio. En este tipo de matrimonio, casi nunca se solicita el consentimiento del niño, ya que los padres se encargan de todas las formalidades, dejan al niño en el nuevo hogar y generalmente lo unen a una persona mayor que él. A pesar de la prohibición formal del matrimonio forzado que se proclama en la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del niño, el fenómeno subsiste a base de la confusión de las víctimas.

 

¿Cuál es la base del matrimonio infantil forzado?

Las causas son múltiples; desde el respecto de la tradición hasta la preservación del honor de la familia, pero también a un intento de escapar de la pobreza. El estudio sobre el comportamiento, las actitudes y las prácticas de violencia y abuso, especialmente las que conciernen al matrimonio forzado, realizado por el Ministerio de Asuntos Sociales con el apoyo de Unicef Benín en 2015, reveló que el matrimonio infantil es una práctica comúnmente aceptada por todos y en todo el país. Para continuar con la tradición y con la fidelidad a las costumbres locales en algunas regiones, las chicas jóvenes son entregadas en matrimonio al tener las primeras menstruaciones sin ningún tipo de consentimiento.  Con esta práctica se pretende reforzar la cohesión en el seno de la comunidad, pero también preservar el «honor» de las familias, ya que si se casan pronto pueden evitar embarazos no deseados o fuera del matrimonio. Sin embargo, la pobreza es la causa común en todos los países del oeste africano donde se produce este fenómeno. Un beninés vive con menos de un dólar por día (aún menor en algunas zonas alejadas del interior del país), muestra del subdesarrollo característico de Benín que favorece fuertemente a la existencia del matrimonio forzado. Son muchos los que consideran que entregar a su hijo en matrimonio es un buen método para que el núcleo familiar obtenga ingresos; de esta manera, una chica joven es garantía de prosperidad que hay que entregar al que más dinero ofrezca, y, además, en algunas familias implica la disminución de las cargas del hogar debido a la desvinculación del niño. El bajo nivel educativo de los padres, la desigualdad entre géneros y la impunidad ante la violencia infantil son causas indirectas significativas que mantienen y prolongan la duración del matrimonio infantil forzado.

 

          

 

Las consecuencias de este fenómeno.

En Benín, tres de cada diez niñas se casan antes de los 18 años. Esta es la causa de que no puedan desarrollar una vida normal: de hecho, el matrimonio forzado repercute en la educación de los niños y puede tener graves consecuencias en su salud. Los niños se encuentran expuestos a cualquier tipo de violencia sexual o psicológica, así como a múltiples enfermedades de transmisión sexual como el VIH.  Esta tragedia sucede actualmente y hay que erradicarla.

 

¿Qué dice la ley al respecto?

Si se tuviera en cuenta la única legislación en materia de protección de la infancia, Benín sería un paraíso en el que todos los niños querrían vivir. Benín ratificó la Declaración Universal de Derechos Humanos, los Pactos de Nueva York, y la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de los niños. Así mismo, la legislación se encuentra reforzada por la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos, la Carta Africana de los Derechos y el Bienestar de los niños, la Constitución de Benín, la ley sobre la represión de la violencia contra las niñas y las mujeres, y el Código de la Infancia promulgado en 2015. El arsenal jurídico es impresionante y significativo, ya que los numerosos códigos prohíben el matrimonio infantil forzado, el cual se encuentra castigado con penas que van desde una multa hasta la privación de libertad. Por todo ello, existe una oportunidad real que es necesario aprovechar en su totalidad.

 

¿Cómo erradicar el matrimonio forzado en Benín?

Lo esencial y primordial es hablar de ello con el fin de alejar cualquier tipo de tabú y/o mito; el objetivo es el de incrementar la sensibilización de los padres y de los líderes religiosos de las zonas afectadas por dicho fenómeno. Después, hay que difundir las leyes, ya que a veces son desconocidas, y reprimir de manera eficaz a todo aquel que se oponga a ellas.

 

Los niños no son personas en proceso puesto que ya son humanos.

Protejámoslos.  

 

 

Bénin, estudio MICS 2014 (Multiple Indicators Cluster Survey)

Glory Cyriaque HOSSOU.

Traducido por Óscar VALBUENA

Revisado por Lilia Bonilla