El concepto de solidaridad puede parecer demasiado difícil de comprender para un niño. Sin embargo, no hay que fiarse de las apariencias, ya que los niños conocen muy bien el significado de la solidaridad y son muy conscientes de lo que puede aportar a sus vidas.
«La solidaridad es ayudar a los demás voluntariamente». Nelle y Lisa, 8 y 9 años.
«Es complacer sin pedir nada a cambio». Maxence, 9 años.
«Es ayudar a los demás para complacerles y complacernos y, de esta forma, hacer el bien». Adrien y Antoine, 8 años y medio.
«Es ayudarse mutuamente para progresar». Louna, 8 años y medio.
Estas palabras, pronunciadas por niños, ilustran hasta qué punto son conscientes de lo necesarias que son la solidaridad y sus ventajas. Para los niños, es natural ser solidarios entre sí, aun cuando les separan miles de kilómetros. Por ello, existen iniciativas solidarias entre niños de diferentes medios sociales y países, entre las que destaca Tapori (término que designa a los niños de la calle en la India).
Tapori está formada por grupos de niños de 52 países. Se trata de una «corriente mundial de amistad» que se basa en intercambios entre niños a través de proyectos comunes. Estos proyectos tienen un carácter educativo, pero también están orientados a la vida cotidiana, lo que permite que los niños descubran otras formas de vida, y les enseña a respetar a los demás y a ayudarse mutuamente.
En el marco de uno de estos proyectos, algunos niños de África van a grabar una canción y diseñar y elaborar un calendario que enviarán a estudiantes franceses; los cuales, por su parte, les mandarán libros. Los grupos colaboran también en un proyecto global, como puede ser la redacción de un libro sobre un tema concreto, en el que cada niño hace su aportación. Asimismo, algunos estudiantes ginebrinos han recaudado donaciones para facilitar la implementación del proyecto en otros países.
Estos ejemplos demuestran que la solidaridad no es exclusiva de los adultos; es más, a veces deberían tomar como modelo a estos niños, que no dudan en contribuir al progreso de cuanto nos rodea.