A pesar de una disculpa nacional hace casi dos décadas, los niños de las Primeras Naciones de Australia siguen siendo separados de sus familias de origen a un ritmo alarmante. En Australia Occidental, los niños aborígenes constituyen solo el 7 por ciento de la población infantil pero casi el 60 por ciento de los menores ubicados en cuidado fuera del hogar. El gobierno debe reforzar urgentemente el apoyo a las familias aborígenes mediante la intervención temprana, la asistencia legal y una mayor participación de las Primeras Naciones, incluyendo la creación de un comisionado especializado.
Las Generaciones Robadas
Entre 1910 y la década de 1970, los gobiernos, las iglesias y los organismos de protección social Australianos separaron por la fuerza a muchos niños aborígenes e isleños del estrecho de Torres de sus familias (Australians Together, s.f.). Se estima que entre uno de cada diez y uno de cada tres niños indígenas fueron apartados por la fuerza de sus familias durante este período (Allam, Collard, 2023), conocido posteriormente como las Generaciones Robadas (Australians Together, s.f.).
Estas separaciones fueron impulsadas por políticas de asimilación destinadas a absorber a los pueblos aborígenes en la sociedad blanca, ya fuera mediante la integración forzada o la creencia de que desaparecerían con el tiempo. Las autoridades se centraban especialmente en los niños de ascendencia mixta, considerados más fácilmente asimilables debido a su piel más clara (Behrendt, 2012).
Los niños fueron colocados en instituciones, hogares de acogida o adoptados por familias no indígenas. Se les negaba el contacto con sus culturas y comunidades, a menudo se les cambió el nombre, se les prohibía hablar las lenguas de las Primeras Naciones (Behrendt, 2012), y se les enseñó a rechazar su herencia. Muchos sufrieron malos tratos, abusos sexuales y fueron engañados al decirles que sus familias habían muerto o los habían abandonado (Allam, Collard, 2023).
La disculpa nacional y su importancia
El 13 de febrero de 2008, el Primer Ministro Kevin Rudd ofreció una disculpa formal a los pueblos indígenas de Australia, en particular a las Generaciones Robadas, en la sede del Parlamento en Canberra. La Disculpa se presentó como una moción en la Cámara y reconoció que:
“Pedimos disculpas por las leyes y políticas de sucesivos parlamentos y gobiernos que han causado un profundo dolor, sufrimiento y pérdida a nuestros compatriotas australianos. Pedimos disculpas, especialmente por la separación de niños aborígenes e isleños del estrecho de Torres de sus familias, sus comunidades y su país. Por el dolor, sufrimiento y heridas de estas Generaciones Robadas, sus descendientes y sus familias que quedaron atrás, lo sentimos.»
– Parlamento de Australia
La Disculpa fue un momento nacional significativo, que reconoció el trauma profundo causado por décadas de políticas sistemáticas de separación. Sin embargo, como demuestra la continua sobrerrepresentación de niños aborígenes en cuidado fuera del hogar familiar, el proceso de sanación y reforma sigue incompleto.
Los niños aborígenes siguen siendo separados de sus familias

A pesar del reconocimiento de esta práctica discriminatoria a expensas de la comunidad aborigen, medio siglo después del final de las Generaciones Robadas, otras razones siguen provocando que los australianos aborígenes pierdan la custodia de sus hijos a un ritmo alarmante (Dellerba, 2024). Según un informe reciente publicado por Human Rights Watch, las autoridades de protección de menores de Australia Occidental están separando de manera desproporcionada a niños de las familias aborígenes y colocándolos bajo el cuidado fuera del hogar (HRW, 2025).
El número de niños aborígenes que se encuentran bajo cuidado fuera del hogar en Australia Occidental se ha disparado en las últimas dos décadas. En 2003, había 570 niños aborígenes en cuidado fuera del hogar, el 35 por ciento de los niños bajo cuidado. Para 2023, esta cifra había aumentado a 3.068 niños aborígenes, el 59 por ciento. Australia Occidental tiene la tasa más alta de sobrerrepresentación de niños aborígenes en cuidado fuera del hogar de cualquier estado o territorio Australiano, y los niños aborígenes tienen 20 veces más probabilidades de vivir en cuidado fuera del hogar que los niños no indígenas (HRW, 2025).
“Las autoridades de protección infantil están separando a los niños aborígenes de sus familias a tasas escandalosamente altas en Australia Occidental debido a un sistema que se centra más en vigilar a las familias que en proporcionarles el apoyo necesario. Separar a los niños de sus familias provoca un trauma duradero y debería ser solo el último recurso.”
– Annabel Hennessy, investigadora en Australia para Human Rights Watch (HRW, 2025)
¿Por qué se siguen separando a los niños aborígenes hoy en día?
Entre las familias entrevistadas, la violencia familiar y doméstica fue la razón más común citada por los padres para explicar por qué el Departamento de Comunidades les había retirado a sus hijos, seguida por acusaciones relacionadas con el consumo de sustancias. Otros mencionaron la situación de calle, acusaciones de negligencia, su propio encarcelamiento, inseguridad alimentaria o acusaciones de violencia física. Un par de padres mencionaron la falta de asistencia escolar de sus hijos o la falta de atención médica como razones (HRW, Report, 2025).
De los 33 padres entrevistados por Human Rights Watch, al menos 25 dijeron que el Departamento de Comunidades había retirado a más de un hijo de su cuidado (el padre promedio entrevistado tenía tres hijos separados). De los 114 niños separados de los 33 padres entrevistados, la ubicación más común fue la custodia familiar, con al menos 55 niños colocados con cuidadores de su familia extendida.
El Departamento de Comunidades colocó a 35 niños con familias de acogida, a 7 en centros de acogida y a un niño con discapacidad en un hospicio con una enfermera. La mayoría de los niños apartados no se habían reunido con sus padres, con solo unos 18 de los 114 niños se reunieron (HRW, Report, 2025).
En los casos en los que el departamento había apartado a los niños de madres debido a la violencia familiar cometida por sus parejas o exparejas, en lugar de apoyarlas para salir de la situación de violencia, a menudo las mujeres dijeron haber recibido un apoyo inadecuado por parte de los servicios gubernamentales o de servicios financiados por el gobierno.
La falta de vivienda y las circunstancias relacionadas con la pobreza también son factores en las decisiones del Departamento de Comunidades para separar a los niños de sus familias. De manera similar, en estos casos, las familias a menudo tenían necesidades insatisfechas y recibieron un apoyo inadecuado en cuanto a alojamiento por parte del departamento (HRW, Report, 2025).
El impacto duradero de la separación de niños en familias y comunidades
La separación de los niños de sus familias tuvo un impacto devastador tanto en quienes fueron reubicados de niños como en sus padres, familias y descendientes (Australians Together,s.f.). Los sobrevivientes de las Generaciones Robadas, sus familias y descendientes han experimentado mayores desventajas que los australianos no indígenas y otras personas de las Primeras Naciones que no fueron separadas (Larkin, 2020).
La separación de los niños de las Primeras Naciones de sus familias les causó un trauma duradero. Muchos sufrieron abusos en hogares estatales o adoptivos y se les hizo sentir vergüenza de su herencia, lo que condujo a la pérdida de identidad cultural y su conexión con la tierra y el idioma (Australians Together, s.f.). A menudo se les decía, falsamente, que sus padres eran abusivos, habían muerto o los habían abandonado, y no se les informaba sobre sus familias biológicas.
La vida en las instituciones era dura. Los niños en estas instituciones estaban altamente controlados, frecuentemente eran castigados de forma severa, pasaban frío y hambre y recibían poca o ninguna muestra de afecto. Los niños separados de sus familias generalmente recibían un nivel de educación muy bajo, ya que se esperaba que trabajaran como obreros y sirvientes domésticos y recibían un pago insignificante, si es que recibían algo (Australians Together, s.f.).
Para los padres y familiares, el trauma de la separación de sus hijos fue igualmente devastador. Muchos nunca se recuperaron del dolor de perder a sus hijos, algunos sucumbieron a la desesperación o recurrieron al abuso de sustancias para intentar sobrellevarlo (Australians Together, s.f.).
El dolor de estas separaciones a menudo fracturó redes familiares enteras, con hermanos separados y comunidades sumidas en el duelo. Incluso hoy en día, muchas personas de las Primeras Naciones siguen buscando a sus familiares perdidos, cargando con el peso emocional de la desconexión y sin poder romper el ciclo de trauma intergeneracional que afecta a toda su comunidad.
El miedo de los padres a buscar apoyo
Muchos padres aborígenes describieron que intentaban dar lo mejor de sí para cuidar a sus hijos mientras se enfrentaban a un escrutinio constante en lugar de recibir apoyo. El miedo a desencadenar una investigación de seguridad infantil impidió que algunos buscaran ayuda financiera, una vivienda o atención médica. Al menos 20 de los 33 padres entrevistados dependían de las prestaciones sociales, pero muchos dijeron que evitaban pedir ayuda porque temían que esto llevara a que les quitaran a sus hijos.
Algunos padres afirmaron que permanecían en relaciones abusivas o evitaban acudir a hospitales tras incidentes de violencia doméstica por temor a que las autoridades les culparan a ellos y se llevaran a sus hijos. Un informe de 2024 del Consejo Australiano de Servicios Sociales descubrió que el 64 por ciento de las personas que dependían de la seguridad social se saltaban comidas o comían menos para sobrevivir, lo que pone de relieve las dificultades generalizadas a las que se enfrentan las familias.
“Las familias aborígenes tienen problemas con la vivienda, y, sin embargo, un hogar seguro —una de las necesidades más fundamentales para que un niño prospere— se les es negado. En lugar de ofrecer apoyo a las familias en apuros, el enfoque del gobierno es quitarles a sus hijos, causando más daño y profundizando las heridas en nuestras comunidades.”
– Marianne Headland Mackay, mujer Noongar y coordinadora de apoyo del Proyecto Nacional de Prevención del Suicidio y Recuperación de Traumas (HRW, 2025)
Mejorar el cuidado y proteger los derechos de los niños
Las Directrices de la ONU sobre las Alternativas de Cuidado de los niños establecen que, además de ser una medida de último recurso, la retirada de un niño del cuidado de su familia debería, siempre que sea posible, ser temporal y por el menor tiempo posible. Las decisiones de separación deben revisarse regularmente, y el retorno del niño al cuidado parental, una vez que las causas originales de la retirada se hayan resuelto o hayan desaparecido, debe responder al interés superior del niño (HRW, Report, 2025).
Promover intervenciones tempranas para los padres en dificultades, aumentar la concienciación comunitaria sobre el apoyo estatal disponible y capacitar a los trabajadores sociales en competencias interculturales son pasos esenciales hacia un sistema más justo y eficaz para los niños de las Primeras Naciones y la comunidad australiana en general.
El gobierno de Australia Occidental debe garantizar que las familias tengan acceso temprano a un apoyo adecuado, incluyendo el acceso a representación legal. El gobierno debería asegurar que las personas de las Primeras Naciones estén en el centro de la toma de decisiones sobre la política de protección infantil.
El gobierno estatal debe establecer un comisionado que inicie investigaciones y reciba y resuelva quejas individuales relacionadas con los niños aborígenes tutelados fuera del hogar familiar (HRW, 2025). Por último, las leyes de protección infantil deben modificarse para incluir el Principio de Colocación de Niños Aborígenes y de las Islas del estrecho de Torres1, que garantiza que la retirada de un niño de las Primeras Naciones de su familia sea una medida tomada como último recurso (Richards, 2024).
“El gobierno de Australia Occidental debe abordar y poner fin urgentemente a estas políticas fallidas y punitivas que resultan en la separación de los niños aborígenes de sus familias y comunidades. Hace tiempo que debería haberse hecho una reforma completa del sistema y debería empezar por conformar un nuevo comisionado estatal para los niños y jóvenes aborígenes con potestad para investigar quejas sobre el cuidado fuera del hogar.”
– Annabel Hennessy, investigadora en Australia para Human Rights Watch (HRW, 2025)

Como ONG, Humanium está firmemente comprometida con el derecho de los niños a la familia a nivel mundial. En nuestro trabajo, sensibilizamos sobre temas críticos y promovemos buenas prácticas para abordar estos problemas y mejorar la implementación de los derechos de los niños en todo el mundo. Si deseas apoyar nuestro trabajo, por favor considera hacer una donación, hacerte voluntario o hacerte miembro.
Escrito por Arianna Braga
Traducido por Sandra Contreras
Revisado por Karen Bello
Bibliografía:
Allam, Collard (2023). Who are the Stolen Generations and what has happened to them? Retrieved from The Guardian at https://www.theguardian.com/australia-news/2023/sep/07/who-are-the-stolen-generations-children-years-and-what-has-happened-to-them, accessed on 13 April 2025.
Arney, F. et al. (2015). Enhancing the implementation of the Aboriginal and Torres Strait Islander Child Placement Principle. Retrieved from Australian Institute of Family Studies at https://aifs.gov.au/resources/policy-and-practice-papers/enhancing-implementation-aboriginal-and-torres-strait-islander, accessed on 13 April 2025.
Australians Together (n.d.). The Stolen Generations – The forcible removal of First Nations children from their families. Retrieved from Australians Together at https://australianstogether.org.au/discover-and-learn/our-history/stolen-generations, accessed on 13 April 2025.
Behrendt, L. (2012). Indigenous Australia for dummies. Retrieved from Wiley Publishing Australia Pty Ltd.
Dellerba, I. (2024). Aboriginal Australian children are too often removed from their families. Retrieved from Le Monde at https://www.lemonde.fr/en/international/article/2024/05/09/aboriginal-australian-children-are-too-often-removed-from-their-families_6670912_4.html, accessed on 13 April 2025.
HRW (2025). Australia: Disproportionate Removal of Aboriginal Children. Retrieved from Human Rights Watch – HRW at https://www.hrw.org/news/2025/03/26/australia-disproportionate-removal-aboriginal-children, accessed on 13 Aprile 2025.
HRW, Report (2025). “All I Know Is I Want Them Home” – Disproportionate Removal of Aboriginal Children from Families in Western Australia. Retrieved from Human Rights Watch – HRW at https://www.hrw.org/sites/default/files/media_2025/03/australia0325%20web_0.pdf, accessed on 13 April 2025.
Larkin, S (2020). Addressing the gap within the gap. Retrieved from the Journal of Indigenous Wellbeing, vol. 5, issue 1 at https://journalindigenouswellbeing.co.nz/media/2024/05/Addressing-the-gap-within-the-gap.pdf, accessed on 13 April 2025.
Parliament of Australia (n.d). Apology to Australia’s Indigenous Peoples. Retrieved from Parliament of Australia at https://www.aph.gov.au/Visit_Parliament/Art/Icons/Apology_to_Australias_Indigenous_Peoples, accessed on 13 Aril 2025.
Richards, S. (2024). Aboriginal children ‘unnecessarily’ removed from families, communities in SA, report finds. Retrieved from ABC News Australia at https://www.abc.net.au/news/2024-06-05/aboriginal-children-and-young-people-report-south-australia/103936806, accessed on 13 April 2025.
- El Principio de Ubicación de Niños Aborígenes e Isleños del estrecho de Torres fue desarrollado en reconocimiento de los efectos devastadores de la separación forzada de niños indígenas de sus familias, comunidades y cultura. Este Principio está recogido en la legislación y en las políticas de todas las jurisdicciones australianas, y aunque su importancia ha sido reconocida en numerosas comisiones de investigación y revisiones de los sistemas de protección infantil y justicia, existen serias preocupaciones sobre su implementación. Estimaciones recientes sugieren que el Principio se ha aplicado plenamente en tan solo el 13% de los casos de protección infantil que involucran a niños aborígenes e isleños del estrecho de Torres (Arney, 2015).
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