Los principios rectores de la Convención sobre los Derechos del Niño

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN o la Convención) comprende cuatro principios fundamentales que guían la aplicación, puesta en práctica e interpretación de la Convención y se basan en todos los derechos y artículos de la Convención. En la práctica, estos cuatro principios están interconectados, no se pueden aplicar sin tener en cuenta los demás y deben entenderse como normativos (un derecho) e instrumentales (una guía). 

Principio de no discriminación

El principio de no discriminación tiene el objetivo de garantizar que todos los niños, sin excepción, puedan disfrutar de sus derechos sin ninguna distinción por «la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales». 

Principio del interés superior del niño 

El principio del interés superior del niño garantiza que «en todas las medidas concernientes a los niños […] una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño». 

Principio de la vida, la supervivencia y el desarrollo

El principio de supervivencia y desarrollo garantiza a los niños no solo el derecho a no ser asesinados, sino también a que se garanticen sus derechos económicos y sociales en la máxima medida posible.

Principio de inclusión y participación

El principio de inclusión y participación determina que todos los niños deben poder expresar sus opiniones libremente y tienen derecho a que se respeten sus puntos de vista.