Niños de Nueva Zelanda
Descubriendo los Derechos del Niño en Nueva Zelanda
En general, los derechos de los niños en Nueva Zelanda están bien establecidos. Sin embargo este país de Oceanía oculta algunas de sus zonas más oscuras en lo concerniente a los derechos de los niños, especialmente en cuanto a la situación de los niños en la minoría maorí. Los niños pertenecientes a tales comunidades sufren discriminación, abusos, trata de personas y secuestros.
Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño : 9,33 / 10 Nivel verde: Situación buena Población: 4,3 millones Esperanza de vida : 81,1 años |
Principales problemas que afectan a los niños en Nueva Zelanda:
Pobreza
En las familias que perciben ingresos inferiores al 60% de la media del país, un 20% de los niños sufre pobreza.
Abuso
Los estudios de UNICEF han revelado que casi 3,500 niños menores de 15 años mueren cada año en los países industrializados a consecuencia de maltratos y negligencia.
La tasa de abuso infantil en Nueva Zelanda es una de las más altas de los países desarrollados. Por ejemplo, el índice de mortalidad por maltrato infantil es de 4 a 6 veces más alto en Nueva Zelanda que en Noruega. El gobierno, que ya no puede cerrar los ojos ante la seriedad de la situación, invierte 2000 millones de dólares cada año en la lucha contra el maltrato infantil.
Prostitución infantil
En Nueva Zelanda muchas chicas jóvenes se ven forzadas a la prostitución. Un estudio dirigido por el Prostitution Law Review Committee (PLRC, Comité de Revisión de la Ley de la Prostitución) de abril del año 2004, estima que aproximadamente 200 menores son obligados a prostituirse y a menudo más de 12 horas al día.
De acuerdo a las instituciones policiales de Nueva Zelanda, hay aproximadamente 500 mujeres y jóvenes tailandesas trabajando en el negocio del sexo en Auckland. En su intento por desarticular la red de tráfico de personas, la policía se enfrenta a muchos obstáculos, ya que las víctimas a menudo están controladas por proxenetas. Muchas mujeres tienen demasiado miedo para presentarse a la policía y hacer una declaración ya que esto implica complicaciones legales.
Mediante el trabajo con organizaciones no gubernamentales (ONGs) el gobierno está intentando regular el problema de financiamiento de programas, como los proyectos de alojamiento y otras formas de ayuda, con el objetivo de ayudar a las jóvenes a abandonar la prostitución y reintegrarse en la sociedad.
Tráfico de niños
El tráfico de niños en Nueva Zelanda es más importante de lo que uno se imaginaría. Por el momento, el problema permanece manejable. Sin embargo, La Comisión de Derechos Humanos reconoce que podría llegar a ser más serio.
El gobierno, en colaboración con ONGs, ha implementado un plan de acción contra la explotación comercial de los niños. La prostitución no es la única forma de explotación. Con frecuencia los hombres “hacen los pedidos” de su futura esposa a través de las redes de trata de personas. Estos niños pierden su autonomía y libertad y se convierten simplemente en víctimas del sistema de trata de personas.
La situación de los niños en las poblaciones indígenas
Los maorís llegaron a Nueva Zelanda en el siglo XI. En el año 2006 esta comunidad representaba el 14,6% de la población del país. Sin embargo, esta minoría aún vive al margen de la sociedad y es objeto de numerosas formas de discriminación, en las que los niños soportan la peor parte.
Frente a la imagen idílica que la gente tiene de Nueva Zelanda, en realidad este país esconde muchos problemas, como las numerosas bandas maorís que surgieron tras la radical reforma económica. En este contexto, las comunidades maorís fueron desarraigadas y las familias se desarticularon, allanado el terreno para la violencia y la pobreza.
La ausencia de padres se ha convertido en algo común, y estos a menudo se han dado al alcohol, a las drogas y a la violencia doméstica. Esta situación explica los niveles alarmantes de maltrato infantil en Nueva Zelanda, y la tasa de infanticidio, que es una de las más altas de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).
Los jóvenes se refugian en sus bandas, que consideran un substituto de la familia, si puede llamarse así. Las bandas les dan un estatus y seguridad, incluso aunque a menudo les conduzca a una espiral descendente que comienza con la venta de drogas.
Los niños maorís están claramente discriminados en lo referente a educación. La mayoría no tiene acceso al sistema normal de educación y, a pesar de que se han implementado muchos programas para ayudar a esta comunidad, el nivel de educación es deficiente y las tasas de abandono escolar permanecen altas.
Secuestro de niños
Según el Ministerio de Justicia neozelandés un gran número de niños son raptados en Nueva Zelanda y enviados al extranjero cada año (61 casos en 2006). Ese año (2006), hubo también 31 casos de niños secuestrados en otros países y conducidos a Nueva Zelanda.
Para eliminar los secuestros Nueva Zelanda ha implementado una serie de medidas preventivas. Entre estas se encuentran: puestas en marcha para prevenir que se saquen a los niños de Nueva Zelanda sin consentimiento y un mandato que sitúa a un niño bajo protección.
Medio ambiente
Con 7,8 toneladas de emisiones de CO2 por persona por año, Nueva Zelanda está relativamente bien clasificada en cuanto a protección ambiental. Sin embargo, para respetar el derecho de los niños a crecer en un ambiente saludable y seguro, siempre hay lugar para que el país mejore su huella ecológica y para reducir más los niveles de sustancias nocivas.