Todos somos migrantes: el camino hacia la libre circulación de humanos

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El Día Internacional del Migrante ofrece un momento clave para centrar la atención en las personas migrantes alrededor del mundo; así como las desigualdades sobre las cuales se postula el movimiento humano. Humanium considera que la difícil situación de las personas que son migrantes forzosos y refugiados debería estar en el centro de nuestro trabajo hacia un futuro mejor.

¿Qué es el Día Internacional del Migrante?

El Día Internacional del Migrante, el 18 de diciembre, se encuentra entre los ‘días internacionales’ de Naciones Unidas con la finalidad de: “crear más diálogos e interacciones entre países y regiones, así como impulsar el intercambio de experiencias y oportunidades de colaboración” (Naciones Unidas, 2019). La migración no tiene una definición universal ni legal, por lo tanto, abarca todo el movimiento humano, haciéndonos a todos migrantes. En el marco de la migración internacional, el desplazamiento forzoso es un tema clave que afecta desproporcionadamente a mujeres y niños, haciéndolo algo particularmente cercano a nuestros corazones, mentes y acciones, aquí, en Humanium.

Estadísticas de Migración Sumariadas (ACNUR)

  • Hay alrededor de 272 millones de migrantes internacionales en el mundo;
  • 80% de los refugiados vive en países vecinos al país de origen;
  • De los 70.8 millones de personas desplazadas forzosamente en el mundo;
    • 58.3% son desplazados internos
    • 36.5% son refugiados
    • 4.9% son solicitantes de asilo
  • Los países que acogen más refugiados son, por orden: Turquía, Paquistán, Uganda, Sudan y Alemania;
  • 38 millones migrantes internacionales son menores de 20 años;

De qué hablamos cuando hablamos de migración

Las terminologías radicalizadas deformadas y confusas que denotan ‘migrante’, ‘refugiado’, ‘migrante económico’, ‘migrante climático’, ‘refugiado climático’, ‘solicitante de asilo’, ‘desplazado forzoso’ pueden servir a veces para debilitar nuestra capacidad de hablar significativamente fuera de etiquetas y estereotipos.

Por más colectivos que parezcan los términos ‘migrante’ y ‘refugiado’ – en su primera expresión, debe hacerse un reconocimiento a la diversidad y a la falta de unidad que estos términos tan limitados denotan inherentemente. Sin lugar a duda, frente a las formas defectuosas y deshumanizadoras de comprender los fenómenos de refugio y migración forzada, el mejor término a adoptar es ‘personas’.

A pesar de la cobertura de los medios corporativos europeos, a menudo de escasa utilidad, de lo que se conoce como la ‘crisis migratoria’, la migración no es en sí misma un problema – es la búsqueda de una solución. En Humanium creemos en el derecho de todas las personas a la libertad de movimiento y a la libertad de migrar, particularmente para preservar la seguridad y el bienestar. Cada humano merece tener el derecho de abandonar su país y acceder a otro, ya que muchas personas intentan huir de la desigualdad global que ha contribuido a situaciones insostenibles en sus lugares de origen (The Guardian, 2019).

El defectuoso marco legal de la migración internacional

En los niveles locales, nacionales e internacionales existe una plétora de mecanismos que forman el paradigma legal en el cual la migración tiene lugar. Se ha erigido un marco legal de criminalización del movimiento humano de persona desplazadas a la fuerza, tal como podemos ver con ambas ‘paredes’ físicas y legales en los EE.UU. y Europa. Los seres humanos y su movimiento se han convertido en ‘ilegales’, resultando en detenciones masivas, destitución y desplazamiento forzado – así como también se están haciendo esfuerzos de acomodación y solidaridad (ver artículos en el blog de Humanium sobre detenciones de niños migrantes, parte 1 y parte 2). Aunque hay poderosas razones para la esperanza y la aspiración a un mundo mejor para personas migrantes, nosotros no debemos dejar de movernos hacia un contexto de migración más justo.

Además, ante la emergencia climática global, no existe un marco para acomodar a los millones de personas que serán (y están siendo) desplazadas por desastres climáticos. Los refugiados climáticos no tienen estatus internacional ni, en la mayoría de los casos, en los marcos nacionales, dejándolos vulnerables y ampliamente incapacitados para acceder a sus derechos. En tanto que el desarrollo sostenible y la humanidad forman las columnas centrales de los principios éticos de Humanium, nosotros consideramos que la mejoría y el desarrollo de un marco legal son uno de los pasos clave hacia un futuro mejor y más seguro para niños alrededor del mundo, con un Protocolo Adicional III a la Convención de los Derechos de los Refugiados de 1951 que explícitamente aborde el dilema de los refugiados climáticos, sería seguramente una de las soluciones más pertinentes.

Como organización para la promoción y el cumplimiento de los derechos del niño, Humanium siempre centra las leyes y los derechos de las personas en el centro de nuestra estrategia humanitaria. Por ejemplo, Humanium opera una línea de ayuda online donde nosotros hacemos todo lo posible para brindar orientación y asesoramiento personalizados sobre los derechos de los niños en todo el mundo. Por esta razón, entonces, la comprensión de las leyes que rodean la migración es integral para abordar el monumental impacto humano que ésta exige.

Desigualdades de la migración y la emergencia climática

Las desigualdades erigidas a través de nuestra sociedad global definen el movimiento humano. La capacidad de cruzar fronteras dicta quién tiene derecho a acceder a qué espacios y hacia dónde moverse. La vida en la que hemos nacido, nacionalidades (o falta de ellas), y circunstancias socioeconómicas dictan los modos en los que la migración ocurre. Si elegimos movernos o si somos empujados a ello; si vamos por el mundo en busca de trabajo, vacaciones y viajes, o si somos desplazados internos durante décadas dentro de nuestras propias fronteras.

Otra fuente de desigualdad, la emergencia climática es algo que afecta abrumadoramente a las personas que son financieramente pobres, y limita severamente su capacidad de moverse desde espacios peligrosos a otros seguros. Nuestro derecho al movimiento está íntimamente relacionado con nuestro derecho al espacio, y a existir de manera segura y en pleno bienestar en el planeta en el que residimos. Al celebrar el Día Internacional del Migrante, podemos tomar tiempo para reflexionar sobre el significado, las implicaciones y las realidades vividas en la migración, y usarlo como un trampolín para tomar medidas efectivas.

Considere contribuir al cumplimiento de los derechos de los niños alrededor del mundo participando en los esfuerzos de Humanium de proteger estos derechos. Puede hacer una donación, convertirse en miembro de Humanium, y unirse a la comunidad de Humanium, donde estamos trabajando para hacer del mundo un lugar mejor.

Escrito por Josie Thum

Traducido por Susana Ibarz De La Torre

Citaciones

Maya Goodfellow, Podcast: ’A dizzying maze: how the UK immigration system is geared to reject’, The Guardian’s Audio Longreads (The Guardian, 2019).

ACNUR, ’Figures at a glance’ (ACNUR, 2019), extraído de: <https://www.unhcr.org/ph/figures-at-a-glance>, accedido 29.11.2019.

Naciones Unidas Eventos, ’International Migrants Day’ (Naciones Unidas, 2019), extraído de: <https://www.un.org/en/events/migrantsday/>, accedido 29.11.2019.

Naciones Unidas Noticias, ‘The number of international migrants reaches 272 million, continuing an upward trend in all world regions, says UN’ (Naciones Unidas, 2019), extraído de: <https://www.un.org/development/desa/en/news/population/international-migrant-stock-2019.html>, accedido 29.11.2019.

Organización Mundial de la Salud, ’International Migrants Day’ (2019), extraído de: <https://www.who.int/life-course/news/events/intl-migrants-day/en/>, accedido 29.11.2019.