Resulta enojoso constatar que, en los albores del siglo XXI, cerca de 2,8 millones de personas (ATD Quart Monde, s.d.) viven en la miseria, con menos de dos dólares al día. Es evidente que, a pesar de todo el progreso conseguido por la humanidad en áreas como la medicina, la ciencia y la tecnología, una minoría nada despreciable sigue quedando en el olvido.
El 17 de octubre es una jornada consagrada a la lucha contra la pobreza extrema y, de este modo, en este día mundial en el que se rechaza la miseria se cede también la palabra a aquellas personas que viven en condiciones de pobreza y reúne a millones de personas en todo el mundo para que se movilicen para luchar contra la extrema pobreza.
El origen del día internacional para la erradicación de la pobreza
La celebración del día internacional para la erradicación de la pobreza se remonta al 17 de octubre de 1987 (Naciones Unidas) a raíz de la congregación de un millar de personas en París, en el Palacio de Trocadero, donde la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración universal de los derechos humanos en 1948.
El objetivo de esta reunión fue rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre. Con esta manifestación, «militantes de todos los países reafirmaron de esta manera que la pobreza es una violación de los derechos humanos y que se deben adoptar acciones en común para hacer que se respeten estos derechos» (Naciones Unidas). Se dedicó una losa a esta iniciativa impulsada por Joseph Wresinski en honor a las víctimas de la miseria que fue desvelada en este día en la plaza de las libertades y los derechos humanos, en Trocadero.
Desde 1987, este día mundial en el que se rechaza la miseria se celebra todos los 17 de octubre. Permite de este modo a las personas en situaciones de precariedad hacerse oír y reiterar el compromiso del mundo en la lucha contra la pobreza.
A pesar del entusiasmo y la movilización de los estados, de las organizaciones internacionales, de la sociedad civil y de las iniciativas personales, se debe subrayar que todavía queda mucho por hacer en el marco de la lucha contra la pobreza.
Algunas cifras sobre la pobreza
El Banco Mundial, en su informe de 2018 sobre la pobreza y la prosperidad expone cuál es la situación de la pobreza en el mundo. Según ellos, la extrema pobreza está en retroceso. El número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza pasó de 1,9 millones en 1990 a 700 millones en 2015 (Grupo Banco Mundial, 2018). Hay que precisar que, a nivel internacional, el umbral de la pobreza se ha establecido en 1,90 dólares al día por persona. Entendemos así que gran parte de la población mundial vive con menos de esta cifra al día.
Sin embargo, la reducción de la pobreza sigue siendo desigual. De hecho, algunas regiones continúan viéndose fuertemente afectadas por la pobreza. Se trata principalmente de regiones en el África subsahariana y del Sur de Asia que concentran el 85% de las personas pobres del mundo. Estas dos regiones tienen una población total de unos 600 millones de personas pobres (Grupo Banco Mundial, 2018). Los países más poblados en estas zonas son los más afectados. Entre ellos se encuentran Nigeria, Etiopía, la República Democrática del Congo, la India y Bangladesh.
Las regiones de Oriente Medio y África del Norte no alcanzan cifras tan elevadas en cuanto a pobreza se refiere, pero están viviendo un desarrollo rápido de la pobreza que resulta bastante inquietante. En dos años, el número de personas pobres en estas zonas prácticamente se ha duplicado pasando de 9,5 millones a 18,7 millones (Grupo Banco Mundial, 2018). Este aumento tan rápido viene explicado por la violencia que reina allí, que en efecto está provocando que la pobreza eche raíces, convirtiéndola en un fenómeno difícil de erradicar.
Estos millones de personas viven en condiciones que se podrían cualificar de atroces. Evidentemente los más vulnerables son los niños, que nacen en estas condiciones y a menudos se ven incapaces de escapar ciertas plagas que surgen de sus condiciones de vida.
Las consecuencias de la pobreza sobre los niños
Cerca de 385 millones de niños viven en condiciones de pobreza (Banco Mundial, 2016). Cada día, 30.000 niños menores de cinco años mueren de enfermedades que podrían ser evitadas y 448 millones de niños sufren insuficiencia ponderal (ATD Quart Monde, s.d.).
Estas cifras subrayan la amplitud de un fenómeno que no evita a los niños.
Además del aspecto económico que reviste la pobreza, atenta directamente con los derechos fundamentales y las libertades de las personas. El derecho a la vida, a la alimentación, a la salud, a la educación, son derechos cuya ineficacia se encuentra enraizada en la pobreza extrema que afecta a los niños procedentes de hogares pobres.
La pobreza extrema expone de este modo a los niños a numerosos riesgos. Entre otros, encontramos la explotación, la trata, los matrimonios a edades tempranas o incluso la inmigración ilegal. Los efectos a largo plazo que tienen sobre los niños para nada son despreciables. De hecho, la desnutrición y las enfermedades durante la infancia temprana tienen un impacto significativo en el desarrollo cognitivo y en el crecimiento de os niños. Su desarrollo en esta etapa es decisivo. Las enfermedades que se dan en este período de su vida les convertirán en adultos menos productivos para la sociedad. Como consecuencia de este fenómeno: la transmisión de generación en generación de la pobreza (Organización Mundial de la Salud, 2007).
Estos riesgos se ven incrementados en estados frágiles y en los entornos de conflicto.
Estos seres tan vulnerables son víctimas de explotación sexual, de violencia sexista, y son recluidos como niños soldado. La triste constante de estas condiciones es que el Estado no representa un apoyo real, pues se muestra incapaz de aportar ayuda de cara a las amenazas y a menudo es el causante de las mismas. Los servicios públicos no funcionan o no funcionan bien, lo que priva a estos niños de los servicios sociales mínimos que necesitan para su desarrollo (Save The Children, 2016).
Algunos efectos de la pobreza son de carácter personal. Los niños se resienten de la vergüenza, de la frustración y de la humillación que resulta de la exclusión y la marginalización de sufren por su condición. En este sentido, parece por lo tanto importante reaccionar y tomar más acción, para continuar la lucha contra la pobreza y ofrecerles a los niños un marco mejor.
Éradiquer la pauvreté infantile doit être une priorité absolue
Erradicar la pobreza en los niños debería ser una prioridad para todos. Se trata de una batalla o lucha que permite garantizar un mundo mejor para las generaciones venideras.
En este sentido, la lucha contra la pobreza infantil pasa inevitablemente por establecer políticas y programas cuyos ejes sean las necesidades de los niños en situaciones de pobreza extrema. Es importante tomar medidas para reducir las desigualdades todos los niveles. Las acciones de los gobiernos deben ir encaminadas por lo tanto a garantizar principalmente un mejor acceso a la salud y a la educación, además de una mejor protección de la infancia.
Que se den estas condiciones recae sobre todo bajo la responsabilidad de los gobiernos y pueden convertirse en duraderas si se intensifican los esfuerzos puestos en marcha para mejorar los ingresos nacionales de manera justa y transparente, sobre todo para recuperar los flujos financieros ilícitos para utilizarlos con la finalidad de reducir la pobreza y promover el desarrollo humano. Al tiempo que los gobiernos persiguen estos objetivos para los niños, las asociaciones junto con la sociedad civil y las organizaciones internacionales pueden facilitar este cambio de manera rápida (Save The Children, 2016).
En Humanium ponemos principalmente la atención sobre una educación de calidad y también en la salud. Como agente comprometido con la lucha contra la pobreza infantil, Humanium se implica en esta batalla contribuyendo a mejorar la eficacia del derecho a la educación. De este modo, se han construido muchas escuelas en colaboración con Hand In Hand India para permitir el acceso de más niños en la India a una educación escolar y romper el círculo vicioso de la pobreza. En Ruanda hay en marcha 5 escuelas gracias a una colaboración con AVSI.
Por otro lado, luchamos contra la pobreza a través de programas de microfinanzas que permiten a las madres adquirir autonomía financiara y poder entonces hacerse cargo de sus familias. La organización de talleres para que se entienda la importancia del derecho a la educación de los niños es también un elemento clave en la lucha contra la pobreza infantil. Estamos profundamente convencidos de que la educación es un medio privilegiado para poner fin a la pobreza.
Luchar contra la pobreza extrema en cualquiera de sus formas es de vital importancia. Al comprometernos con esta lucha, los niños verán que sus derechos son respetados para que ellos se puedan desarrollar y convertir en padres aptos que puedan cubrir las necesidades de sus hijos cuando les corresponda. Esta es una misión en la que los gobiernos, las organizaciones y la sociedad civil deben invertir sin reserva alguna.
Escrito por Habib Kouamé
Traducido por Nieves Carazo
Referencias
ATD Quart Monde. (s.d.). Combien y a-t-il de pauvres? Récupéré sur ATD Quart Monde agir tous pour la dignité: https://www.atd-quartmonde.org/faq/combien-y-a-t-il-de-pauvres/
Banque Mondiale. (2016, Octobre 3). Récupéré sur Banque Mondiale: https://www.banquemondiale.org/fr/news/press-release/2016/10/03/nearly-385-million-children-living-extreme-poverty-joint-world-bank-group-unicef-study
Nation Unies. (s.d.). Journée internationale pour l’élimination de la pauvreté. Récupéré sur un.org: https://www.un.org/fr/events/povertyday/background.shtml
Save The Children. (2016). CHILD POVERTY What drives it and what it means to children accross the world. London.
World Bank Group. (2018). Poverty and shared prosperity 2018. Washington DC.
World Health Organization . (2007, March). Early Child Development: a powerful equalizer. p. 28.
