Niños de Filipinas

Niños de Filipinas

Descubriendo los derechos del niño en Filipinas

Los filipinos se han visto afectados desolados por frecuentes conflictos armados y catástrofes naturales, pero actualmente están experimentando un desarrollo que promete mejorar su situación en el futuro. El respeto a sus derechos infantiles también está mejorando y, aunque están lejos de ser totalmente cumplidos, la apertura del país y el deseo de cambiar ha generado la esperanza de que pronto se realizarán mejoras mucho más grandes.

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Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño:7,36/10
Nivel rojo: Situación difícil

Población: 105,7 millones
Pob. 0-14 años : 34 %

Esperanza de vida : 68,7 años
Mortalidad – de 5 años : 22 ‰

Principales problemas que afectan a los niños en Filipinas:

Pobreza

En Filipinas, casi uno de cada tres individuos vive por debajo del umbral de la pobreza mientras que el país está en una completa expansión económica. Aunque exista la esperanza de una mejora, la situación actual sigue siendo deprimente para un gran número de familias.

Las familias pobres sufren frecuentemente hambre o malnutrición, lo que conlleva numerosos problemas de salud, especialmente entre los niños ya que son físicamente más vulnerables que los adultos.

Salud

La tasa de mortalidad infantil es particularmente alta en Filipinas y el parto es peligroso para el niño y para la madre. De hecho, el número de madres que mueren durante el parto sigue siendo bastante alto, especialmente entre las mujeres jóvenes quienes hacen frente a embarazos no deseados debido a la falta de información y anticonceptivos. Asimismo, cerca de uno de cada cinco recién nacidos presenta carencias alimentarias desde el nacimiento.

Además, el acceso a servicios médicos y sanitarios sigue siendo complicado en las regiones más remotas del país y, por supuesto, es en estas zonas donde la desnutrición y sus consiguientes problemas son más virulentos.

Finalmente, nadie se hace responsable de los niños que padecen problemas mentales, estos siguen siendo marginados y no reciben los cuidados apropiados.

Trabajo infantil

Más del 10% de los niños filipinos se ven obligados a trabajar para atender las necesidades de sus familias.

Casi un millón de jóvenes filipinos están involucrados en la recuperación de los residuos en los vertederos públicos. Trabajan en condiciones totalmente insalubres, a menudo resulta en consecuencias graves para la salud.

Otros niños encuentran empleo en los sectores rurales. Trabajan sin descanso en plantaciones de azúcar, arroz o té dependiendo del caso. También trabajan en el sector pesquero que está altamente desarrollado.

Derecho a la no discriminación

Niños nacidos fuera del matrimonio: estos niños son objeto de una gran discriminación en Filipinas. La ley, por ejemplo, aún se refiere a ellos como niños “ilegítimos”, un término bastante negativo e injusto teniendo en cuenta que ellos no eligieron nacer en esas condiciones. Asimismo, su derecho a heredar se ve considerablemente limitado. Definitivamente no están en igualdad de condiciones con respecto a los niños nacidos de padres casados.

En cuanto a los niños provenientes de minorías autóctonas, éstos a menudo son víctimas de actos racistas, ya que la legislación no los protege. Sus opiniones pocas veces se tienen en cuenta, aunque se han realizado grandes progresos en relación a los niños de las personas no nativas en todo el país.

En cuanto a la educación, la sanidad o incluso el derecho a la vida, los niños no nativos son tratados normalmente de forma menos favorable que los demás.

Niñas: ellas tampoco pueden disfrutar plenamente de sus derechos. Las niñas son objeto de evidentes prácticas discriminatorias que, en ocasiones, continúan durante toda su vida. Las mentalidades deben sufrir grandes cambios si se quiere hacer realidad la igualdad de sexos.

Niños discapacitados: en Filipinas son muy numerosos debido a problemas relacionados con la higiene y la nutrición. El país debe crear aún un número suficiente de establecimientos que puedan atender adecuadamente las necesidades de estos niños. En consecuencia, su acceso a la educación y los servicios sanitarios sigue siendo muy limitado.

Niños soldado

Filipinas es uno de los 20 países en los que los niños se ven obligados a ser soldados en conflictos armados. Algunos grupos armados han declarado recientemente que no utilizarán más niños para sus actividades, sin embargo, la ausencia total de niños soldados está aún lejos de ser cierta.

El uso de niños soldados está totalmente prohibido por la Convención Internacional de los Derechos del Niño, es una práctica aborrecible cuyos efectos sobre la salud y el bienestar de los niños son completamente negativos. Estos niños viven en un entorno violento y cruel donde están en constante peligro de morir asesinados. Sus modelos a seguir son hombres brutales y agresivos cuya influencia en su desarrollo es claramente muy negativa.

Matrimonio infantil

El 14% de las mujeres jóvenes en Filipinas se casan antes de los 18 años. Se les prepara desde muy temprano para su futuro papel como esposa. Sin embargo, estos matrimonios en ocasiones tienen efectos negativos en la salud de las niñas quienes no comprenden lo que supone el matrimonio.

Violencia infantil

En Filipinas el castigo corporal es una práctica frecuente dentro de la familia, pero su prohibición no está contemplada en ninguna legislación. Por eso muchos niños sufren diariamente la violencia a manos de sus padres que los tratan de forma cruel y humillante.

Los niños son igualmente victimas de abuso infantil en algunas familias. Estos son crímenes serios y, frecuentemente, no son condenados. El sistema judicial tampoco protege al niño adecuadamente de las amenazas e intimidaciones por parte de los criminales.

Justicia para menores

El Comité de los Derechos del Niño ha expresado su más profunda preocupación por la justicia en favor de los menores. En relación al conflicto armado, existen numerosas ejecuciones y encarcelamientos con niños involucrados. El asesinato de niños es una violación seria de la Convención de los Derechos del Niño y esos crímenes aún no se castigan. Filipinas necesita, por lo tanto, realizar un mayor esfuerzo para poner freno a estas prácticas y hacer responsable de sus actos a los autores de estas atrocidades. Como tal, la búsqueda de la justicia en relación a estos crímenes es insuficiente y los resultados son profundamente decepcionantes.

Además, hay cientos de personas que son víctimas de desapariciones forzosas en Filipinas. Cuando regresan (lo que es bastante raro), vienen con traumas físicos y mentales como resultado de su experiencia.

Los niños que están en prisión no son protegidos de facto como debería ser. Aunque la legislación del país prohíbe el tratamiento inhumano y degradante, numerosos informes muestran que los niños en prisión todavía son objeto de tortura.

Derecho a una identidad

El 17% de los nacimientos no se registran de forma oficial en Filipinas, y aunque el país ha realizado algunos progresos en este tema, no todos los niños pueden beneficiarse de estas mejoras. De hecho, la mayoría de los niños musulmanes y no nativos carecen de una identificación oficial.

Esto les trae grandes dificultades porque, debido a que no existen ante los ojos de la sociedad, no pueden disfrutar de sus derechos plenamente.