Niños de Bulgaria

Niños de Bulgaria

Descubriendo los derechos infantiles en Bulgaria

A pesar de los esfuerzos realizados para mejorar los derechos infantiles en Bulgaria, el país aún tiene una larga trayectoria por recorrer en lo que respecta a cuestiones relativas al abuso de menores, trabajo infantil y discriminación hacia los niños romaníes o gitanos.

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Índice de Cumplimiento de los Derechos del Niño : 8,43 /10
Nivel amarillo : Situación satisfactoria

Población : 7,09 millones
Pob. de 0 – 14 años : 13,8 %

Esperanza de vida: 73,6 años
Mortalidad en menores de 5 años: 9 ‰

Principales problemas que afectan a los niños en Bulgaria :

Pobreza

Actualmente, Bulgaria sigue siendo uno de los países más pobres, tanto de la Unión Europea como de la región de los Balcanes. Muchas familias no pueden alimentar adecuadamente a sus hijos, impidiendo a las nuevas generaciones crecer de manera saludable.

Lo que más afecta a las comunidades de minoría étnica romaní es la pobreza: tienen una tasa de desempleo por encima del 80%; a menudo, los niños tienen que trabajar para ganarse la vida; y en el trabajo, los adultos sufren de discriminación. Como consecuencia, la infancia se ve afectada, ya que los padres no pueden satisfacer sus necesidades básicas

Niños de la calle

Durante mucho tiempo, se han ido tomando medidas para implementar los derechos infantiles y responder a las necesidades de aquellos que viven en la calle, por ejemplo mediante campañas para aumentar la sensibilización de la población y enriquecer el conocimiento público de la situación. Sin embargo, hoy en día, entre 2,500 y 4,000 niños siguen durmiendo a la intemperie, siendo la mayoría niños romaníes, que encuentran refugio en las grandes ciudades de Bulgaria.

Estos niños viven su día a día bajo condiciones espantosas, además de que son particularmente vulnerables a la trata y a la explotación económica o sexual. La falta de cuidados porparte de los adultos y la falta de alimentos son algunas de las realidades a las que se enfrentan.

Derecho a la igualdad

Aunque el Estado ha realizado intentos coordinados por luchar contra la discriminación, los niños romaníes, aquellos que se encuentran en situación de acogida y aquellos que tienen alguna discapacidad, son objeto de continua discriminación. Lo mismo sucede en el ámbito de la educación.

De hecho, la segregación de las comunidades romaníes es altamente preocupante. En Sofia hay colegios para niños romaníes, caracterizados por bajas tasas de aprobados y altas tasas de abandono escolar.

Por otro lado, la integración de niños discapacitados en escuelas comunes no es más que un vago objetivo gubernamental. Se considera que gran parte de estos niños son incapaces de seguir el plan de estudios ordinario, por lo que son destinados a colegios especiales que ni siquiera reciben la financiación necesaria para realizar ese tipo de tareas.

Justicia infantil

En Bulgaria, los niños aún no pueden testificar en juicios relacionados con ellos o que les puedan afectar, ya sean casos de derecho civil (familia o divorcio), penal o simplemente administrativo. La opinión de un niño no tiene suficiente consideración en tales situaciones. La calidad de la prueba y la veracidad del testigo tienen mucho más peso que su edad.

Asimismo, el Estado aún no ha creado tribunales especializados de menores, y a pesar de que la ley que regula la delincuencia juvenil determina que la edad mínima de responsabilidad legal es de 14 años, niños de 8 años pueden llegar a participar en la prevención de delitos y en planes de reeducación.

Por último, hay que destacar que se acoge a jóvenes en centros de menores , no sólo como último recurso y que el número de niños en dichos centros sigue siendo muy alto.

Maltrato infantil

A pesar de que el castigo físico es ilegal, algunos niños continúan sufriendo maltratos en los colegios o en sus casas, a veces incluso dentro de sus lugares de trabajo y en el sistema judicial.

En 2011, la agencia nacional para la protección infantil, registró más de 2.000 casos de maltrato infantil y 1.800 de esos casos tuvieron lugar dentro de los hogares.

Decidido a frenar este crecimiento, el gobierno acaba de lanzar un plan nacional de prevención contra el maltrato infantil. Se han implementado medidas para aumentar la sensibilización, así como medidas para poner a las víctimas del maltrato en régimen de acogida.

Salud

Aunque la tasa de mortalidad infantil mejora, el acceso a la sanidad es limitado y costoso. Esta situación afecta especialmente a los niños romaníes, que son objeto de discriminación, así como a aquellos niños que viven en zonas rurales.

Asimismo, enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis o el SIDA, afectan cada vez más a los adolescentes. El Estado no ha establecido suficientes medidas preventivas y en consecuencia, los jóvenes no están debidamente informados de los peligros del sexo sin protección.

Sin embargo, se ha mejorado la sanidad pública gracias a las reformas del sistema sanitario y la adopción de planes especiales de asistencia sanitaria para minorías étnicas, que de otro modo serían objeto de discriminación.

Niños huérfanos

Aunque el Estado ha realizado mejoras para fomentar los derechos del niño en las familias, el apoyo a las familias vulnerables (aquellas que tienen hijos discapacitados, familias monoparentales y aquellas seriamente afectadas por la pobreza) continua siendo insuficiente.

Sin ayuda financiera u otro tipo de ayuda del Estado, las familias destruidas por la pobreza, optan por abandonar a sus hijos. Estos niños son llevados a centros de acogida o en algunos casos se envían a centros de menores infractores.

No obstante, los niños que son adoptados por familias o en centros de acogida, no protege necesariamente a estos niños de la negligencia. El hecho de que sobrevivan no solo depende de los gastos de alimentación, educación o sanidad, sino también de sus educadores, muchas veces poco cualificados.

Además, aunque los controles aplicables por la adopción internacional y nacional son más estrictos, la autoridad central responsable de las adopciones no tiene la capacidad humana o financiera para realizar este control de manera adecuada.

Un número cada vez mayor de niños, en especial aquellos que provienen de las comunidades romaníes, están en listas de adopción, por lo que se hace muy difícil encontrar a familias adoptivas.

Tráfico de menores

En los últimos años, el gobierno búlgaro ha encubierto varios casos de tráfico de menores de Bulgaria a Francia, Grecia y otros países. En 2011, 138 casos de trata de personas se llevaron a los tribunales; 7 de esos casos estaban relacionados con bebés recién nacidos y otros 29, con mujeres embarazadas llevadas ilegalmente a otros países para vender sus bebés.

Los niños nómadas son las primeras víctimas de esta práctica. Las madres, desesperadas por la situación de pobreza, son llevadas a otros países por bandas de traficantes y acaban prostituyéndose. Algunas venden sus hijos a parejas de extranjeros que buscan adoptar. Los precios rondan entre los 5.000 euros por niña y 6.000 por niño.

Otros niños se compran con fines de explotación. De hecho, durante miles de pequeños búlgaros 8 a 13 años se pueden «comprar» o eliminadas a su país con sus familias por los traficantes que trafican en Europa para obligarlos a robo, la mendicidad y la prostitución .

Trabajo infantil

El estado tiene el trabajo infantil limitada por la ley y tiene un plan nacional contra las peores formas de trabajo de menores. El gobierno búlgaro parece realmente decidido a combatir el trabajo infantil. Un nuevo reglamento prohíbe ahora a las empresas a emplear a jóvenes mayores de 15 años y de 16 años para trabajos peligrosos o degradantes.

Sin embargo, un gran número de esos niños vulnerables, la mayoría romaníes, siguen siendo explotados laboralmente y forzados a realizar trabajos inadecuados. Esto sucede normalmente en la agricultura, industria o el trabajo doméstico.