Cómo contribuyen las ciudades amigas de la infancia al desarrollo y bienestar de los niños

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La planificación urbana adaptada a los niños es un ámbito emergente. Defiende un punto de vista coherente y sistemático de la planificación y el diseño de ciudades que hace realidad los derechos de los niños y mejora su desarrollo y bienestar (Cities Alive, 2017). El concepto de ciudades amigas de la infancia ofrece la oportunidad de diseñar una ciudad hecha a medida para todos los ciudadanos, que sea igualitaria e inclusiva, y que promueva la participación y la sostenibilidad.

Definición de Ciudades Amigas de la Infancia (CAI)

UNICEF define una ciudad amiga de la infancia como «un sistema local de buen gobierno comprometido con el cumplimiento de los derechos de la infancia. Es una ciudad en la que las voces, las necesidades, las prioridades y los derechos de los niños son parte integrante de las políticas, los programas y las decisiones públicas. Es, como resultado, una ciudad apta para todos» (Comité de Nueva Zelanda para UNICEF, documento de antecedentes de Ciudades Amigas de la Infancia, 2013). 

Según UNICEF, las ciudades amigas de la infancia pueden definirse como ciudades en las que los niños pueden:

  • Influir en las  decisiones sobre la ciudad
  • Expresar su  opinión sobre la ciudad que desean
  • Participar en familia, comunidad y vida social
  • Recibir servicios básicos como atención sanitaria, educación y alojamiento
  • Beber agua potable y tener acceso a un saneamiento adecuado
  • Sentirse protegidos de la explotación, violencia y abusos
  • Andar seguros por las calles en solitario
  • Hacer amigos y jugar
  • Tener espacios verdes para animales y plantas
  • Vivir en un ambiente sin contaminación
  • Participar en eventos sociales y culturales
  • Ser ciudadanos igualitarios en su ciudad y tener acceso a cualquier servicio, sin importar su origen étnico, religión, ingresos, género o discapacidad.

El desarrollo de ciudades amigas de la infancia es una herramienta importante a través de la cual se puede apoyar a los Estados para que cumplan con sus obligaciones de defender los derechos de los niños. Por ejemplo, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y, en particular, algunos de los principios consagrados en ella, son el instrumento que guía el desarrollo de ciudades amigas de la infancia:

– Artículo 2: No discriminación. Se respetan los derechos de todos los niños, sin discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional, étnico o social, posición económica, discapacidad, nacimiento o cualquier otra condición.

– Artículo 3.1: Interés superior del niño. El interés superior del niño es la consideración primordial en las decisiones que puedan afectarle.

– Artículo 6: El derecho inherente a la vida, la supervivencia y el desarrollo. Los niños tienen derecho a la vida y, en este sentido, el gobierno se compromete a garantizar, en la mayor medida posible, su derecho a la supervivencia y a un desarrollo saludable.

– Artículo 12: Respeto a la opinión del niño. Los niños tienen derecho a expresar sus opiniones y a que éstas se tengan en cuenta en las decisiones que les afectan.

Además, los principios rectores también incluyen algunos principios adicionales asociados a la buena gobernanza, como la equidad y la inclusión, la responsabilidad y la transparencia, la participación pública y la adaptabilidad, y la sostenibilidad, todos ellos vinculados a la Convención sobre los Derechos del Niño.

¿Por qué es importante la CDN para las ciudades amigas de la infancia? 

La Convención es un acuerdo internacional entre Estados, que obliga a los Estados a aplicar los derechos del niño en todos los niveles de gobierno (sitio web del CFC). Para alcanzar este objetivo, es importante involucrar a todos los actores implicados en la vida de los niños, empezando por el gobierno central hasta los individuos individuales. 

Los principales responsables de los derechos del niño son los gobiernos. En términos legales, los Estados que han ratificado los tratados de derechos humanos tienen el «deber» de respetar los artículos de la Convención. Sin embargo, el gobierno no es el único organismo facultado para aplicar la Convención, sino que lo son todos los agentes públicos (como policías, abogados, profesores y trabajadores sociales) que entran en contacto con un niño y que tienen el deber de respetar y cumplir la Convención de los Derechos del Niño.

Aunque los tratados son ratificados por los gobiernos nacionales, los gobiernos y administraciones locales y regionales están igualmente obligados por la Convención y, por lo tanto, también son titulares de obligaciones (Iniciativa Ciudades y Comunidades Amigas de la Infancia de UNICEF, 2017). 

Por otro lado, aunque los principales titulares de derechos son todos los niños menores de 18 años, sus progenitores también son titulares de derechos. Además, tienen derecho a recibir asistencia del Estado en la crianza de los niños y están obligados a asesorar y orientar a sus hijos.

Las ciudades amigas de la infancia pueden ofrecer una amplia gama de servicios que pueden apoyar a los niños en su desarrollo y bienestar: en casa, en la escuela, en el ocio y el deporte, en las clínicas y hospitales, en los centros de acogida, en los tribunales y en el sistema de justicia. Hay que animar a todo el mundo, y sobre todo a los niños, a que ayuden a crear entornos para la aplicación de los derechos de la infancia.

¿Cómo se relacionan las ciudades amigas de la infancia con los derechos de los niños?

Dado que las capacidades de los niños evolucionan gradualmente durante la infancia, los cuidadores y otros adultos son vitales para garantizar su bienestar y desarrollo. Históricamente, se ha considerado a los niños como «objetos» y no como «sujetos», y la percepción que se tiene de ellos siempre se ha caracterizado por la falta de respeto a su dignidad, participación y evolución de sus capacidades. 

Durante el tiempo transcurrido, desde la entrada en vigor de la Convención en 1990, se han transformado las actitudes hacia los niños y la infancia, cambiando la forma de ver y tratar a los niños, pasando de un enfoque basado en la caridad a otro basado en los derechos, y reconociendo a los niños como agentes con derecho a participar activamente en las decisiones que afectan a sus vidas (Iniciativa de Ciudades y Comunidades Amigas de la Infancia de UNICEF, 2017).

La idea que subyace a las ciudades amigas de la infancia es promover y poner en práctica el concepto de respeto a la dignidad del niño como persona con derechos y cerrar la brecha entre los «gobernantes» y los «gobernados», especialmente los niños (Iniciativa de Ciudades y Comunidades Amigas de la Infancia de UNICEF, 2017).

¿Cómo se relacionan los Objetivos de Desarrollo Sostenible con la CFCI? 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ofrecen otra importante fuente de orientación para el desarrollo de ciudades amigas de la infancia. A diferencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que solo se aplicaban a los países de ingresos bajos y medios, los ODS se aplican a todos los países del mundo.

Los ODS ofrecen una buena oportunidad y un impulso renovado para que los Estados cumplan con sus obligaciones legales en virtud de la Convención de los Derechos del Niño, dado el hecho de que todos los ODS y sus metas tocan la vida de los niños de alguna manera (Iniciativa Ciudades y Comunidades Amigas de la Infancia de UNICEF, 2017).

«Los niños son una especie de indicador. Si podemos construir una ciudad exitosa para los niños, tendremos una ciudad exitosa para todas las personas.»

– Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá

Iniciativas de ciudades amigas de la infancia (CFCI) en el mundo 

La construcción de ciudades amigas de la infancia es un proceso complejo que no puede seguir un modelo de «talla única». Las peculiaridades de cada contexto son diferentes, y también lo son las personas que viven en esos contextos. Por eso es difícil identificar un camino común para diseñar ciudades amigas de la infancia, pero sí es posible identificar algunos patrones comunes de las mismas.

El proceso de construcción de ciudades amigas de la infancia puede seguir dos direcciones: de arriba a abajo -con una resolución formal adoptada por el alcalde o la institución nacional o regional o local- o de abajo a arriba -a partir de un grupo de partes interesadas (niños o adultos) que promueven una iniciativa para reclamar y promover sus puntos de vista y derechos (Building Child Friendly Cities, 2004). No obstante, ambos enfoques pueden combinarse. 

Entre todas las iniciativas posibles para promover las ciudades amigas de la infancia en el mundo se encuentran los hospitales y las escuelas amigas de la infancia; los proyectos medioambientales para garantizar a los niños agua potable e higiene (Building Child Friendly Cities, 2004), el «consejo de la ciudad para los niños», en el que los jóvenes representantes se reúnen con el alcalde, debaten y llevan sus conclusiones a la escuela (Laker, 2018), las pinturas en las calles y las jardineras para marcar una ruta entre un jardín de infancia, una escuela y un parque, para reducir la velocidad del tráfico y crear nuevos espacios de juego (Laker, 2018).

Todas las iniciativas que puedan apoyar los derechos y las voces de los niños son más que bienvenidas y la creatividad es una gran aliada para ampliar el abanico de acciones posibles.

Las ciudades amigas de la infancia como señal de un cambio de perspectiva

Las ciudades amigas de la infancia pueden considerarse una herramienta importante para cambiar la percepción del presente al futuro.

Tim Gill, autor de «No Fear: Growing Up in a Risk Averse Society», afirma que una ciudad amiga de los niños es aquella que permite «libertades cotidianas», para que un niño pueda desplegar sus alas a medida que crece. El autor destaca los límites de construir bonitos parques infantiles y espacios públicos para los niños, sin abordar la cuestión desde un punto de vista más amplio.

Según él, el error de la sociedad es que los sistemas de planificación se orientan en torno a los coches, la construcción de viviendas y la economía, y no al medio ambiente, la salud y la calidad de vida, y esto se debe a que los responsables de la toma de decisiones son políticos cortoplacistas que no necesitan mirar más allá de los próximos dos o tres años (Laker, 2018). 

La cuestión de las ciudades amigas de la infancia refleja la creciente importancia de pasar de una perspectiva a corto plazo a una perspectiva a largo plazo, implicando a todos los ciudadanos para que expresen su opinión en la configuración del tipo de ciudad que imaginan. En este contexto, los niños también desempeñan un papel importante: expresan las necesidades de una categoría específica de ciudadanos que no están representados políticamente, y contribuyen a dar forma a la ciudad según sus necesidades y opiniones. Por eso es importante tener en cuenta sus voces, según sus formas de expresión, recursos y percepciones. 

En este sentido, Humanium trabaja continuamente para crear conciencia sobre la importancia de que los niños tengan acceso a un ambiente urbano saludable. Si quieres unirte a nosotros para asegurar un futuro mejor para los niños de ciudades de todo el mundo, puedes hacer una donación, apadrinar a un niño o convertirte en voluntario

Escrito por Arianna Braga

Traducido por Marta Ancín

Revisado por Esperanza Escalona

Referencias:

Building Child Friendly Cities: A framework for action (2004), Innocenti Publications. Retrieved from https://www.unicef-irc.org/publications/416-building-child-friendly-cities-a-framework-for-action.html, accessed on 15 April 2022.

Child Friendly Cities Initiative (CFCI). Retrieved from https://childfriendlycities.org/, accessed on 15 April 2022. 

Cities Alive: Designing for urban childhoods (2017), ARUP. Retrieved from https://www.arup.com/perspectives/publications/research/section/cities-alive-designing-for-urban-childhoods, accessed 15 April 2022. 

Cities for Children (CFC). Retrieved from https://www.citiesforchildren.co/, accessed on 15 April 2022.

Country examples of CFCI. Retrieved from https://childfriendlycities.org/strategies-child-and-youth-participation/, accessed on 25 April 2022. 

Gill, T. (2007), No Fear: Growing up in a risk averse society, published by Calouste Gulbenkian Foundation. Retrieved from https://timrgill.files.wordpress.com/2010/10/no-fear-19-12-07.pdf, accessed on 15 April 2022.

La città dei bambini di Fano. Retrieved from https://cittadeibambini.comune.fano.pu.it/fano-e-la-cdbb/io-e-la-mia-citta/, accessed on 25 April 2022. 

Laker, L. (2018), What would the ultimate child-friendly city look like?. Retrieved from https://www.theguardian.com/cities/2018/feb/28/child-friendly-city-indoors-playing-healthy-sociable-outdoors, accessed on 15 April 2022.

New Zealand Committee for UNICEF, Child Friendly Cities background paper (2013). Retrieved from https://www.wgtn.ac.nz/education/pdf/jhc-symposium/winter-2013/B-Lambourn-and-M-Boshier-CFC-forum-presentation.pdf, accessed on 15 April 2022.

Reconstructing a City in the Interests of its Children Tirana, Albania, 2015-2019 (13 August 2019). Retrieved from: https://issuu.com/bernardvanleerfoundation/docs/reconstructing_a_city_in_the_interests_of_its_chil, accessed on 25 April 2022. 

United Nations Conference on Human Settlements: Habitat II (1996). Retrieved from https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G96/025/00/PDF/G9602500.pdf?OpenElement, accessed on 15 April 2022. 

UNICEF Child Friendly Cities and Communities Initiative – Toolkit for National Committees (2017). Retrieved from https://childfriendlycities.org/wp-content/uploads/2018/03/CFCI_TOOLKIT_24.02.17.pdf, accessed on 15 April 2022.