Silenciando el grito: abordando el problema de gritar a los niños en las prácticas de crianza 

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Gritar a los niños es una práctica común pero dañina en la crianza de los hijos que a menudo conduce a resultados negativos en el desarrollo de los niños. Es importante señalar que ninguna cultura o sociedad aprueba explícitamente gritar a los niños como práctica de crianza. Los padres pueden modelar estrategias de afrontamiento saludables manejando sus propias emociones y enseñando a sus hijos formas alternativas de lidiar con la frustración y el enfado. Este enfoque puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades importantes para la vida, como la autorregulación y la resolución de problemas, que son esenciales para su crecimiento general.

Conociendo las raíces de los gritos en la crianza de los hijos

Hay una infinidad de razones que pueden provocar que los padres griten a sus hijos. Por ejemplo, algunos padres no saben cómo establecer límites personales con sus hijos. Sin embargo, establecer límites desde una edad temprana es crucial para modelar con éxito los límites personales.

Hablar honestamente sobre los límites ayuda a los tutores a dejar de sentirse responsables por cada emoción que siente su hijo. La verdad es que, para convertirse en un adulto emocionalmente estable, los niños necesitan expresar sus emociones y, por lo tanto, interactuar con sus padres de manera honesta (Lansbury J, 2013).

Parece que algunos padres esperan que sus hijos se comporten perfectamente y cumplan con sus altos estándares a lo largo del proceso de crecimiento. Cuando no lo hacen, los tutores pueden perder los estribos y caer en el círculo vicioso de los gritos. Como resultado, el niño puede sentirse abandonado o no amado, lo que genera más problemas dentro de la dinámica familiar. En consecuencia, las altas expectativas no solo no son realistas – sino que también son profundamente dañinas para la relación padres-hijo (Successful Homemakers, n.d.).

El impacto de los gritos en el desarrollo de los niños

Un artículo de investigación publicado en el Journal of Child Development, en 2014, reveló que gritar puede llevar a resultados comparables a la disciplina física en los niños. Estos síntomas incluyen elevados niveles de estrés, ansiedad, depresión y un aumento de los problemas de comportamiento. Gritar no solo es altamente ineficaz – sino también dañino. Es probable que las familias que gritan con frecuencia críen niños con poca confianza en sí mismos (Marche S, 2018).

Mientras es cierto que los gritos pueden empeorar el comportamiento de un niño y, en consecuencia, crear un ciclo de mal comportamiento y alejamiento de los padres, los niños y las niñas experimentan este fenómeno de manera diferente. Los niños son más propensos a perder el autocontrol y las niñas a menudo reaccionan con enfado o frustración.

Estos efectos a corto plazo pueden escalar fácilmente y convertirse en problemas de disciplina más osados si no se manejan adecuadamente. Gritar a los niños también puede cambiar la forma en que se desarrollan sus cerebros, lo que puede costar al niño y a la familia otros problemas de salud más serios en el futuro (Radhakrishnan R, 2021).

Navegando la línea entre la disciplina y el abuso infantil 

Un estudio en el Estado de Qatar encontró que alrededor de un tercio de los padres no consideran gritar como una forma de abuso infantil. En otras palabras, no creen que los gritos puedan afectar el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, alrededor del 70% de los padres cree que gritar es menos dañino que pegar.

A pesar de que los padres creen que tienen un buen conocimiento sobre el abuso y la negligencia infantil, el estudio muestra deficiencias en el conocimiento parental. El estudio muestra la necesidad de una intervención de salud comunitaria para abordar las actitudes y percepciones de los padres (Hendaus M et al, 2020).

Del mismo modo, en la cultura china, los padres suelen tener fe en dotar a sus hijos de una sólida ética laboral como forma de prepararlos para el futuro. Tienden a ser severos y a veces recurren a los gritos para disciplinar a sus hijos. Aunque este controvertido estilo de crianza produce resultados variados, los estudios han demostrado que algunos niños experimentan un rendimiento académico más bajo y corren un mayor riesgo de tener problemas emocionales (Dewar G, 2019). 

Es importante notar que ninguna cultura o sociedad aprueba explícitamente gritar a los niños como práctica de crianza. Aunque algunas culturas pueden tener un enfoque más autoritario de la crianza, lo que puede implicar levantar la voz o usar un tono severo, no se considera una práctica de crianza aceptable o positiva gritarles a los niños en ninguna cultura.

Técnicas para manejar el enfado y la frustración en la crianza

Si los padres sucumben a gritar cada vez, el asunto se complica y la sensación de molestia se intensifica. Los niños pueden reconocer que la persona que está gritando ha perdido completamente el control. ¿Qué pasaría si, en cambio, los padres recurrieran a una respuesta diferente que enseñara a sus hijos habilidades para resolver problemas?

Una de las mejores técnicas es tomarse un par de minutos para reaccionar antes de abordar el mal comportamiento. Aunque puede parecer urgente tratar con el niño en el acto, hacerle saber cortésmente que ahora no es el momento de hablar tiende a disipar la tensión (Lehman J, n.d.). 

El refuerzo positivo es conocido como una de las técnicas más exitosas que los padres deben usar como medida preventiva. En pocas palabras, el refuerzo positivo se refiere a una estrategia que se enfoca en elogiar a los niños por su comportamiento positivo.

Esta estrategia de crianza incluye, entre otros, elogios verbales, abrazos y juguetes. Se supone que los padres deben señalar el comportamiento positivo de sus hijos, incluso si es raro. De esta manera, los tutores dejan menos espacio para que los niños busquen atención y actúen agresivamente (Kadane L, 2022). 

Con las dificultades económicas afectando a más padres en los últimos años, no es raro encontrarse con padres que luchan por salir adelante. En los casos en que los padres han agotado todos sus recursos, buscar el consejo de un experto en psicología infantil y parental, como un psicólogo infantil, un psiquiatra o un terapeuta, suele ser el mejor curso de acción. Estos profesionales pueden ofrecer orientación y apoyo para abordar problemas subyacentes y mejorar las relaciones dentro de la familia.

“Aquí va un secreto: cuando te controlas a ti mismo, los niños también suelen calmarse. Recuerda, la calma es contagiosa – al igual que la ansiedad. Se ha demostrado que la ansiedad de los padres sobre el hijo contribuye significantemente a la ansiedad del hijo.”

– Debbie Pincus, Consejera Licenciada en Salud Mental

Los niños siempre van a probar sus límites presionando los botones de sus padres. Por su mayor edad y experiencia, los padres tienen la ventaja de conducir a la familia en una dirección más favorable. Por lo tanto, es más importante “responder cuidadosamente en lugar de simplemente reaccionar” (Pincus D, n.d.).

En Humanium, nuestra principal prioridad es el bienestar de los niños. Creemos que, para comprender y abordar las necesidades de los niños de hoy, los adultos primero deben conectarse y reconocer sus propias necesidades. Nuestro enfoque está elaborado por defensores de los derechos humanos, incluidos asesoresde vida, psicólogos, graduados en liderazgo y terapeutas. Nuestros valores compartidos promueven un estilo de crianza que es amable y enfatiza la responsabilidad.

Si desea ser parte de tener un impacto positivo en la vida de alguien y apoyar nuestra causa, lo invitamos a considerar ofrecerse como voluntario, haciendo una donación, o apadrinando a un niño. Cada contribución, no importa cuán pequeña, es muy apreciada y puede marcar una diferencia significativa.

Escrito por Lidija Misic

Traducido por Susana Ibarz de la Torre

Revisado por Gabriela Pacheco

Bibliografía:

Dewar Gwen (2019), Traditional Chinese parenting: What research says about children and why they succeed. Retrieved from Parenting Science at https://parentingscience.com/chinese-parenting/, accessed on March 2, 2023.

Hendaus Mohamed et al. (2020), Child abuse and neglect in a rapidly developing country: Parents’ perspectives. Retrieved from National Library of Medicine at https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7491849/, accessed on March 3, 2023.

Kadane Lisa (2022), The one parenting trick everybody needs to know. Retrieved from Today’s Parent at https://www.todaysparent.com/family/parenting/positive-reinforcement-one-parenting-trick-everybody-needs/, accessed on March 7, 2023.

Lansbury Janet (2013), This Might Be Why You’re Yelling. Retrieved from Janet Lansbury Official Website at https://www.janetlansbury.com/2013/02/this-may-be-why-youre-yelling/, accessed on March 2, 2023.

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Pincus Debbie (n.d.), Calm Parenting: How to Get Control When Your Child Makes You Angry. Retrieved from Empowering Parents at https://www.empoweringparents.com/article/calm-parenting-get-control-child-making-angry/, accessed on March 2, 2023.

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