Niños de Egipto
Descubriendo los derechos infantiles en Egipto
Egipto afronta una complicada situación económica por lo que necesita realizar grandes esfuerzos para reducir el nivel de pobreza en el país. A pesar del trabajo realizado para mejorar la situación de los derechos de los niños, Egipto no es capaz de garantizar el ejercicio de estos derechos en un clima de paz y de libertad.
Población: 85,2 millones Esperanza de vida: 71,2 años |
Principales problemas que afectan a los niños en Egipto:
Cerca de un 20% de la población egipcia vive por debajo del umbral de la pobreza. Los niños de familias pobres no disponen de los recursos necesarios para acceder a la sanidad, educación, etc.
Además las infraestructuras sanitarias y escolares no están lo suficientemente preparadas para prestar esos servicios.
Derecho a la educación
A pesar de que la tasa de escolarización en Egipto se sitúa en un 94%, las niñas son a menudo discriminadas en este ámbito. De hecho, las niñas no suelen acceder a estudios de bachillerato ni universitarios.
Un proyecto actual busca promover la educación entre las niñas egipcias con el fin de reforzar su imagen en la sociedad.
Los abusos infantiles son muy habituales en Egipto. Todo tipo de abuso, ya sea psicólogico, físicio o sexual, supone un trauma en el niño.
Las situaciones de violencia están presentes en las familias y en las escuelas, ámbitos que deberían destinarse a proteger a los niños.
La situación es grave y algunos niños mueren a manos de sus padres o profesores. Las zonas más pobres se ven más afectadas por este problema. Algunos profesores piensan que la violencia es la única forma de mantener el orden y la obediencia. Este problema “cultural” es difícil de erradicar.
Muchos niños trabajan en Egipto: más del 7%, según las estadísticas. Estos niños trabajan como vendedores ambulantes, recolectores de algodón o aprendices de mecánicos.
Algunos de estos trabajos conllevan graves consecuencias para la salud de los niños: enfermedades respiratorias, aumento de enfermedades crónicas, entre otros.
Los niños de la calle, muy presentes en el país, son algunos de los más afectados por este problema. Además, los niños provenientes de familias de bajos recursos, se ven obligados a trabajar debido a que deben ayudar en los ingresos familiares.
Alrededor del 17% de las mujeres de entre 20 y 24 años admite haber contraído matrimonio antes de los 18 años. Estos matrimonios, a menudo, sufren graves consecuencias en la salud de las jóvenes que, debido a la falta de información, no entienden lo que conlleva el matrimonio.
Desde 2008, la edad mínima requerida para contraer matrimonio según el Código del Estatuto Personal es de 18 años tanto para las chicas como para los chicos. Esta nueva norma ha hecho que disminuya el número de matrimonios infantiles.
Al estar cerca de Libia, Egipto se ha convertido en un país de acogida para muchos libios que huían de la violencia. A menudo, mujeres y niños deben caminar miles de kilómetros con poca comida y agua con la esperanza de encontrar una vida mejor en Egipto o Palestina.
Muchas ONGs acogen a estos niños y les ofrecen apoyo psicológico para que entiendan las razones por las que se han tenido que desplazar.
Practicado desde hace más de 200 años, la circuncisión femenina todavía se practica en Egipto. Cerca del 25% de las mujeres de entre 15 y 49 años han sido circuncidadas. Tradicionalmente, es la “Daya” o matrona de los pueblos, quien practica estas mutilaciones durante las vacaciones escolares.
Estas mutilaciones tienen graves consecuencias físicas y psicológicas en las jóvenes. No sólo se traumatizan por el acto en sí, sino que algunas son víctimas de hemorragias y complicaciones debido a esta mutilación.
La circuncisión, considerada un paso hacia la edad adulta, está empezando a desaparecer ya que actualmente es considerada un delito penal.
En algunas zonas de Egipto, como en el Sinaí, las familias son reacias a declarar la fecha y la identidad del recién nacido. Las autoridades egipcias están trabajando en este ámbito para combatir este problema.
De hecho, los niños sin nacionalidad tienen enormes dificultades para ejercer sus derechos. Son invisibles a la sociedad.
