«La crisis climática es una crisis de los derechos del niño.»
-UNICEF, 2021
Según el Índice de riesgo climático de la infancia (IRCI), «casi la mitad de los niños del mundo están expuestos a un riesgo climático extremadamente alto. Y esto está sucediendo en este mismo momento» (UNICEF, 2021, p. 2). El concepto de ecocidio y las reivindicaciones para que se integre en el Estatuto de Roma parecen interesantes para otorgar mayor protección y que los responsables de graves ataques al medioambiente sean juzgados por la Corte Penal Internacional (Jolly, 2021).
¿Qué es el ecocidio?
Según un grupo de expertos en derecho internacional, el ecocidio «se refiere a actos ilegales o arbitrarios cometidos con conocimiento de la probabilidad real de que estos actos causen daños graves al medioambiente, ya sean generalizados o duraderos» (Jolly, 2021; Stop Ecocide, s. f.). Obviamente, esto abarca también el cambio climático, siendo una definición lo suficientemente amplia como para incluir todos los aspectos destructivos del medioambiente (CBC Radio, 2021).
Finalmente, el ecocidio conduce a la alteración, o incluso a la destrucción de los ecosistemas y sus componentes, incluidos los océanos, los bosques, la tierra, el agua y el aire. ¿Cómo? A través de diversas acciones relacionadas con la actividad humana: sobrepesca y prácticas pesqueras masivas, derrames de petróleo, contaminación plástica, deforestación para ganadería, agricultura y minería, contaminación del suelo y del aire por la industria, entre otros (CBC Radio, 2021).
Distintas repercusiones sobre los derechos del niño contenidos en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño
Los niños forman parte de los grupos vulnerables de personas y se ven particularmente afectados por la acción mortífera del hombre sobre el medioambiente. Tomemos como ejemplo la contaminación del aire, que proviene principalmente de los contaminantes de los vehículos motorizados y las industrias (Gobierno de Quebec, 2021).
Los niños son particularmente vulnerables, en gran parte debido a su sistema respiratorio en crecimiento. Debido a su menor tamaño, también están más cerca de los contaminantes(Israël, 2013, p. 46). Según la Organización Mundial de la Salud, en 2016, 600 000 niños fallecieron a causa de infecciones agudas de las vías respiratorias bajasdebido a la contaminación del aire (Organización Mundial de la Salud, 2018).
Esto interfiere con el artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño que promueve «el derecho del niño a disfrutar del mejor estado de salud posible». Además, este artículo obliga a los Estados a reducir la mortalidad y la desnutrición infantil. Esto requiere que los alimentos estén disponibles y sean accesibles de forma estable, regular y saludable, según las características ofrecidaspor UNICEF (UNICEF, 2016, p. 1). Sin embargo, el ecocidio destruye tierras que nos abastecen de alimentosy el cambio climático acentúa los peligros climáticos que tienen graves efectos sobre la agricultura al destruir cultivos y plantaciones (Acción contra el hambre, 2020).
Además, debido a la urbanización excesiva y «mal pensada», la deforestación y el cambio climático, el ecocidio está vinculado al aumento de los desastres naturales (France Inter, 2020; Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, 2020; Thiery , 2021). Entre 2000 y 2019, más de 1 millón de personas murieron como consecuencia de desastres naturales que afectaron a 4 200 millones de personas, por 2,97 billones de dólares en daños económicos (UN Office for Disaster Risk Reduction, 2020). Esto afecta a la vida de millones de niños y, por ende, al respeto y la protección de sus derechos (UNICEF, 2016).
En su informe de 2021, UNICEF hace una propuesta interesante: utilizar el Índice de Riesgos Climáticos para la Infancia (IRCI) para «brindar una primera visión general de la exposición y vulnerabilidad de los niños a los efectos del cambio climático» (UNICEF, 2021, p. 4). Esto demuestra el vínculo entre los desastres medioambientales y climáticos y el acceso más difícil a los principales servicios esenciales, debido a la destrucción de las infraestructuras o al éxodo y desplazamiento de la población que esto provoca (UNICEF, 2021, p. 11). Esto también puede conducir a un «círculo vicioso de exposición y vulnerabilidades crecientes» (UNICEF, 2021, p. 11).
Reconocimiento en el derecho internacional y vínculo con la protección y promoción de los derechos del niño
Existe un fuerte impulso para que el delito de ecocidio sea reconocido por la Corte Penal Internacional (CBC Radio, 2021; Jolly, 2021). Este es el caso de la Asamblea Mundial del Clima (Alvarez, 2021). Actualmente, esta Corte Penal Internacional investiga y reconoce cuatro crímenes bajo su jurisdicción, que son «los más graves que afectan a toda la comunidad internacional» (Corte Penal Internacional, s. f.): crimen de guerra, genocidio, crimen contra la humanidad y crimen de agresión (Corte Penal Internacional, s. f.).
El reconocimiento del ecocidio por parte de esta corte sería un añadido histórico desde el punto de vista del derecho internacional, tras la sentencia de los nazis durante los juicios de Nuremberg de 1945, y mostraría una evolución de las preocupaciones mundiales(CBC Radio, 2021). Esto permitiría que la ley esté «a la altura del desafío climático» (Cabanes, 2016, p. 70).
Para hacerlo, 2/3 de los 123 países miembros tendrían que votar a favor de añadirlo (CBC Radio, 2021). Aunque es solo un paso en la lucha por la protección del medioambiente, los derechos medioambientales, en particular el del derecho a un medioambiente sano, establecer el ecocidio como delito permitiría, entre otras cosas, hacer vinculante el principio de responsabilidad común pero diferenciada (Cabanes, 2016, p. 73)[1]. Esto también permitiría al juez internacional imponer medidas a favor del clima a los Estados, pero también a las empresas transnacionales (Cabanes, 2016, p. 73).
Vincular el ecocidio y la protección de los derechos del niño parece lógico: los niños, una población vulnerable, soportan todo el peso de los efectos vinculados a la destrucción de nuestro planeta azul. Así, los efectos del ecocidio ponen en entredicho la protección de los derechos del niño y los valores fundamentales derivados de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
El ecocidio y los derechos del niño están, por tanto, intrínsecamente vinculados y es necesario actuar a todos los niveles para limitar el cambio climático y adaptarse a esta nueva realidad. En Humanium, estamos convencidos de que la protección del medioambiente es una dimensión esencial a tener en cuenta para proteger y promover los derechos del niño. Si quieres contribuir a la construcción de un mundo duradero para los niños, piensa en hacer una donación, hacerte voluntario o convertirte en miembro.
Escrito por Juliette Bail
Traducido por Cristina Morillo Berral
Revisado por Nieves Carazo
Referencias:
Cabanes, V. (2016, Avril). Reconnaître le crime d’écocide. Revue Projet, pp. 70-73. Récupéré sur Revue Projet. Consultéendécembre 2021.
Thiery, W. (2021, septembre 26). Intergenerational inequities in exposure to climate extremes. Science, pp. 158-160. Consultéendécembre 2021.
[1] Para más información: CBC Radio. (9 de julio de 2021). Los expertos jurídicos presionan para hacer del ecocidio un crimen internacional junto con el genocidio. Recuperado de CBC: https://www.cbc.ca/radio/asithappens/ecocide-international-criminal-court-law-definition-1.6096774; Cabanes, V. (2016, abril). Reconocer el crimen de ecocidio. Revue Projet, pp. 70-73. Recuperado de Revue Projet.
