El estigma menstrual y la práctica del chaupadi

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En una escuela de Bhuj, en Gujarat, India, 70 estudiantes fueron forzadas por sus directores a quitarse su ropa interior para continuar su educación. ¿Por qué? Porque tenían que demostrar que no estaban menstruando. Esto no sucedió la pasada década o el año pasado, sucedió a comienzos de 2020 (SheThePeople. 2020).

Aunque muchos países y culturas han sido educados e informados sobre este tema para abandonar el estigma que le rodea, muchos, incluyendo a las regiones hindúes, aún continúan teniendo una persistente vergüenza y tabú en torno a la menstruación. Ya que esto es algo por lo que casi más de la mitad del mundo tiene que pasar, el cómo otros reaccionan a esto impacta a muchos, incluyendo a niños y a madres.

¿Qué es el chaupadi?

Puesto que las mujeres que menstrúan son consideradas “impuras” o “sucias” en algunas culturas y opiniones, se cree que hacen que sus alrededores sean igualmente sucios. Además, se suele creer que el periodo mensual de la mujer resultaría en malas cosechas y problemas con el ganado, lo que siembra miedo entre las comunidades, ya que estas son sus principales fuentes de ingresos y sustento. Así, hay algunas prácticas y “precauciones” que se usan para prevenir la difusión de “impuridades” femeninas durante sus periodos mensuales.

Una de las costumbres más prevalentes es la práctica del chaupadi, que ocurre mayormente en culturas hindúes. Esta supone segregar a chicas y a mujeres a refugios de barro o piedra o a cobertizos durante su menstruación, privándoles de sus actividades diarias. Las chicas y mujeres que están menstruando son aisladas en estos refugios, pero las madres tienden a llevar a sus hijos pequeños allí también para cuidar de ellos.

En estos refugios los muebles son escasos, lo que lleva a que las mujeres duerman en el suelo con poca o sin ninguna protección. Durante su tiempo en el refugio, no pueden tocar a nadie y tienen prohibido ir a cualquier reunión familiar o social. Sin embargo, a pesar de este aislamiento, siguen teniendo que trabajar, frecuentemente en el campo (Amatya P., et al., 2018).

Estos refugios causan muchos problemas y riesgos para la salud. Estos tipos de prácticas no solo menosprecian a las mujeres y alimentan su estigmatización, sino que también las dañan físicamente. Los refugios no están protegidos, así que pueden ser invadidos por animales y personas. De todos los ataques de animales que frecuentemente suceden en estos refugios, las picaduras de serpientes son los más comunes y, de hecho, han causado numerosas muertes entre mujeres (Amatya et al., 2018). Quedarse en estos refugios también lleva a muchos casos de violaciones y de abuso físico, de los cuales la mayoría no se denuncian debido al estigma (2011, UN).

Además, están construidos pobremente, sin ninguna fuente de ventilación ni de calefacción. Esto deja a muchas mujeres vulnerables a las diferentes condiciones meteorológicas, especialmente durante el invierno. La mayoría tiende a encender un fuego para mantener el calor, que no solo no es suficiente, sino que también produce casos de asfixia. Desafortunadamente, muchas mujeres han muerto al inhalar humo y monóxido de carbono de estas hogueras (Nieves, 2017). Estas peligrosas condiciones también han producido neumonías, enfermedades relacionadas con el frío, deshidratación y muchos otros problemas de salud.

¿Cómo afecta la práctica del chaupadi a los niños y niñas?

Muchas chicas jóvenes, así como las hijas e hijos de mujeres que están sujetas a la práctica del chaupadi, se enfrentan a sus nocivas consecuencias. Las chicas suelen verse privadas de sus actividades del día a día, lo que incluye ir a la escuela. Al estar forzadas a permanecer en estos refugios, no pueden recibir una educación completa y adecuada. Esto es una desventaja enorme a la que se enfrentarán en comparación con los hombres, ya que pierden hasta dos semanas de escuela cada mes. Además, los niños en estos refugios se enfrentan a problemas como la neumonía, deshidratación y problemas pulmonares, pues son más vulnerables a estas enfermedades y condiciones de salud que los adultos. Estos niños están también más expuestos a violaciones, abusos y agresiones sexuales cuando están en los refugios (Kadariya, 2015).

Es más, este tipo de prácticas fomentan el estigma que rodea a la menstruación. Un fenómeno biológico normal se proyecta como algo impuro de lo que la gente debería estar avergonzada. Además, crea muchos problemas a la larga, especialmente en las adolescentes. Estas prácticas disminuyen su nivel de confianza, impiden la difusión de información útil y crean una sensación de vergüenza en las chicas, lo cual es dañino para su salud mental.

¿Hay alguna mejoría en este problema?

Estas prácticas han recibido algo de atención en las pasadas dos décadas. Sin embargo, se requieren medidas adicionales. El chaupadi fue prohibido por la Corte Suprema de Nepal en 2005, pero esto apenas impactó en la vida de las mujeres. La práctica aún persiste y prevalece en muchas regiones hindúes.

En 2017, Nepal aprobó una ley con la que se multaba o enviaba a prisión a las personas que forzaron al exilio a alguna mujer durante la menstruación. Sin embargo, casi ningún caso fue denunciado y apenas se tomaron medidas. En un intento de bajar el número de casos, los oficiales que vieron este problema en 2018 decidieron denegar los servicios de ayuda a las personas que aún seguían realizando estas prácticas. En el distrito de Bajura, Nepal, donde el chaupadi está muy extendido, las autoridades eliminaron hasta 60 refugios e implementaron una ley para quitar más refugios e incrementar el control sobre este problema.

Aunque se han aprobado algunas leyes y muchas organizaciones están trabajando en abolir estas prácticas, aún se siguen realizando y son muy peligrosas. Son un obstáculo para la igualdad de género y requieren atención urgente. Incluso si estas prácticas son erradicadas, especialmente en países donde el estigma sobre la menstruación es común, se necesita más esfuerzo para eliminar el estigma y el tabú y promover la educación sobre este tema.

El trabajo de Humanium con Hand in Hand India

En India, Humanium ha colaborado satisfactoriamente con Hand in Hand India en muchos proyectos, mejorando a largo plazo las vidas y las condiciones de muchos niños en sus comunidades. Hand in Hand India ha trabajado con problemas similares en Madhya Pradesh y en Tamil Nadu, donde la menstruación es un gran tabú.

A través de estos proyectos se difunde el mensaje de que la menstruación es un proceso normal y de que no debería ser mostrada como un tema tabú ante las jóvenes, las mujeres y sus comunidades. Además, se están dirigiendo varios proyectos con escuelas para mejorar sus infraestructuras (baños, incineradoras y dispensadores sanitarios) con el fin de adaptarlas a las necesidades de las chicas, de manera que puedan continuar con su educación y sentirse seguras de ir a la escuela durante la menstruación.

Si deseas contribuir con el continuo trabajo de Humanium y Hand to Hand India, te invitamos a que te involucres haciéndote miembro, realizando una donación o convirtiéndote en voluntario.

Escrito por Yagmur Ozturk

Traducido por Sergio Rey Godoy

Revisado por Laura Ibarrola

Referencias:

Rastogi, S. (2020, February 18). It’s 2020 And Menstruation Still Remains A Huge Taboo In India.

Amatya, P., Ghimire, S., Callahan, K. E., Baral, B. K., & Poudel, K. C. (2018). Practice and lived experience of menstrual exiles (Chhaupadi) among adolescent girls in far-western Nepal. Plos One, 13(12). doi:10.1371/journal.pone.0208260

Kadariya, S., & Aro, A. R. (2015). Chhaupadi practice in Nepal – analysis of ethical aspects. Medicolegal and Bioethics, 53. doi:10.2147/mb.s83825

UN Women. (2017). Abolishing chhaupadi, breaking the stigma of menstruation in rural Nepal.

UN Women. (2017). Abolishing chhaupadi, breaking the stigma of menstruation in rural Nepal. Toggle panel: Yoast SEO