El 13 de octubre Humanium asistió a una reunión virtual con Virginia Gamba, representante especial de las Naciones Unidas para la cuestión de los niños y los conflictos armados (UN SRSG / CAAC en inglés). Como socio de Child Rights Connect y miembro de un grupo de trabajo sobre los derechos de los niños en los conflictos armados, Humanium ha tenido la oportunidad de participar en el evento junto con otras organizaciones, entre las que destacan Defence for Children International (DCI), Terre des Hommes, Save the Children y Plan International, y de compartir sus preocupaciones sobre los niños en tiempos de conflictos armados. Además de abordar la violación de los derechos del niño en situaciones de conflicto, los participantes también han abordado la situación de los niños que tras la aparición del Covid-19 ha empeorado aún más.
Una idea aproximada por Virginia Gamba: El impacto del Covid-19 sobre los niños del mundo
Una ONU más lenta
Virginia Gamba finalizará su mandato como representante especial para la cuestión de los niños y los conflictos armados en enero de 2021. Por ello, hace un llamamiento para que se pongan en marcha todas las medidas posibles para mejorar los resultados de las operaciones humanitarias en aquellos países donde el Covid-19 tiene graves consecuencias. Por esta razón, se ha creado una lista que incluye 21 situaciones bajo las cuales las consecuencias de la pandemia en estos países son consideradas graves. Inicialmente había 19 situaciones en esta lista, a las que se unieron Burkina Faso y Camerún.
Según Gamba, la pandemia ha traído nuevos desafíos a los procedimientos habituales de la ONU. Aquellos casos en los que se violan los derechos humanos y otros estudios de la ONU sobre esta cuestión son siempre informados, aunque, debido a que se debe verificar de manera interna la documentación y alegaciones presentadas, los procesos están llevando tiempo y mientras tanto las verificaciones están yendo más lento que nunca. Esto afecta al fin y al cabo a la publicación de resultados y, en consecuencia, a las acciones a poner en marcha, de modo que se ralentiza la implementación de medidas para la protección de los niños.
En el curso de la reunión, Virginia Gamba igualmente señaló a los participantes que, en algunas zonas, los grupos de trabajo de la ONU no logran acceder a las fuentes. Gracias a los talleres y formaciones organizados por la ONU para hacer frente a esta problemática y establecer contactos sobre el terreno, las acciones de seguimiento no han de por sí desaparecido, solo se han vuelto más lentas. Con motivo de la pandemia y sus consecuencias, muchos países no están respetando sus compromisos. De hecho, los planes de acciones se retrasan. Desde el primer momento se han sobrepasado las fechas, y aun así ciertos países han seguido sobrepasándolos.
Implicaciones humanitarias
Tras un intercambio de perspectivas entre las organizaciones presentes en la reunión, Virginia Gamba declaró que las violaciones de derechos humanos habían aumentado en un 400% este año y que habían venido acompañadas de un mayor número de rechazos a ayudas humanitarias. Por consiguiente, Virginia Gamba apela a que se revisen ciertos aspectos de las normas de ayuda humanitaria para comprender mejor los factores que han llevado al rechazo del acceso a las mimas y que se pueda dar una respuesta más eficaz a nivel mundial después de la pandemia del Covid-19. Es más, ha informado que hay un número creciente de casos en los que se han empleado escuelas para fines militares porque se encuentran vacíos. Puesto que esto no se percibe como un ataque a la educación, las escuelas podrían acabar convirtiéndose en centros militares o cerrando en algunas zonas. Así pues, las escuelas no representan un lugar seguro para muchos niños, porque se les considera lugares objetivos en un conflicto y constar como bases armadas.
Según Gamba, esta situación ya se ha dado en Afganistán y en Colombia, y este tipo de ataques contra centros de salud está dando en países como Filipinas. Por lo tanto, es crucial proteger los centros de salud y de que se pongan en marcha iniciativas porque afectan ahora más nunca al acceso de servicios médicos durante la Covid-19, y los niños son los principales afectados.
La grave situación de los niños en muchos países
Durante las conversaciones, los representantes de Save the Children han abordado también el tema de las consecuencias de la Covid-19 y se han puesto de acuerdo con Virginia Gamba con respecto a la situación humanitaria. De hecho, hay cierto temor de que se produzca un retroceso en los derechos de los niños y que afecte a todo el progreso conseguido a lo largo de los años precedentes. Por ejemplo, los niños de todos el mundo se ven afectados por la inseguridad alimentaria creciente a causa de la pandemia. A pesar de que la situación se agrava, Virginia Gamba ha reseñado que a veces la misión de su equipo no se entiende bien y que, en consecuencia, por ejemplo, las formaciones que velan por la protección de los niños tienen una presencia mediocre en algunos países. Esto es cierto en países como Somalia y Afganistán, donde su mandato encuentra especialmente dificultades y los derechos de los niños no se respetan lo suficiente.
Por último, esta vieja cuestión va en aumento según Virginia Gamba. De hecho, el reclutamiento de los niños para conflictos armados ha ido creciendo considerablemente este año. Numerosos países se ven amenazados por este escenario, como sucede con Yemen, Palestina, Somalia, Kenia, Burkina Faso y Colombia. En estos países, los gobiernos han adoptado numerosos compromisos, para proteger a los niños y sus derechos, que hasta el momento no han sido respetados. En Myanmar, la situación se encuentra igualmente tensa, en especial con las elecciones nacionales que tuvieron lugar el 8 de noviembre de 2020. En dicho contexto, involucrarse en los derechos de los niños es particularmente importante, a la par que difícil. El caso de Yemen es alarmante, donde se informa de graves violaciones, reclutamientos, abusos y amenazas hacia los trabajadores de la ONU. Además, aun cuando los grupos arados, siempre en Yemen, han aceptado liberar a los niños y parar los reclutamientos, no se está cumpliendo. En relación con el Covid-19 existen otros tanto desafíos, en concreto teniendo en cuenta que los funcionarios de la ONU no han podido estar físicamente presentes en algunos países.
Humanium apoya a Virginia Gamba y su lucha por la protección de los niños durante su mandato y confirma que la situación humanitaria a nivel mundial es grave, lo que requiere que se inicie un nuevo debate sobre las normas humanitarias que se aplica en pandemias como la Covid-19.
Actuemos ahora
Virginia Gamba y Humanium piden a todas las partes involucradas en la protección de los niños a que se comuniquen con ella y hagan su contribución a atenuar el impacto de la Covid-19. Debemos defender los procesos para alcanzar la paz, e incluso si no son posibles, todos los derechos encaminados para proteger los derechos fundamentales de los niños. La prevención es el elemento clave. Debemos reaccionar antes de que se dañe a los niños. Mientras que el mandato de Virginia Gamba como Representante especial para las cuestiones de los niños y los conflictos armados recibe ataques y críticas, requiere de nuestra ayuda.
Humanium se siente orgullosa de continuar los esfuerzos de los diferentes grupos de trabajo sobre los derechos de los niños con las organizaciones colaboradoras. Si actúa en defensa de los derechos de los niños y quiere contribuir a mejorar el respeto por sus derechos sobre todo en estos difíciles tiempos que vivimos con la Covid-19, puede colaborar directamente con Virginia Gamba y el equipo que financia todo tipo de proyectos.
Suscríbase a nuestro boletín de noticias y hágase socio de Humanium para unirse a nosotros y contribuir a que avancemos en este trabajo crucial. Para apoyar los trabajos en marcha de Humanium y contribuir a que se concreten los derechos de los niños en todo el mundo, por favor haz un donativo, firme nuestra petición y únase a nosotros en la lucha por los derechos de los niños.’
Escrito por Adrian Lakrichi
Traducido por Nieves Carazo
