Niños de Senegal

Descubriendo los Derechos del Niño en Senegal

En Senegal, uno de cada 2 niños no está registrado en el Registro Civil, 1 de cada 4 niños de edades comprendidas entre los 5 y 17 años realiza un trabajo que perjudica su salud o su desarrollo y 9 de cada 10 niños son víctimas de la violencia. Senegal tiene también muchos retos a los que se enfrentan aquellos que quieren asegurarse que los niños tengan una vida adecuada, algo necesario para su buen y pleno desarrollo.

Índice de los Derechos del Niño: 6,35 /10
Nivel rojo: Situación difícil

Población : 15.8 millones
Pob. de 0-14 años : 43.06 %

Esperanza de vida: 67.6 años
Mortalidad – de 5 años: 78.7 ‰

Senegal de un vistazo

La República de Senegal es un país que se sitúa en el extremo oeste del continente africano. Cuenta con una superficie de 196.722 km2 y tiene frontera al norte con Mauritania, al Este con Mali y al Sur con Guinea y Guinea Bissau. Al Oeste está abierto al Océano Atlántico, con 700 km de costa.

La población del país prácticamente se ha duplicado desde 1988 (RGPH) hasta 2010, pasando de los 6.896.000 habitantes a 12.526.488. Se estima que en 2017 habría unos 15,8 millones de habitantes. Esta población se encuentra repartida de manera desigual por el país. Algunas ciudades como Dakar, que ocupa el 0.3% del territorio del país, acoge a casi el 23% de la población total. A su vez, la población senegalesa se caracteriza por su juventud. Los menores de 20 años suponen casi el 54% de la población, mientras que los mayores de 65 representan solamente el 4%.

Senegal es uno de los países más estables en África y un ejemplo de democracia. Desde su independencia en 1960, ha conocido tres grandes alianzas políticas, todas ellas pacíficas. Las últimas elecciones presidenciales, celebradas el 24 de febrero de 2019, le dieron la victoria al presidente saliente Makcy Sall con un 58,27% de los votos. Sin embargo, la inestabilidad de la zona sahelo-saharianna que se enfrenta al terrorismo representa una amenaza en términos de seguridad interior, por lo que el país no deja de reforzar sus capacidades en este sentido.

Estatutos de los derechos de los niños

Senegal ratificó el 31 de julio de 1990 la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Mediante esta acción, Senegal reconocía que el niño tiene derechos y adquiría también la obligación de protegerle y asegurarle «en la medida de lo posible, la supervivencia y el desarrollo». No obstante, tras el examen periódico universal, Senegal ha remarcado la necesidad de reforzar las acciones que ya están en marcha para proteger a los niños y asegurarles una mejor calidad de vida. 

Los niños de Senegal por tanto deben hacer frente a numerosos desafíos en cuanto a la consecución de sus derechos. La educación supone considerablemente el mayor reto pues prevalece la educación informar y hay una tasa baja de alfabetización. Las condiciones de vida en los hogares todavía tienen que mejorar para permitir que los niños tengan acceso a viviendas seguras y decentes, acceso al agua y al aseo y que se beneficien de un suministro constante de electricidad.

Senegal también debe hacer frente también al fenómeno de los talibés o de los niños mendigos. Estos variados desafíos requieren de atención especial y de un esfuerzo continuado por parte de las autoridades para garantiza la protección y el buen desarrollo de los niños senegaleses.

Protección social adaptada a los niños

En comparación con otros países de la región, Senegal es uno de los países con un mejor rendimiento económico. Sin embargo, es un país pobre (los ingresos nacionales brutos se sitúan en los 1640 dólares de poder adquisitivo) y tiene un importante retraso en cuanto a infraestructura y desarrollo humano (ocupa el puesto 164 de los 180 Estados que conforman la clasificación IDH de la PNUD). Vista esta pobreza, los niños y los jóvenes son los más vulnerables porque deben enfrentarse a la falta de servicios de protección. Por lo tanto, es importante que la acción gubernamental se organice para poner en marcha una protección social que permita abordar esta vulnerabilidad:

En Senegal, la estrategia nacional relativa a la protección social se divide en dos categorías: Se trata de un sistema informal o tradicional y de un sistema de protección social formal. El sistema tradicional, en pocas palabras, se basa en el modelo de «familia africana» de familia extensa y amigos cercanos. La situación económica de los miembros permite evaluar la posición de autoridad de algunos miembros que son un apoyo para los demás en caso de necesidad. Esto igualmente implica que otros miembros de la familia hayan tenido que emigrar para enviar dinero a su familia.

Dentro del marco formal de protección social, el Estado, mediante instituciones como la caja de la seguridad social o el fondo nacional de pensiones, les da prestaciones a aquellos que estén formalmente asalariados y a los funcionarios del sector público. Sin embargo, hace falta señalar la débil actuación de Senegal a la hora de poner en marcha una protección social adaptada al niños que consista principalmente en la implementación de programas de asignaciones sociales que sean herramientas útiles para reducir la pobreza del niño. Estas asignaciones tienen así pues un impacto importante en la mejora de la nutrición de los niños, el registro de nacimientos y la mejora de la tasa de supervivencia de los niños (UNICEF).

Respuesta a las necesidades de los niños [1]

Derecho a la salud

El derecho a unas mejores condiciones sanitarias que se puedan atender es una condición necesaria si queremos asegurar que los niños tengan un buen desarrollo. El derecho a la salud de todos sin excepción alguna queda garantizado en los artículos 8 y 17 de la constitución de Senegal de 2001. Disponen la creación de un marco jurídico nacional necesario para que se pueda aplicar el derecho a la salud que beneficie a cada niño de Senegal. A nivel internacional, Senegal ha declarado su voluntad de velar por el cumplimiento de los derechos del niño mediante la ratificación de instrumentos como la Declaración universal de los derechos humanos o incluso la Declaración internacional de los derechos del niño.

En la práctica, a pesar de las numerosas reformas destinadas a reforzar el sistema de la salud y la puesta en marcha de ciertos programas como el programa de vacunación general, Senegal debe enfrentarse a un gran número de dificultades que suponen una traba a la eficiencia del derecho a la salud de los niños. Las principales causas de mortalidad en Senegal son las enfermedades infecciosas y causadas por parásitos como el paludismo cuya tasa de mortalidad en los menores de 5 años alcanza 1l 1,49%.

Los niños igualmente se enfrentan a carencias de micronutrientes como yodo y hierro. Un estudio de EDS-MICS muestra de este modo que el 76% de los niños entre los 5 y los 59 meses sufren de anemia. El porcentaje de lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida es del 39%, una cifra escasa. Se deben realizar esfuerzos también en los ámbitos del agua, la higiene y el saneamiento. 

Cerca del 61,8% de los hogares con niños se proveen de agua con un cubo, que puede encontrarse tanto en el interior como en el exterior del habitáculo.  La otra fuente que suministra agua a los hogares son los pozos, que no siempre están protegidos. De este modo, el 26.2% de los hogares con un porcentaje de 17% de niños consumen agua de los pozos. Estas cifras se vuelven más alarmantes aún en las zonas rurales donde el 35,3% de los hogares con niños consumen agua de los pozos.

En cuanto al refuerzo del sistema de salud, la financiación del sistema debería mejorar en base a los compromisos adquiridos dentro del marco de Abuja que exige que se asigne el 15% del presupuesto nacional a la salud. Senegal de momento no asigna más del 6% de su presupuesto. Se debe presentar atención en encontrar un equilibrio entre el acceso a los servicios sobre todo en cuanto a los niños huérfanos en situación de vulnerabilidad y el acceso de las jóvenes a tratamientos sanitarios relacionados con la sexualidad y la reproducción.

Derecho a la educación

Los menores de 20 años representan el 54% de la población senegalesa. Debido a su juventud, la educación supone un reto mayor, incluso decisivo en lo que concierne al desarrollo y mejora de los recursos humanos del país. Sin embargo, se trata ante todo de un derecho fundamental del que debe beneficiarse cada niño. En el contexto de Senegal, conlleva una particularidad especial con la existencia de una educación no formal que es la principal vía de aprendizaje para muchos jóvenes desfavorecidos. La educación informal se caracteriza también por tener en cuenta el contexto propio de las poblaciones débiles especialmente mediante el uso de la lengua local.

Senegal cuenta con 2.852.983 estudiantes repartidos de la siguiente manera: 170.351 (6,0%) en preescolar, 1.521.572 (53,3%) en primaria, 701.577 (24,6%) en educación media, 321.799 (11,3%) en secundaria y 137.684 (4,8%) en educación (informe definitivo de RGPHAE 2013). La tasa más elevada de escolarización se da en los medios urbanos, con un 57,3% de estudiantes.

A nivel de primaria, las niñas escolarizadas suponen 771.804, una cifra mayor que la de niños escolarizados, 749.769.  Esta superioridad se mantiene en el ciclo medio con una diferencia de 1.815 niñas más que niños escolarizados. Es ya en secundaria cuando la tendencia se invierte. El número de niños escolarizados en secundaria se sitúa en los 175.849, mientras que el número de niñas es de 145.950.

Esta inversión brusca de la tendencia resalta también que son muchas las niñas que no continúan sus estudios. Por su parte, la tasa de escolarización en el entorno rural de 8% es relativamente escasa. Esto se explica por el hecho de que las estadísticas del Ministerio de Educación Nacional, 77,3% de los centros de educación secundaria general se encuentran en el entorno urbano. Haría falta entonces que las autoridades garantizaran la perpetuidad de las políticas de escolarización de las niñas y buscar una mayor distribución de los centros escolares en todo el territorio.

Derecho a la identidad

Para poder beneficiarse de sus derechos, de la protección del Estado, e incluso de una educación adecuada, es necesario que el niño sea reconocido. Es decir, que se declare su estado civil. El niño debe por lo tanto estar registrado en el estado civil y conseguir así la nacionalidad y la condición de miembro de una nación.

En Senegal, 27.2% de los niños de menos de 5 año no tienen ningún reconocimiento civil. Estas cifras varían en función del lugar de residencia. En las áreas urbanas, el 7,2% de los niños menores de 5 año sin embargo no se encuentran registrados. Esta cifra aumenta drásticamente en el entorno rural, con 39,3% de los niños sin registrar. Según el informe conjunto preparad por UNICEF y la Agencia Nacional de Estadística y Demografía, ciertos factores relativos al hogar y al jefe de familia juegan un rol importante en las oportunidades de un niño de poder recibir un estado civil.

Dentro de los factores que suponen un impedimento se encuentra el lugar de residencia. Como subrayan las cifras anteriormente mencionadas, las probabilidades del niño de ser reconocido en el entorno urbano son mayores que en las zonas rurales. El tamaño de la familia también juega un papel importante en Senegal, pues muestra que cuantos más niños haya en los hogares, menores son las probabilidades de que les registren. En último lugar, hay que indicar que los hogares más pobres son menos propensos a declarar el nacimiento de sus hijos que aquellos más ricos.

En lo que concierte al jefe de familia, este informe destaca el nivel de formación del mismo. El porcentaje de niños declararos no pasa del 2,0% si los jefes de familia con suficiente formación, frente al 29.5% en hogares con menos sin formación. Así pues, la formación tiene un papel decisivo en el contexto senegalés. De hecho, el informe señala que los agricultores y ganaderos suelen declarar menos el nacimiento de sus hijos.

Por lo tanto, es importante en cuanto a estas debilidades procurar que se aumente el número de registros de nacimientos especialmente mediante la sensibilización o incluso acercando las instituciones que promueven la declaración civil de los niños.

Factores de riesgo – Los desafíos concretos del país

Migración

La migración es un fenómeno que afecta duramente al África Occidental, en especial a la población joven. En Senegal, la migración se puede analizar desde dos niveles: la migración interna y la migración internacional.

La migración interna se produce dentro de los límites del territorio nacional. Los niños bien acompañados por adultos o solos representan la mayor parte del flujo de estos migrantes. Según un informe de la Agencia Nacional de Estadística y la demografía la sitúa en las edades de 1 a 19 años con 6,592,380 movimientos entre regiones. Los índices de entradas registradas en este informe muestran que las regiones más atractivas son Dakar, Ziguinchor y Diourbel respectivamente con registros de 27,7%, 12,2% y 20,3%. Dakar registra así pues el mayor índice de entradas. El atractivo que presenta Dakar se explica tanto por su condición de capital económica y administrativa que puede ofrecer mayores oportunidades y por lo tanto mejores oportunidades de éxito.

La migración internacional de niños senegaleses, por su parte, es menos importante que la interna. Afecta a 33.014 niños entre las edades de 1 a 19 años. Desde un punto de vista global, las razones que favorecer estos flujos migratorios son abundantes. En primer lugar, se encuentra la búsqueda de una vida mejor. En Senegal, en el África Occidental, y en el África subsahariana de manera más general, as condiciones de vida se ven especialmente marcadas por la pobreza que prevalece entre gran parte de la población. Los niños solos o con sus padres de este modo se ven motivados a desplazarse hacia países o ciudades que ofrecen mejores opciones de éxito.

Igualmente, los niños se ven movidos a viajar buscando una mejor educación, para escapar la violencia que sufren en el seno de sus familias y con la finalidad de ofrecer más ayuda a sus familias inmersas en circunstancias difíciles. La migración, aun cuando se percibe como una solución a las dificultades económicas de las familias, expone a los niños a numerosos riesgos como el tráfico infantil, los trabajos forzados y no remunerados e incluso los matrimonios obligados. Por lo tanto, resulta importante que los jóvenes tomen conciencia de la importancia de no exponerse a dichos riesgos, pero, sobre todo, de velar por garantizarles oportunidades de éxito en sus regiones.

Abuso contra los niños talibés

Los niños talibés que estudian el Corán. En Senegal, se trata de niños con edades entre los 5 y los 15 años dentro del «Daaras», un término que se emplea para identificar las escuelas tradicionales musulmanas y/o el lugar donde viven los niños. Hay tres órdenes de Daaras. Consisten en el Daraa externo, el Daraa mixto y el Daara internado. Lo que diferencia a estos tres tipos de órdenes es la aceptación de internos.

Un mínimo de 50.000 niños talibés internos en los Daaras internados o mixtos son sometidos a la esclavitud. Se les obliga a mendigar en las calles de algunas ciudades como Dakar y Diourbel, sufren formas extremas de abuso, de negligencia y son explotados por sus maestros o morabitos.

Le mendicidad obligada de los niños representa una violación grave de sus derechos. Además de verse obligados a mendigar para conseguir comida o dinero, los niños se ven sometidos a múltiples abusos físicos si no llegan a la cuota del día, intentan escaparse o no consiguen memorizar los versos del Corán. Muchos mueren a causa del tráfico violento de tabaco, de negligencias o porque se les pone en peligro. Por otro lado, estos niños sufren abusos sexuales, viven de la fortuna y, debido a que les obligan a mendigar, se ven expuestos al tráfico que a veces resulta fatal para ellos.

No se puede ignorar el rol que la implicación de los padres desempeña en la progresión de este fenómeno. De hecho, son los padres que por razones de pobreza u otras causas envían a sus hijos a estos maestros coránicos durante años a menudo sin asegurarse de en qué condiciones vivirán los niños. Los niños, al tiempo que se benefician de la intervención de las autoridades locales que les envía de vuelta a sus familias, a veces son llevados nuevamente por los padres a los maestros o morabitos.

Los abusos de los que son víctimas los niños talibés según la definición del derecho internacional aplicable a los niños de esclavitud, de sumisión a las peores formas de trabajo infantil y a la trata o tráfico de niños. Existen tanto un marco legal internacional como nacional cuyos objetivos son la protección de los niños en su totalidad y de su dignidad frente a este fenómeno.

Así pues, es necesario que las autoridades senegalesas deben velar por una mejor efectividad de estas normas en el territorio y realizar un trabajo de sensibilidad sobre todo entre los padres que viven en zonas rurales y remotas para destacar el peligro que entraña enviar a un niño a las daaras internas o mixtas.

Trabajo infantil

El trabajo infantil es un problema que se expande en el país africano de Senegal. Además de suponer una violación del artículo 32 de la CIDN y del artículo 15 de la Carta africana sobre los derechos y el bien estar de los niños, este problema supone un obstáculo a la hora de ejercer el derecho a la educación de los niños.

En Senegal, el 25,5% de los niños entre los 5 y los 17 años desempeñaron una actividad económica, de los cuales un 10% lo hacen en condiciones peligrosas en 2014. El trabajo infantil normalmente afecta a los chicos. Cerca del 35% de los niños son niños trabajadores. En cuanto a la violación del derecho a la educación de los niños, hace falta señalar que aquellos que trabajan no están muy escolarizados. Solamente 8711 de los niños que trabajan habitualmente cuentan con un centro educativo en su entorno urbano. En cuanto al tipo de familia, los patriarcas y algunos agentes del contexto social del niño contribuyen en gran manera a que se expanda el trabajo infantil en Senegal.

En cuanto a las familias, es necesario señalar que en los núcleos familiares más pobres y en los niveles de vida más bajos, los niños se ven más expuestos al trabajo infantil. 15,7% de los niños de 6 a 17 años procedentes de las familias más pobres de Senegal trabajan, frente al 5% de aquellos que provienen de familiar más acomodadas. En cuanto a la implicación de los jefes de familia en el trabajo infantil, aquellas familias que se dedican a la agricultura cuentan con un número mayor de niños trabajadores.

Por último, los niños que se hacen cargo de sus familias, de lugares donde no hay un jefe de familia o donde no hay aparentemente una figura de líder, trabajan todos Al tener ya su tiempo ocupado trabajando, no pueden disfrutar de su infancia e ir a la escuela para obtener una educación adecuada que les permita beneficiarse de mejores condiciones para el éxito. 

Escrito por Habib Kouamé

Traducido por Nieves Carazo

Última actualización el 23 de julio de 2020

Referencias:

Agence Nationale de la Statistique et de la Démographie . (2014). Recensement Général de la Population et de l’Habitat, de l’Agriculture et de l’Elevage 2013. Dakar.

Anti-Slavery International. (2011). Time for Change: A call for urgent action to end the forced child begging of Time for Change:.

Hewett, M. R. (2005). Poverty and Children’s Schooling. The Population Council, p. 30.

Holmes, N. J. (2010, July). Tackling child vulnerabilities through social protection: lessons from West and Central Africa. Overseas Development Institute, p. 8.

Human Rights Watch . (2010). Senegal «Off the Backs of the Children» Forced Begging and Other Abuses against Talibés in Senegal. New York.

Human Rights Watch . (2019). « Il y a une souffrance énorme » Graves abus contre des enfants talibés au Sénégal, 2017-2018.

République du Sénégal, Ministère de la santé et de l’action sociale. (2019-2028). Plan de développement sanitaire et social.

Save the Children. (2018). Young and on the move in West Africa.

Terre des hommes Suisse . (2019, October). Les droits de l’enfant au Sénégal. Récupéré sur terredeshommessuisse.ch.

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UNICEF. (2016). Le profil Statistique de l’enfant au Sénégal sur la base du recensement général de la population 2013. Dakar.

UNICEF. (2016). Livre des statistiques clés: Plus de 100 tableaux sur la situation des enfants au Sénégal . Dakar.

Zoumanigui, A. K. (2016). On the Talibé Phenomenon: A Look into the Complex Nature of Forced Child Begging in Senegal . International journal of children’s rights, pp. 185-203.


[1] Este artículo de ninguna manera pretende ser un informe completo o una representación de los derechos de los niños en Senegal. De hecho, uno de los desafíos se encuentra en la poca información actualizada sobre los niños en Senegal, que en gran parte es escasa, no representativa, desactualizada o simplemente inexistente.