Bacha Bazi: grave abuso infantil disfrazado de costumbre afgana

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El Bacha Bazi es una práctica que ha formado parte de la tradición afgana durante siglos. Sin embargo, con el tiempo y debido a la pobreza e innumerables tragedias que han penetrado en la sociedad de la región, esta tradición se ha distorsionado en tal grado que actualmente viola de forma directa los derechos infantiles y humanos. Esta práctica se volvió desmedida una vez que las Fuerzas Especiales de los Estados Unidos invadieron Afganistán. La subcultura distorsionada de la pedofilia afgana representa hoy en día una de las violaciones de derechos humanos más espantosas del mundo. 

La historia de los Bacha Bazi

Los Bacha Bazi o niños danzantes —del persa bacheh(niño) y bazi (jugar, juego)— es una expresión usada en ciertas partes de Afganistán y Pakistán. Hace referencia a una práctica en Afganistán que involucra generalmente a niños varones y hombres adultos. Esta práctica se ha convertido en una tradición centenaria e implica abuso sexual y esclavitud de niños jóvenes en manos de hombres mayores poderosos, con frecuencia Pashtuns (New Line Institute, 2021).

Estos preadolescentes, llamados Bacha Bareesho niños sin barba, provienen de familias empobrecidas y sirven como “animadores” para afganos influyentes. Se visten como niñas, se maquillan y bailan para sus amos, quienes luego se los llevan para que participen en una relación sexual. Es así como estos niños mantienen a sus familias.

No resulta extraño que estos niños sean con frecuencia apartados de sus padres con la excusa de otorgarles una educación y un futuro prometedor. Cuando llegan a la edad adolescente y una vez que su barba empieza a crecer, su servicio ya no es deseado y son liberados. Aquí es cuando su trágica vida continúa empeorando debido al daño psicológico causado y a la muy difícil reintegración a la sociedad.

Como los perpetradores han sido siempre terratenientes empoderados concargos importantes en el gobierno, el cuerpo policial y los sistemas militares afganos corruptos, esta práctica, que se remonta a varios siglos atrás en la historia del país, ha sido un desafío en lo que respecta a su erradicación. Al ser una costumbre profundamente arraigada, ha sido una parte de su cultura cuyos aspectos arcaicos no se olvidan fácilmente. Encontramos sus antecedentes en distintas culturas a lo largo de Asia Central (Human Rights Blue, 2017). 

No obstante, estahorrorosapráctica tal como se conoce hoy en día surgió en el siglo XIX. Como se prohíbe a las mujeres danzar profesionalmente, a estos jóvenes, una vez apartados de sus familias, se les enseña a bailar con vestimentas femeninas, campanillas atadas a los pies y un pañuelo sobre el rostro. Todo lo que obtienen luego de ser usados descaradamente es comida y dinero (The Diplomat, 2014). Durante el gobierno talibán en los años 90, esta práctica fue prohibida, al no ser considerada como islámica y no estar alineada con la ley sharía. Aquellos que practicaran esta tradición podrían ser castigados con la muerte (Human Rights Bright Blue, 2017).

“Humillante y prejudicial, la subcultura generalizada de la pedofilia en Afganistán constituye una de las violaciones de derechos humanos más atroces actualmente vigentes en el mundo”.

– Foreign Policy, 2013

Los perpetradores del Bacha Bazi en la era moderna

Si bien durante el régimen talibán el Bacha Bazi fue ilegal y todo aquel involucrado en esta práctica era castigado, luego de la invasión estadounidense en 2001, el antiguo muyahidínsurgió de nuevo y trajo esta costumbre de vuelta. Desde entonces, la costumbre del Bacha Bazi ha evolucionado y la pedofilia ha alcanzado su punto máximo. En un Afganistán sin leyes, los jóvenes eran secuestrados, violados, víctimas de tráfico y vendidos como esclavos sexuales (Foreign Policy, 2013).

Muchos de los comandantes muyahidines recientemente instalados se volvieron personajes políticos poderosos como gobernadores, ministros, policías o jefes militares. En consecuencia, esta tradición incluso se normalizó y prácticamente se institucionalizó, ya que muchas de las figuras mencionadas anteriormente apoyaban estas terribles fiestas y eventos con su presencia. 

La situación y la mentalidad en Afganistán se distorsionaron tanto que las familias de estos niños entregaban de manera consensuada a sus hijos, conscientes de cuál era su destino. El hecho de que esta costumbre haya evolucionado hacia una práctica institucionalizada en ciertas regiones es más que inquietante. Todos los esfuerzos realizados para erradicar la práctica fallaron debido al nivel de corrupción del gobierno afgano y su implicación en la misma.

Por otro lado, los Estados Unidos nunca quisieron intervenir en los asuntos domésticos afganos, de ahí la evolución de este detestable delito. Aun cuando el derecho penal afgano castigaba la violación y la pederastia bajo el artículo 427 (Relief Web, 2017), el Bacha Bazi no fue explícitamente declarado como ilegal hasta enero de 2017 (Human Rights Bright Blue, 2017). Fue entonces cuando el gobierno afgano finalmente dio un paso adelante al criminalizar la práctica. Sin embargo, debido a la aprobación sociocultural generalizada de esta práctica, la implementación de la ley sigue siendo un desafío y esta sigue siendo tácitamente aceptada.

Implicación internacional y convenciones

Una vez que la práctica se retomó luegode la invasión norteamericana en 2001, los miembros de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos podían escuchar desde sus literas a miembros de la milicia afgana abusar sexualmente de niños en su base. Sin embargo, no tenían permitido tomar acción y se les aconsejó “mirar hacia otro lado porque es su cultura” (The New York Times, 2015).

No obstante, en 2011 uno de los capitanes de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos golpeó a un Policía Nacional Afgano (PNA) por tener a un niño afgano atado a su cama como esclavo sexual (AP News, 2015). Este fue un pequeño paso para dar visibilidad a este tema en la comunidad internacional, aun cuando el capitán fue expulsado de las Fuerzas Especiales por intervenir. 

Hubo otros miembros del ejército estadounidense que afirmaron que cada vez que intentaban frenar una violación infantil o intervenir de cualquier otra forma, debían abandonar el ejército ya que la intervención dañaría su expediente (AP News, 2015). Basándonos en estos hechos, se puede deducir que, por razones políticas, durante décadas las Fuerzas Especiales de Estados Unidos hicieron la vista gorda a las atrocidades llevadas a cabo por las Fuerzas Especiales Nacionales Afganas (ANSF, por sus siglas en inglés).

Ignorar violaciones de derechos humanos para apoyar intereses políticos tiene su precio. No pudieron proteger a los niños afganos Bacha Bazi, por lo tanto, no pudieron proteger los derechos humanos. Esto está directamente relacionado con que los talibanes retomaran Afganistán y prometieran prohibir el Bacha Bazi, lo que tuvo eco entre los afganos empobrecidos, quienes les mostraron su apoyo.

Exponer públicamente la maliciosa práctica

Luego de numerosos abordajes individuales de miembros de las fuerzas estadounidenses para llevar este asunto a la escena pública, la comunidad internacional reforzó sus acusaciones. En 2010, el programa de televisión Frontline de la PBS en los Estados Unidos transmitió el documental “Los niños danzantes de Afganistán”, en el que se expuso esta antigua práctica. El periodista afgano Najibullah Quraishi detalló conversaciones con algunos de los niños Bacha Bazi e incluso se infiltró en el círculo de hombres poderosos para exponer su implicación (PBS, 2010).

En septiembre de 2015, el New York Times publicó un artículo titulado “Piden a los soldados de Estados Unidos que ignoren los abusos sexuales de niños en manos de afganos aliados”. El artículo sirvió como clara evidencia de cómo la política provoca de manera directa violaciones de los derechos humanos en lugar de protegerlos y luchar por ellos.

Poco después, en octubre de 2015, el Inspector General Especial para la Reconstrucción del Afganistán (SIGAR, por sus siglas en inglés) abrió una investigación sobre los Bacha Bazi y emitió un informe sobre el tema. El documento afirmaba que “las fuerzas de seguridad afganas estaban involucradas en al menos 75 violaciones graves de derechos humanos desde  2010 hasta  2016, incluyendo el asesinato y el abuso sexual” (VOA, 2018).

La presión continua de la comunidad internacional llevó a una revisión del código penal en Afganistán. La versión reformada del código penal fue publicada el 15 de mayo de 2017 en el Boletín Oficial del Ministerio de Justicia de Afganistán (LSE, 2018). Esta vez hubo un capítulo entero dedicado a penalizar la práctica del Bacha Bazi. En función del nivel de delito, el autor puede enfrentarse a 7 años de prisión o a cadena perpetua. Este código penal fue reforzado en febrero de 2018 (Parlamento Europeo, 2019), pero debido a las pautas sociales afganas y el miedo a las represalias, sigue habiendo muchos casos de Bacha Bazi sin denunciar.

Una práctica horrenda que por desgracia pervive

Incluso cuando los talibanes retomaron Afganistán en agosto de 2021, no había mucha esperanza de que el Bacha Bazi llegara a su fin. Como las Fuerzas Especiales de Estados Unidos se retiraron de Afganistán y los derechos de mujeres y niñas pasaron a ser el foco de atención, la comunidad internacional comenzó a preocuparse legítimamente por cómo serían sus vidas bajo el régimen talibán.

Sin embargo, como los derechos de las mujeres han sido severamente oprimidos y sus actividades y movilidad minimizadas, la práctica del Bacha Bazi y la pederastia siguen presentes. Aunque ya habían prohibido la práctica con anterioridad, los talibanes, además de agredir sexualmente a los niños, también los usan como soldados y guardaespaldas o terroristas suicidas (Washington Examiner, 2022).

El sistema jurídico del país se ha vuelto más complejo luego de la toma de control de los talibanes en agosto de 2021, pero está claro que la práctica del Bacha Bazi sigue operando sin consecuencias para los perpetradores, quienes continúan siendo individuos poderosos que lideran el Afganistán en transición. Las recientes dinámicas de poder volvieron inconsistente a la ley nacional y, por lo tanto, sujeta a menoscabo. Por otro lado, las familias de los niños Bacha Bazi se niegan a reportar sus casos, ya que la práctica constituye una vergüenza para su nombre y no tienen ninguna confianza en el sistema judicial. 

¿Cómo poner fin a esta trágica costumbre?

A pesar de las investigaciones abiertas sobre el Bacha Bazi, algunas coberturas mediáticas y el cambio en el código penal afgano en 2018, esta práctica ha recibido poca atención de la comunidad internacional en general. Los derechos de las mujeres y la discriminación siguen estando en el centro de la escena. La práctica está profundamente arraigada a la cultura e historia afganas y, por consiguiente, no será fácilmente erradicada. 

Al parecer, la única forma de luchar contra la práctica del Bacha Bazi y la injusticia de género es modernizar el sistema jurídico afgano y resolver este problema desde la perspectiva cultural-religiosa. Es absolutamente necesario expulsar a los pedófilos de cargos importantes dentro del sistema afgano como son el gobierno, la policía y el ejército. La erradicación de esta práctica distorsionada podrá ocurrir únicamente en un Afganistán libre de pedófilos, en dónde los aspectos arcaicos de la cultura afgana del caudillismo sean completamente marginalizados.

En Humanium luchamos por los derechos infantiles y siempre condenaremos su violación en todas sus formas. Crear conciencia de su estado y los problemas que están enfrentando alrededor del mundo es fundamental para las actividades de nuestro equipo. Trabajamos constantemente para proteger a los niños contra la violencia, asegurándonos de que sus voces sean oídas por las instituciones internacionales y la comunidad. Puedes ayudarnos a lograr este objetivo haciendo una donación, apadrinando a un niño o haciéndote voluntario. ¡Todos los niños merecen vivir en un mundo libre de violencia!

Escrito por Jovana Andelkovic

Traducido por María Eugenia Lodeiro

Revisado por Inés Mª Campillo

Para más información:

SIGAR Quarterly Report to the Unites States Congress 2015

Referencias:

AP News (2015), “Soldier punished for interfering in a child assault by Afghan”, retrieved from: https://apnews.com/article/0f152eaad8134c5295da85988e7ff296, accessed on August 2, 2022.

European Parliament (2019), “MOTION FOR A RESOLUTION on Afghanistan, notably the allegations of sexual abuse of boys in the Logar Province”, retrieved from: https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/B-9-2019-0256_EN.html, accessed on August 3, 2022.

Foreign Policy (2013), “Bacha Bazi: An Afghan Tragedy”, retrieved from: https://foreignpolicy.com/2013/10/28/bacha-bazi-an-afghan-tragedy/, accessed on August 2, 2022.

Human Rights Bright Blue (2017), “Afghanistan’s Child Sexual Abuse Complicity Problem”, retrieved from: https://humanrights.brightblue.org.uk/blog-1/2017/8/18/bacha-bazi-afghanistans-darkest-secret, accessed on August 2, 2022.

LSE (2018), “The revised Afghanistan criminal code: an end for Bacha Bazi?”, retrieved from: https://blogs.lse.ac.uk/southasia/2018/01/24/the-revised-afghanistan-criminal-code-an-end-for-bacha-bazi/, accessed on August 3, 2022.

National Interest (2017), “America’s Enduring Bacha Bazi Problem in Afghanistan”, retrieved from: https://nationalinterest.org/feature/americas-enduring-bacha-bazi-problem-afghanistan-23557, accessed on: August 4, 2022.

Newlines Institute (2021), “What About the Boys: A Gendered Analysis of the U.S. Withdrawal and Bacha Bazi in Afghanistan”, retrieved from: https://newlinesinstitute.org/afghanistan/what-about-the-boys-a-gendered-analysis-of-the-u-s-withdrawal-and-bacha-bazi-in-afghanistan/, accessed on August 2, 2022.

Relief Web (2017), “The Unraveled and Disquieting Human Rights Violation of Afghanistan”, retrieved from:https://reliefweb.int/report/afghanistan/unraveled-and-disquieting-human-rights-violation-afghanistan, accessed on August 3, 2022.

The Diplomat (2014), “Bacha Bazi: The Tragedy of Afghanistan’s Dancing Boys”, retrieved from: https://thediplomat.com/2014/08/bacha-bazi-the-tragedy-of-afghanistans-dancing-boys/, accessed on August 4, 2022.

The New York Times (2015), “U.S. Soldiers Told to Ignore Sexual Abuse of Boys by Afghan Allies”, retrieved from: https://www.nytimes.com/2015/09/21/world/asia/us-soldiers-told-to-ignore-afghan-allies-abuse-of-boys.html?mcubz=1, accessed on August 2, 2022.

VOA (2018), “Report: US Military Continues to Pay Afghan Units Despite Human Rights Abuses”, retrieved from: https://www.voanews.com/a/report-us-military-continues-to-pay-afghan-units-despite-reported-human-rights-abuses/4220609.html, accessed on August 3, 2022.

Washington Examiner (2022), “Photos, video, and testimony suggest that the Taliban are sexually exploiting young boys”, retrieved from: https://www.washingtonexaminer.com/opinion/photos-video-and-testimony-suggest-that-the-taliban-are-sexually-exploiting-young-boys, accessed on August 3, 2022.