La realidad de la industria del entretenimiento en EE. UU.: los artistas infantiles y su derecho a la educación

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A pesar de que normalmente las leyes relativas al trabajo infantil prohíben trabajar a los menores, los Estados Unidos establecen una excepción para los artistas infantiles, un hecho que refleja el enorme interés del país con respecto al mundo del espectáculo. En el deslumbrante mundo del entretenimiento americano, los artistas infantiles, que son aquellos niños menores de 18 años que realizan labores u ofrecen servicios a cambio de una compensación económica en la industria del entretenimiento, cautivan a menudo al público con su talento y encanto. Sin embargo, fuera de escena, las jóvenes estrellas se enfrentan a desafíos únicos, uno de ellos: encontrar el equilibrio entre su carrera en ciernes y su derecho a la educación

Protección jurídica de los actores infantiles en EE. UU. 

El derecho a la educación es uno de los derechos fundamentales de cada niño. Ahora bien, los menores que trabajan en la industria del entretenimiento en EE. UU. se encuentran con algunos obstáculos a la hora de ejercer este derecho; por esta razón, ha sido necesario asegurar la adecuada protección jurídica del mismo.  

La Ley de Normas Razonables de Trabajo (FLSA, por sus siglas en inglés), que establece el salario mínimo, el pago de las horas extra, el mantenimiento de registros y las normas sobre el trabajo infantil que afectan a los trabajadores a tiempo completo y parcial en los sectores público y privado, también identifica algunas exenciones para ciertas categorías de trabajadores, incluidos los artistas infantiles de la industria del entretenimiento (FLSA, 1938). Estas exenciones permiten a los artistas infantiles participar en actividades artísticas al tiempo que reciben la protección y las adaptaciones necesarias, como el acceso a la educación y limitaciones de la jornada laboral. 

Las normas específicas de cada Estado, como la Ley Coogan de California, tienen como objetivo proteger las ganancias y las necesidades educativas de los artistas infantiles (Biz Parentz Foundation, 2018). La Ley Coogan, en concreto, exige que una parte de las ganancias del menor se aparte en un fondo fiduciario para asegurar su educación y seguridad financiera futuras.  

Asimismo, los requisitos educativos establecen que los artistas infantiles han de recibir clases particulares en plató para asegurarse de que continúan con sus estudios. En California, por ejemplo, donde se localiza una parte importante de la industria del entretenimiento, los artistas infantiles deben recibir clases particulares durante al menos tres horas por cada día de rodaje en caso de que se ausenten de sus actividades educativas obligatorias (Courtenay, 2018). Esta disposición forma parte del Código de Educación de California, que expone los requisitos de la educación obligatoria del Estado. 

Obstáculos a la educación tradicional

A pesar de que los instrumentos legales mencionados anteriormente y otros salvaguardan el bienestar educativo de las jóvenes estrellas, la realidad conforma una imagen con muchos más matices. Los rigurosos horarios y las exigencias de la industria del entretenimiento pueden suponer importantes desafíos para la educación del menor. 

Uno de los mayores retos a los que se enfrenta es la interrupción de la educación tradicional ocasionada por el horario imprevisible de los rodajes de películas, los ensayos y las giras promocionales. La falta de regularidad en la asistencia puede ocasionar dificultades a la hora de seguir el curso académico. Por ejemplo, es posible que un actor menor que tiene que rodar en escenarios naturales por un período prolongado de tiempo tenga dificultades para asistir a las clases; en esta situación, mantener un progreso académico y proseguir su formación se convierte en un desafío. 

Aún cuando el horario laboral permite a los artistas infantiles asistir a la escuela con cierta regularidad, se sienten a menudo aislados o incluso sufren acoso debido a su distinto estatus social (Sharf, 2023). Esto, sumado a su ausencia frecuente y prolongada, y al agotamiento que se deriva de trabajos física y emocionalmente exigentes, hace que la educación tradicional se convierta en un serio desafío para los artistas infantiles. 

Clases particulares en plató y otras alternativas a la educación tradicional 

Para los jóvenes talentos que no pueden asistir a la escuela con regularidad, existen otras alternativas: la educación online o híbrida en escuelas privadas, la educación en casa, los programas de estudio independiente disponibles en algunos estados y diseñados específicamente para que los artistas infantiles puedan estudiar a su ritmo, así como las clases particulares en plató (Sánchez, 2023). La última se puede combinar con otras modalidades de formación mencionadas. 

Las clases particulares en plató, como modalidad de formación específica para los artistas infantiles, garantizan el cumplimiento de las leyes laborales. Ahora bien, la calidad y regularidad de esta modalidad puede variar ampliamente. De hecho, con frecuencia se descuidan, pues la realidad es que el foco de atención recae a menudo en cubrir el mínimo de horas de clases particulares que establece la ley.

Por consiguiente, es habitual que, en la práctica, la lección en plató sea interrumpida por un miembro del equipo que necesita que el artista infantil acuda inmediatamente al set o a un ensayo. Esto supone la interrupción de la clase que tendrá que repetirse si no ha durado más de 30 minutos, lo que dificulta aún más la concentración por parte del menor (O’Mahony, 2017). Además, debido a un horario tan ajustado, no se pueden abarcar todas las materias; el enfoque recae sobre matemáticas, lectoescritura y ciencias (O’Mahony, 2017). 

Importancia de una educación adecuada para los artistas infantiles

Pese a que sus carreras comienzan a florecer a temprana edad, el futuro del artista infantil en la industria del entretenimiento es incierto. La educación les proporciona unos buenos cimientos y un plan alternativo, les dota de conocimientos y habilidades que pueden servir de red de protección en caso de que su carrera en el mundo del entretenimiento se tambalee o tome un camino inesperado. Al invertir en su educación, los artistas infantiles están mejor preparados para afrontar los desafíos que implica la edad adulta, tanto si continúan trabajando en la industria del entretenimiento como si cambian de ámbito. 

Además, una educación adecuada prepara al artista infantil para ser menos dependiente de otros en lo relativo a su éxito y bienestar. La educación promueve la independencia y el pensamiento crítico, lo que les permitirá tomar decisiones informadas acerca de su futuro, incluso si cuentan con agentes, managers y otros profesionales de la industria que se encargan de guiar su trayectoria. Sin una base educativa sólida, puede que los artistas infantiles se encuentren en una situación de vulnerabilidad frente a la explotación o a la manipulación en la industria. 

Carecer de una educación adecuada también puede tener consecuencias psicológicas, sobre todo en lo que respecta a las interacciones sociales y a los vínculos con sus iguales. Los artistas infantiles a menudo se ausentan de las experiencias escolares habituales, como hacer amigos, participar en actividades extraescolares y desarrollar habilidades sociales. Este aislamiento de sus iguales puede conducir a sentimientos de soledad, distanciamiento y a una sensación de desconexión de su grupo de edad, lo que resalta la importancia de la educación no solo para el desarrollo académico, sino también para el desarrollo holístico y el bienestar del individuo (Sánchez, 2023).

Protección del derecho a la educación de los artistas infantiles

Actualmente, los artistas infantiles en EE. UU. gozan de una mejor protección en comparación con los tiempos en los que la industria del entretenimiento comenzaba a posicionarse como una de las más importantes del país. Sin embargo, no podemos pasar por alto el hecho de que aún trabajan y de que esto afecta a aspectos cruciales de sus vidas, incluida la educación. Procurar un mejor entorno educativo para los artistas infantiles en EE. UU. pasa por un enfoque multidimensional que comprende tanto la acción gubernamental como los esfuerzos individuales. 

En primer lugar, el Gobierno de EE. UU. puede promulgar normas más estrictas y de mayor alcance a fin de garantizar que los artistas infantiles reciben un apoyo educativo adecuado mientras continúan su carrera en el mundo del entretenimiento. En este punto, es crucial no solo incorporar nuevas normas y modificar las existentes, sino también asegurarse de que se aplican conforme al interés superior del menor. Es en este momento cuando los servicios sociales competentes podrían desempeñar un papel importante en terreno. 

Asimismo, la colaboración entre los organismos gubernamentales, las instituciones educativas y las partes interesadas de la industria podría contribuir al desarrollo de unos estándares educativos y mejores prácticas para los artistas infantiles. Las prácticas estandarizadas podrían ayudar a minimizar las consecuencias que tiene el enfoque centrado en el dinero para los jóvenes talentos, un enfoque que a veces adoptan las partes interesadas de la industria del entretenimiento, pero también los padres y tutores. 

Los padres y tutores de los artistas infantiles juegan un papel crucial a la hora de priorizar la educación de los niños y defender sus derechos dentro de la industria. Deberían interactuar activamente con los profesionales de la industria para garantizar la protección y defensa de los derechos de los niños, incluidos los relacionados con la educación, a lo largo de toda su carrera en el mundo del entretenimiento y sin excepciones.

Desde Humanium, nuestra misión consiste en concientizar sobre la importancia de una educación apropiada para los niños, con independencia de su raza, nacionalidad, estatus social u otros factores, y promover medidas de protección. Si quieres contribuir con la causa, por favor, considera la posibilidad de realizar un donativo, colaborar como voluntario o hacerte socio

Escrito por Zeljka Mazinjanin

Traducido por Patricia Curto Gutiérrez

Revisado por Lorraine Valarino

Bibliografía:

Biz Parentz Foundation (2018),  California Coogan Law. Retrieved from Biz Parentz Foundation, available at https://www.bizparentz.org/california-coogan-law/, accessed on February 14, 2024.

Courtenay Julia (2018), How to work with child actors on set. Retrieved from INfocus Film School, available at https://infocusfilmschool.com/how-to-work-with-child-actors/, accessed on February 14, 2024.

FLSA (1938), Fair Labor Standards Act. Retrieved from Office of Financial Management of the state of Washington, available at https://ofm.wa.gov/state-human-resources/compensation-job-classes/compensation-administration/fair-labor-standards-act-flsa-washington-minimum-wage-act-wmwa/fair-labor-standards-act-flsa, accessed on February 14, 2024.

O’Mahony Holly (2017), Teaching on a film set: ‘I’ve found myself in all sorts of bizarre locations’. Retrieved from The Guardian, available at https://www.theguardian.com/teacher-network/2017/nov/06/teaching-on-a-film-set-ive-found-myself-in-all-sorts-of-bizarre-locations, accessed on february 15, 2024.

Sanchez Maria (2023), Do Child Actors Go To School? A Detailed Look. Retrieved from Save Our Schools, available at https://www.saveourschoolsmarch.org/do-child-actors-go-to-school/, accessed on February 15, 2024.

Sharf Zack (2023), School of Rock’ Kids Got Smacked by Bullies, Were ‘Mentally Unwell’ and More After Film’s Release: ‘I Was Looked at Like a Complete Weirdo’. Retrieved from Variety, available at https://variety.com/2023/film/news/school-of-rock-kids-bullied-slapped-harassed-1235738808/, accessed on February 14, 2024.