Las “novias del ISIS” y sus hijos: Violaciones continuas de los derechos de la infancia en Siria e Irak

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Se estima que entre 664 y 746 mujeres occidentales viajaron a Siria e Irak para unirse al Estado Islámico (ISIS) entre 2013 y 2019. Estas mujeres y niñas apoyaron al ISIS no solo casándose con combatientes, sino también participando en acciones de propaganda, reclutamiento y, en algunos casos, en operaciones armadas. Tras la caída del Califato en 2019, muchas de estas mujeres y sus hijos fueron internados en los campos de detención de Al-Hol y Roj, donde continúan produciéndose graves y constantes violaciones de los derechos de la infancia.

Los roles de mujeres y niñas dentro del ISIS

Desde el surgimiento del Califato, algunas mujeres fueron reclutadas por la Brigada Al-Khansaa del ISIS, encargada de hacer cumplir las normas morales y participar en acciones de propaganda, reclutamiento y captación en línea de otras mujeres y niñas. A las niñas reclutadas por el ISIS se las solía llamar “hermanas del Estado Islámico” y eran entrenadas para apoyar a sus esposos, a veces desde los nueve años de edad (Capone, 2019).

La implicación de las mujeres fue más allá del papel de “novias yihadistas” (mujeres y niñas reclutadas para casarse con combatientes yihadistas) o muhajirat (migrantes femeninas hacia el territorio del ISIS). Entre 2015 y 2018, a medida que el ISIS se debilitaba militarmente, declaró públicamente que se había decretado “obligatorio que las mujeres tomaran las armas”.

Durante este periodo, se informó que algunas mujeres recibieron entrenamiento como francotiradoras, portaron armas e incluso usaron chalecos suicidas. Sin embargo, el alcance de la participación femenina en acciones violentas sigue estando poco documentado, en parte porque la propaganda del ISIS se centraba en mostrar principalmente a combatientes masculinos (Kumar, 2021).

¿Cuántas mujeres y niñas salieron de países occidentales para unirse a la cause del ISIS?

Informes más recientes estiman que, en países de Europa Occidental – en concreto,  Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda y los Países Bajos – entre 664 y 746 mujeres viajaron a zonas de conflicto en Irak y Siria desde el establecimiento del Califato en 2013.

En el Reino Unido (UK) y en Suecia, se documentó que 150 y 75 mujeres, respectivamente, viajaron a zonas de conflicto. En Estados Unidos (EE.UU.), fueron 38 mujeres, y en Australia, entre 30 y 40 mujeres australianas huyeron para convertirse en simpatizantes del ISIS (personas que apoyan a grupos terroristas) (Kumar, 2021). Según cifras oficiales suecas, alrededor de 300 ciudadanos suecos fueron reclutados por grupos yihadistas en Medio Oriente, lo que convierte a Suecia en el segundo país europeo, después de Bélgica, con mayor aporte de militantes islamitas provenientes de Europa (Crouch, 2016).

Captación en línea de niñas para convertirlas en “novias del ISIS”

Muchas de estas mujeres eran adolescentes, a quienes la organización terrorista captó como posibles candidatas para celebrar matrimonios infantiles con sus combatientes. Los reclutadores, altamente entrenados, apelaban al sentido del “honor” de estas jóvenes y se aprovechaban de su ingenuidad, describiéndoles una vida de dicha doméstica entre personas con ideas afines, en escenas idílicas en territorios controlados por el ISIS. Estas campañas se realizaban principalmente a través de redes sociales, y solían minimizar el nivel de violencia en el que las mujeres reclutadas vivirían (Al Khazraji, 2023).

Una vez reclutadas, también se convertían en reclutadoras. El 80% de estas mujeres pasaban la mayor parte del día en redes sociales intentando atraer nuevos miembros a la causa yihadista. Su dominio de lenguas occidentales les daba una ventaja competitiva en esta tarea. (Al Khazraji, 2023)

La realidad que vivieron estas mujeres fue muy distinta de la que se les prometió. No solo debían cumplir con sus deberes como “novias del ISIS” – cocinar, limpiar, dar a luz y criar hijos – sino que también trabajaron como patrulleras, combatientes y guardianas de prisiones, luego de que los imanes del grupo terrorista emitieran una “fatua” que lo permitía, dado que el Califato estaba bajo amenaza y no había suficientes hombres para protegerlo (Al Khazraji, 2023).

Los roles de combate solo se permitían en circunstancias excepcionales, como en defensa propia o con la aprobación explícita de un emir. Esta visión contrasta con algunos relatos personales de militantes femeninas (muhajirat), pero refleja el compromiso ideológico del Estado Islámico con una división del yihad estricta y basada en el género (Winter & Margolin, 2017)

¿Qué llevó a mujeres y niñas a unirse al ISIS?

Las personas se unen a organizaciones como el ISIS por razones religiosas, psicológicas y económicas, pero el factor más importante por lo que se refierea las mujeres musulmanas que se unen a organizaciones yihadistas es el adoctrinamiento religioso. Muchas migrantes de primera y segunda generación tienden a querer preservar su sentido de identidad islámica y transmitirlo a sus hijos (Al Khazraji, 2023).

La mayoría de los padres de los reclutas del ISIS no alentaron a sus hijos a unirse a esa organización u otras similares , y no eran conscientes de su radicalización, pero su ideología estricta y, a menudo, conservadora en lo religioso probablemente contribuyó a las decisiones de sus hijos. Algunos estudios sugieren que, por ejemplo, las chicas jóvenes recurren al ISIS como una estrategia para afrontar una crisis de identidad en la adolescencia (Al Khazraji, 2023).

Los musulmanes nacidos en familias inmigrantes también suelen sentirse divididos respecto a su identidad debido a diferencias culturales y religiosas con la cultura occidental, lo que los deja más vulnerable ante los grupos extremistas. Algunas de estas mujeres enfrentan racismo y sentimientos antislámicos en Occidente, incluyendo actitudes negativas hacia el uso del hijab o niqab.

A algunas mujeres se les hizo sentir culpables por su vida privilegiada en Occidente, y esto despertó en ellas el deseo de “retribuir”. Unirse al ISIS les dio una sensación de pertenencia a una causa global (Al Khazraji, 2023).

Dos historias de chicas occidentales reclutadas por el ISIS

Entre 2012 y 2019, un número importante de extranjeros viajó a Siria e Irak, muchos de ellos para unirse al ISIS y vivir bajo lo que se llegó a conocer como el supuesto “Califato”. Sus orígenes y trayectorias son tan diversos como sus nacionalidades (Eriksson, 2024)

  • Shamima Begum del Reino Unido: en 2015, cuando Shamima tenía 15 años dejó Londres juntos con dos amigas de la escuela para unirse al ISIS en Raqqa, Siria, después de ser reclutada en línea. Allí, se casó con un combatiente del ISIS y tuvo dos hijos que murieron en la infancia. En 2019, intentó regresar al Reino Unido, pero el gobierno le revocó la ciudadanía por motivos de seguridad nacional. Las apelaciones legales de Shamima fracasaron, y en 2021, la Corte Suprema del Reino Unido dictaminó que no podía regresar para defender su caso. Mientras tanto, permaneció en el campo de al-Roj, en el noreste de Siria (Al Khazraji, 2023).
  • Shayma Assaad de Australia: en 2015, Shayma tenía solo 15 años cuando sus padres la llevaron desde Sídney a Siria. Ha dado a luz a cuatro hijos en campos de detención sirios. Los niños también serán repatriados. El menor de sus hijos tiene tres años. Su esposo, Mohammed Noor Masri, un trabajador australiano convertido en combatiente del ISIS, ha estado detenido por las autoridades kurdas desde 2019. Se espera que también sean repatriadas su madre, Bessima Assaad, y las dos hermanas de Shayma, Assya y Maysa. El esposo de su madre, Ahmad, ex empleado de Crown Security, está encarcelado en Siria (Knott, 2022).

La necesidad urgente de proteger a los niños asociados con el ISIS

A menudo, los niños vinculados al ISIS son etiquetados como una “bomba de tiempo”, una expresión utilizada por el Coordinador de Lucha contra el Terrorismo de la UE para destacar los riesgos de no proporcionarles apoyo para la desvinculación y rehabilitación.

Los niños son reclutados por grupos armados de tres formas básicamente: por coerción, alistamiento voluntario o por haber nacido dentro del grupo (Capone, 2019). En las zonas controladas por el ISIS, estaban implicadas familias enteras; muchos combatientes terroristas extranjeros (FTFs, por sus siglas en inglés) – personas que viajan al extranjero para unirse a grupos terroristas – llevaron a sus hijos o formaron familias en Siria e Irak.

El ISIS alentaba a sus combatientes a entrenar a sus hijos como “cachorros de león” (ashbal), exponiéndolos al adoctrinamiento desde los seis años y al entrenamiento militar desde los nueve. Estas prácticas han llevado a muchos Estados a priorizar la seguridad sobre la reintegración (Capone, 2019).

Tras la derrota territorial del ISIS en marzo de 2019, miles de personas – en su mayoría mujeres y niños – fueron detenidas en el noreste de Siria. Los campos de Al-Hol y Roj albergan unas 42,500 personas, incluyendo 18,000 extranjeros. La mayoría son familiares de presuntos miembros del ISIS.

Las condiciones de vida en estos campos son deplorables: los detenidos han sido retenidos por más de seis años sin cargos, en lo que grupos de derechos humanos califican como una detención inhumana e ilegal (HRW, 2025). Alrededor de dos tercios de los detenidos son niños, muchos nacidos en los campos o llevados allí cuando eran bebés, demasiado pequeños para haber participado en actividades del ISIS.

La ONU ha condenado este castigo colectivo, señalando que viola la Convención sobre los Derechos del Niño.

“Estos niños son víctimas del terrorismo y de violaciones gravísimas de los derechos humanos reconocidos internacionalmente y del derecho humanitario… El retorno seguro a sus países de origen debe ser una prioridad.”

– Expertos designados por la ONU, incluída Fionnuala Ní Aoláin (UN News, 2023)

¿Cuáles son las obligaciones legales de los Estados con respecto a las mujeres y los niños detenidos por su implicación con el ISIS?

Dado el gran número de mujeres que permanecen en los campos de detención de Al-Hol y Al-Roj, los gobiernos deben conciliar su obligación de garantizar los derechos de sus ciudadanos que buscan regresar, con la necesidad de considerar la posible amenaza que estos retornados pueden representar para la seguridad nacional. 

El derecho internacional no obliga universalmente a los Estados a repatriar a sus ciudadanos, aunque lo recomienda encarecidamente en los marcos de la ONU. Los sistemas judiciales de Australia, el Reino Unido, Estados Unidos y varios países europeos han sido objeto de críticas continuas por la forma en que procesan a los combatientes terroristas extranjeros (FTFs) retornados y a las personas vinculadas con el terrorismo (Kumar, 2021).

Las mujeres asociadas con el ISIS suelen tener hijos, lo que complica el proceso judicial, ya que existe un impulso por repatriar a los niños. Dado que algunos países, como Alemania, exigen que los niños sean repatriados junto con sus madres, surgen desafíos adicionales para repatriar y potencialmente procesar a las mujeres asociadas con el ISIS, ya que ya no se las ve solo como “esposas yihadistas”, sino como posibles autoras y facilitadoras de violencia (Kumar, 2021). Aunque algunos países, incluyendo Estados Unidos, han facilitado retornos limitados, los esfuerzos de repatriación siguen siendo incoherentes y políticamente complejos. 

El desafío de la repatriación: Mujeres, niños y el camino a seguir

Desde la derrota territorial del ISIS, miles de ciudadanos extranjeros – incluidas mujeres y niños – han sido detenidos en campos en toda Siria. Aunque unos 36 países han aceptado a retornados, el progreso ha sido lento. Irak ha repatriado a más de 10,000 de sus ciudadanos, pero muchos estados europeos siguen titubeando. Algunos incluso han retirado la ciudadanía a sus nacionales, dejándoles, de hecho, apátridas (HRW, 2025).

Hasta 2021, más de 200 mujeres habían regresado a Europa, pero solo un pequeño número se ha enfrentado a un juicio. Esto pone en evidencia un problema más amplio: los sistemas judiciales siguen siendo incoherentes a la hora de procesar a las mujeres afiliadas al ISIS, y a menudo no consideran la diversidad de roles que pudieron haber desempeñado – desde victimas hasta facilitadoras – (Kumar, 2021).

Los niños constituyen la mayoría de los detenidos. Aunque muchos gobiernos afirman verlos como víctimas, especialmente a los menores de 10 años, pocos han tomado medidas concretas para traerlos de vuelta. Expertos en los derechos de la infancia advierten sobre una “doble victimización”: niños que fueron adoctrinados o nacieron en medio del conflicto y que ahora enfrentan detención prolongada, estigmatización y apatridia (Capone, 2019).

La repatriación es vista ampliamente como la única solución sostenible, tanto para defender los derechos humanos como para reducir los riesgos de seguridad a largo plazo. Detener indefinidamente a personas sin el debido proceso viola el derecho internacional. Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU subrayan la importancia de la reintegración para mujeres y niños afiliados a grupos terroristas (HRW, 2025).

En Humanium, condenamos enérgicamente las continuas violaciones de los derechos de los niños en estos campos. Hacemos un llamado a los Estados para que reconozcan a estos niños como víctimas, no como amenazas, y actúen ahora para proteger sus derechos y su futuro. Si deseas contribuir a nuestra causa, considera hacer una donación, voluntariado o hacerte socio.

Escrito por Arianna Braga

Traducido por Karen Bello

Revisado por Esperanza Escalona

Referencias: 

Al Khazraji, R. (2023). Turning to terrorism: Why Shamima Begum and other women joined ISIS. Retrieved from TRENDS Research & Advisory at https://trendsresearch.org/insight/turning-to-terrorism-why-shamima-begum-and-other-women-joined-ISIS/, accessed on 16 May 2025.   

Crouch, D. (2016). Spotlight on Nordic recruiting ground for ISIS fighters’ child brides. Retrived from The Guardian at https://www.theguardian.com/world/2016/feb/25/marilyn-nevalainen-case-highlights-swedish-move-to-end-extremism, accessed on 26 May 2025. 

Hassan, M. (2023). Why ISIS Cannot Bring the Caliphate Back to Life. Retrieved from Carnegie Endowment for International Peace at https://carnegieendowment.org/sada/2023/07/why-ISIS-cannot-bring-the-caliphate-back-to-life?lang=en, accessed on 27 May 2025. 

HRW (2025). Northeast Syria: Camp Detainees Face Uncertain Future. Retrieved from Human Rights Watch (HRW) at https://www.hrw.org/news/2025/02/07/northeast-syria-camp-detainees-face-uncertain-future, accessed on 26 May 2025. 

Knott, M. (2022). Government begins repatriating relatives of Islamic State fighters from Syria. Retrieved from The Sydney Morning Herald at https://www.smh.com.au/politics/federal/government-begins-repatriating-relatives-of-islamic-state-fighters-from-syria-20221028-p5btq1.html, accessed on 26 May 2025. 

Kumar, R. (2021). Female Foreign Terrorist Fighters: Challenges in Repatriation, Prosecution, and Rehabilitation. Retrieved from Counter Terrorism Project at https://www.counterextremism.com/content/female-foreign-terrorist-fighters-challenges-repatriation-prosecution-and-rehabilitation, accessed on 26 May 2025. 

Margolin, D., Jablonski, C. (2024). Five Years After the Caliphate, Too Much Remains the Same in Northeast Syria. Retrieved from The Washington Institute for Near East Policy at https://www.washingtoninstitute.org/policy-analysis/five-years-after-caliphate-too-much-remains-same-northeast-syria, accessed on 27 May 2025. 

UN News (2023). ‘Bring them home’: UN experts call for repatriating detained Syria children. Retrieved from UN News at https://news.un.org/en/story/2023/03/1135207, accessed on 26 May 2025.

Winter, C., Margolin, D. (2017). The Mujahidat Dilemma: Female Combatants and the Islamic State. Retrieved from Combating Terrorism Center at https://ctc.westpoint.edu/the-mujahidat-dilemma-female-combatants-and-the-islamic-state, accessed on 6 June 2025.